Hay rumores sobre…
... que en cierta isla del East Blue, hubo hasta hace poco tiempo un reino muy prospero y poderoso, pero que desapareció de la faz de la tierra en apenas un día.
[Autonarrada] [T2] Un nuevo amigo (Parte 7)
Jack Silver
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G-31 Base de la Marina, Loguetown
Día 26, Verano del año 724

El cuartel de la Marina en Loguetown nunca dormía del todo. Incluso en las horas más tranquilas, el murmullo lejano de conversaciones, el eco de botas contra el suelo y el inconfundible sonido del metal al chocar contra metal llenaban el aire. Silver estaba acostumbrado a ese ambiente de constante de actividad, a ese orden casi coreografiado en el que cada marine sabía exactamente cuál era su lugar. Sin embargo, en ese preciso instante, todo lo que tenía en mente era una sola cosa:

Odin no estaba en la habitación.

El pequeño gato gris, su sigiloso compañero de cuatro patas, había desaparecido. Jack se quedó quieto en la entrada de su cuarto, repasando mentalmente los eventos de los últimos minutos. Había cerrado la puerta, de eso estaba seguro. Lo último que recordaba era a Odin dormitando en su caja oculta mientras él repasaba algunos esquemas en su escritorio. Pero en algún momento, entre su concentración y la rutina, el felino había encontrado la forma de escabullirse.

No puede ser… —murmuró, pasándose su única mano por el rostro con frustración.

Se inclinó rápidamente para revisar de nuevo debajo de la cama, en el interior del armario y en cualquier otro rincón en el que Odin pudiera haberse metido, pero todo estaba en silencio. Su corazón latió con fuerza cuando se percató de una realidad alarmante: "Si no está aquí, entonces está ahí afuera."

Silver salió al pasillo con pasos calculados y sus ojos recorriendo el entorno con rapidez. Era tarde, pero aún había movimiento. Algunos marines patrullaban los corredores, mientras otros salían de sus habitaciones para dirigirse al comedor o a sus respectivos turnos de guardia. La idea de que uno de ellos pudiera encontrarse con Odin antes que él no le gustaba en absoluto.

Trató de pensar como el gato. "Si fueras un pequeño demonio peludo con más curiosidad que sentido común, ¿hacia dónde irías?"

La respuesta llegó rápido: "Donde haya algo interesante o comida."

Jack avanzó con cautela, moviéndose por los pasillos con naturalidad para no llamar la atención. No podía simplemente correr por el cuartel como si estuviera en plena persecución, así que cada paso debía parecer casual. Mientras caminaba, intentó detectar cualquier pista: un rastro de pelos grises en el suelo, alguna puerta entreabierta por la que pudiera haber pasado, cualquier indicio de su presencia.

Unos minutos después, escuchó un ruido débil, casi imperceptible, viniendo del pasillo que llevaba a la despensa del cuartel.

"Por supuesto… la comida."
#1
Jack Silver
-
Silver giró rápidamente la esquina, y su sospecha se confirmó. Allí, a unos metros de la puerta de la despensa, Odin estaba sentado, con su cola enroscada en el cuerpo mientras observaba con total despreocupación a un par de marines que estaban conversando cerca. Su pequeño hocico se movía, captando el aroma de lo que seguramente era pescado o carne almacenada en el interior.

El problema era que, si avanzaba de golpe, corría el riesgo de alertar a los marines y hacer que miraran en dirección al gato. Tenía que ser sutil...

Jack inspiró hondo y comenzó a caminar hacia Odin con una calma calculada, como si simplemente estuviera dando un paseo. Cada paso era medido, cada movimiento pensado para no llamar la atención. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, hizo un leve chasquido con la lengua, una señal que el gato ya había comenzado a reconocer como una llamada.

Odin giró la cabeza hacia él, parpadeando con curiosidad. Silver mantuvo la mirada fija en el felino y, con un movimiento casi imperceptible de la mano, le indicó que se acercara.

El gato inclinó la cabeza, como si estuviera evaluando si valía la pena obedecer. Jack contuvo la respiración. "Vamos, amigo, no hagas esto más difícil de lo que ya es."

Para su alivio, Odin finalmente se levantó y trotó con tranquilidad en su dirección, pasando tras los marines sin que estos le prestaran atención. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, Jack lo recogió con rapidez pero sin brusquedad, escondiéndolo contra su pecho con un movimiento fluido. El pequeño animal se acomodó sin protestar, como si entendiera que era mejor no hacer ruido.

Buen chico —susurró Silver antes de girarse y alejarse con la misma calma con la que había llegado.

Solo cuando estuvo lo suficientemente lejos del pasillo y de cualquier mirada curiosa, soltó un suspiro de alivio. Regresó a su habitación con pasos firmes pero relajados, cerrando la puerta con suavidad tras él.

Eso ha estado demasiado cerca —murmuró, dejando a Odin sobre la cama.

El gato lo miró con total inocencia antes de comenzar a lamerse una pata, como si nada hubiera pasado. Jack se pasó la mano por el cabello y dejó escapar una risa corta.

Voy a tener que reforzar la seguridad de esta habitación si quiero mantenerte a salvo.

Mientras Odin se acomodaba sobre la cama, Jack se dirigió a su escritorio, sacando papel y lápiz. "Una mejora en la caja oculta, un cierre más seguro en la puerta…" Tendría que diseñar algo que impidiera que volviera a ocurrir un incidente como ese.
#2


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