Alguien dijo una vez...
Bon Clay
Incluso en las profundidades del infierno.. la semilla de la amistad florece.. dejando volar pétalos sobre las olas del mar como si fueran recuerdos.. Y algún día volverá a florecer.. ¡Okama Way!
[Evento] [E - Presente] Dioses a mí
King Kazma
Shiromimi
Personaje


En menos de un segundo había pasado de estar peleando contra aquel chico de cabellos blancos a estar solo y rodeado de setas gigantes. La transición había sido bastante suave, ya que él había generado una nube de vapor que se parecía mucho a la niebla que dominaba en aquella ciénaga en la que se encontraba. King no sabía qué había pasado ni cómo había acabado allí, pero sí sabía que alguien había provocado ese cambio. No se trataba de algo natural que sucediera al azar, alguien tenía su mirada puesta en él y, probablemente, en el resto de participantes involuntarios de aquel juego. Y el muy cabrón le había quitado las bolsas de chapas que tenía como objetivo. Aunque era cierto que aquel humano podía haberle puesto en serios apuros. El mink simplemente dio un salto y se encaramó a una de esas setas gigantes, donde se tumbó con las manos tras la nuca, observando un cielo que no podía ver a causa de la niebla.

¿Tenía sentido siquiera jugar a algo dirigido por un psicópata que podía cambiar las reglas del juego cuando le diera la gana? Lo único que hacía eso era darle entretenimiento al dueño de aquella voz que todavía resonaba por su cabeza. Si ganar no era una verdadera opción, entonces lo mejor que podía hacer para no ser un juguete más en manos de un ser caprichoso era lo contrario. Si les instaba a reunir chapas, entonces King no haría nada en absoluto, incluso regalaría su chapa a quien tuviera la suerte de encontrarse con él. Si quería divertirse mirando cómo se mataban y robaban unas chapas de mierda, entonces él pasaría de participar. Al principio tenía su intriga, averiguar qué hacían allí, por qué y a qué venía ese juego, pero ahora no era más que el capricho infantil de alguien que se divertía viendo a los demás sufrir. Sí, podía elegir acabar con él por no hacer nada, pero prácticamente era mejor una muerte segura que permanecer como un esclavo el resto de su vida.

Datos
#1
King Kazma
Shiromimi
A saber cuánto tiempo había pasado allí, tumbado sobre una seta gigante en aquella niebla perpetua. Había tratado de echarse una siesta, pero no conseguía pegar ojo ni un solo segundo. Demasiado raro todo. King normalmente era de sueño fácil, podía quedarse dormido en menos de un minuto tumbado en cualquier lugar. ¿Sería todo aquello un sueño entonces? Explicaría por qué no lograba dormir, pero era todo demasiado real, demasiado continuo. En un sueño se aparecía en cualquier sitio y uno ni se daba cuenta de la transición. Normalmente se mezclaban lugares conocidos conectados de forma surrealista o a través de puertas. Allí había aparecido de golpe en dos sitios, pero era plenamente consciente de ese cambio de escenario. No funcionaba como un sueño, pero a la vez compartía rasgos comunes con ellos.

Se incorporó, quedando sentado, ya cansado de permanecer tumbado sin poder dormir. ¿Ni siquiera pasando de todo podía simplemente descansar? No le interesaba para nada participar en ese juego macabro de las chapas, pero quedándose quieto allí sólo iba a conseguir dolor de espalda. La niebla seguía siendo tan espesa como cuando llegó allí, sin ningún cambio aparente. Si fuera una zona limitada podía calentarse y forzar una corriente de aire hacia arriba que arrastrara la niebla, pero si era una zona amplia no conseguiría nada con eso.

Aunque fuera por pura curiosidad, King comenzó a saltar de seta en seta, siempre que hubiera una al alcance de su vista limitada. No sabía hacia dónde se estaba dirigiendo ya que no tenía forma de averiguar siquiera los puntos cardinales, pero si continuaba en línea recta durante un buen rato acabaría llegando a algún lado. Como mínimo, podría llegar a la costa y desde ahí recorrer toda la isla bordeándola y hacerse una idea de por qué tenía zonas tan distintas unas de otras.

Datos
#2
Ray
Kuroi Ya
Personaje


Poco a poco el calor asfixiante fue desapareciendo y siendo sustituido por una espesa niebla que cada vez fue haciéndose más densa. En Loguetown de vez en cuando había condiciones climatológicas como aquellas debidas a bancos de niebla que venían del mar, pero aquella parecía particularmente densa. La vista de Ray, no especialmente avezada pero tampoco peor de la media (o al menos eso pensaba él) se encontraba tremendamente limitada, pues no conseguía distinguir nada más allá de unos diez metros.

Decidió que lo mejor sería adoptar su forma híbrida, transformándose en una criatura mitad humano mitad zángano. De esa forma sus antenas le permitían sentir otros estímulos que esperaba compensarían en parte la pérdida de capacidad visual. Si algo se movía a su alrededor, o si el aire cambiaba de dirección o de temperatura, lo sentiría y podría prepararse para posibles encuentros.

Mientras avanzaba se dio cuenta también de otra particularidad de aquel nuevo territorio. El suelo estaba poblado por enormes setas que permitían saltar grandes distancias, lo que comprobó en un par de ocasiones. Y por algún motivo al aterrizar parecían doblarse ligeramente bajo su peso, amortiguando la caída por completo. Sería divertido pasar allí un rato si no fuera porque, al ponerse a saltar entre la niebla sin poder ver lo que sucedía a su alrededor, sería un blanco fácil para cualquier individuo hostil que se acercara a él.

Por este motivo el joven prefirió desplazarse por medio de sus alas de insecto. Volando bajo y de forma completamente silenciosa gracias a sus habilidades como ninja, continuó avanzando hasta que sus antenas le informaron de la presencia de alguien cerca. Estaría a unos veinte o treinta metros, y por tanto no podía verlo, pero notaba sus movimientos y cómo el aire se desplazaba junto a él. Se dirigía hacia su posición. Entonces entró en guardia. No sabía con quién estaba a punto de cruzarse ni cuáles serían sus intenciones, así que se agazapó lo más que pudo debajo de una de las setas para evitar ser visto y esperó en el silencio más absoluto, preparado para cualquier eventualidad que pudiera surgir cuando aquella persona se acerca lo suficiente.

Suterusu
NIN300
NINJUTSU
Pasiva
Tier 3
16/8/2024
Los ninjas son expertos en el arte del sigilo, por eso siempre que lo deseen serán capaces de moverse y actuar sin emitir ningún ruido con el fin de no poder ser escuchados y pillar por sorpresa a sus enemigos. Siempre que se haga un ataque desde el sigilo o desde un ángulo fuera de la visual directa del enemigo, el enemigo obtendrá -10 de [REF] y se realizará la ofensiva con un +35 de daño y tendrán un turno menos de enfriamiento. Además el usuario creará 1 grado más de [Envenenamiento], [Hemorragia] y [Quemadura] en sus ofensivas. Cualquier tecnica que mencione el uso de un objeto para la ejecucción de la tecnica se considerara que forma parte de su arsenal ninja sin tener que tenerlo en el inventario o consumirlo.

Fisionomía Apoidea (Pasiva Akuma)

Forma Híbrida
#3
Takahiro
La saeta verde
Personaje


El infernal calor fue desapareciendo a medida que avanzaba por un camino que no sabia hacia donde llegaba. Lo único bueno era que iba junto a su compañero Ray, aunque no era consciente todavía de si era real o un producto de su imaginación. Una espesa niebla se adueñó del lugar, envolviendo todo el lugar en un manto espeso y turbio que se cernía sobre el espadachín, que se movía con dificultad. Y entonces, como si de una historia de terror se tratase, su amigo de cabellos blanquecinos desapareció.

—Ray, ¿estas ahí? —preguntó, sin parar de caminar. Con cada paso sus pies se hundían un poco en el suelo húmedo hasta que, tras pisar en un lugar blando, salió disparado hacia el cielo—. ¡Aaaaah! —exclamó, cayendo y volviendo a elevarse—. ¡Aaaaaah! —volvió a exclamar, aunque esta vez con una sonrisa en el rostro. Aquello era como una cama elástica. Su vista se acostumbró a ver poco, pudiendo distinguir figuras hasta pocos metros de él. Se encontraba saltando sobre una seta, que parecía una cama elástica—. ¡Que guapo está esto! ¡Wwiiiiii!

Desde las alturas podía ver que aquellos hongos eran bastante coloridos, aunque poco apetecibles. Lo cierto es que no tenía hambre, pero pensar en unas ricas setas salteadas con ajo y guindilla le hacía rugir el estómago.

Mientras saltaba pudo escuchar el indistinguible sonido del revoloteo de las alas de la abejita mutante en la que se convertía Ray al usar el poder de su fruta del diablo, que se alejaba de él. «Y si…», dijo para sus adentros el peliverde, mostrando una sonrisa juguetona que expresaba que había tenido una genial idea, ¿o quizá se trataba de la peor ocurrencia que se le había pasado por la cabeza en toda su vida? Iba a comprobarlo. Aprovechando la distancia que había entre las setas y la altura que le hacía coger, fue desplazándose de seta en seta en dirección a lo que él creía que era Ray convertido en zángano.

«Lo peor que puede ocurrir es que se trate de un insecto mutante», dijo para sus adentros.
#4
Norfeo
El Poeta Insomne
Un temblor sacudió el bosque y entonces en la distancia una gran venus atrapamoscas se alzo entre el bosque, por alguna razón la niebla se volvía más ligera al mirar hacia ese lugar como si invitara a acercarse... ¿Aguardara la salvación o la perdición en ese lugar?...

[Link al Centro del Bosque]
#5
Ray
Kuroi Ya
Takahiro pareció preferir quedarse algo más atrás de su posición, dada que la ventaja de percepción sensorial del zángano le hacía más apto en una situación de privación visual como aquella para ir de avanzadilla. Podía sentir sus movimientos, saltando en una seta mientras esperaba a que la otra presencia que se movía hacia ellos se acercara lo suficiente.

Y en ese momento algo cambió. Un temblor de gran magnitud sacudió todo a su alrededor, lo que hizo al joven de pelo blanco agradecer en su interior el hecho de no seguir encontrándose en las proximidades de aquel volcán. El riesgo de que pasara algo terrible tras un movimiento de tierra como aquel le parecía algo a tener en cuenta, por lo que sin duda alejarse de allí había sido una gran idea. Parecía el área menos segura en aquellos momentos. Sin embargo aquellas setas, elásticas como parecían desde un primer momento, no parecían haber sufrido lo más mínimo aquel temblor.

Lo que sí llamó la atención del marine fue que la niebla comenzó a disiparse en una dirección concreta, permitiendo ver donde antes solo había sombras. A lo lejos, en lo que parecía el centro de un bosque, una gigantesca planta brotó de la nada. Algo le decía que debía ir hacia allí. El hecho de que la niebla se hubiera disipado justo en línea recta hacia ese punto parecía ser un claro indicativo de ello.

Cuando quiso mirar hacia donde estaba su amigo de pelo verde ya no logró encontrarle. Asumiendo que habría deducido lo mismo que él y se había dirigido hacia allí el joven comenzó su camino. Prefería evitar sorpresas, por lo que siguió en su forma híbrida y se desplazó volando bajo, siempre sin hacer el más mínimo ruido de cara a minimizar la posibilidad de ser atacado antes de darse cuenta.

Resumen
#6


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