Muken
Veritas
04-09-2024, 05:10 AM
Historia
El "Corsario de Luna" surcaba las aguas del East Blue, su casco negro brillando bajo el sol tropical. A bordo, la tripulación se relajaba, ajena al peligro que se cernía sobre ellos. El capitán, un hombre curtido por el mar llamado Silver Thorne, observaba el horizonte con una mirada experta. No sospechaba que los ojos de los piratas del "Tiburón Negro" lo seguían desde las sombras.
El capitán Pit, líder de los piratas, era un hombre de pocas palabras y una mirada penetrante. Había estudiado los movimientos del "Corsario de Luna" durante semanas y conocía todas sus debilidades. Esta noche, bajo la luz de la luna llena, pondría en marcha su plan. Los piratas se acercaron al "Corsario de Luna" con sigilo, sus embarcaciones deslizándose sobre las olas como sombras. Cuando estuvieron a tiro de piedra, dieron la señal. Los cañones del "Tiburón Negro" rugieron, enviando una lluvia de balas de cañón hacia el casco del mercante. La madera crujió y los hombres de Thorne se apresuraron a sus puestos de combate. La batalla fue feroz. Los piratas abordaron el "Corsario de Luna" con espadas desenvainadas y pistolas humeantes. Los marineros lucharon con valentía, pero estaban superados en número. Thorne se abrió paso a través de la multitud de piratas, su espada brillando a la luz de las antorchas.
Mientras tanto, en la bodega del "Corsario de Luna", una joven llamada Anya, hija del capitán, escondía un valioso mapa. Era un mapa que mostraba todas las ubicaciones marítimas donde pasaban los navíos comerciales, y los piratas lo querían más que nada en el mundo. Anya se dio cuenta de que no podía escapar de los piratas. Se escondió en un barril y cerró los ojos, rezando para que no la encontraran. Pero su escondite no duró mucho. Un pirata abrió el barril y la sacó a la fuerza. -¡Dónde está el mapa!- rugió el pirata. Anya se negó a hablar. Los piratas la amenazaron con torturarla, pero ella se mantuvo firme.
En la cubierta, la batalla seguía en su apogeo. Thorne había herido a Pit, pero el pirata no se rendía. Los dos hombres se enfrentaron en un duelo épico, sus espadas chocando una y otra vez. Finalmente, Thorne logró desequilibrar a Pit y lo derribó al suelo. Pero antes de que pudiera darle el golpe final, un pirata se abalanzó sobre él por detrás y lo apuñaló por la espalda. Con la muerte de Thorne, la resistencia de los marineros se derrumbó. Los piratas tomaron el control del "Corsario de Luna" y comenzaron a saquearlo.
Anya fue llevada a la cabina del capitán. Pit la miró fijamente y le preguntó una vez más dónde estaba el mapa. Anya se negó a hablar, pero Pit tenía un plan. -Muy bien- dijo. -Si no me dices dónde está el mapa, haré que tus amigos sufran-. Pit ordenó a sus hombres que torturaran a los marineros que aún estaban vivos. Anya sollozó al escuchar sus gritos de dolor. No podía aguantar ver sufrir a sus amigos. -Está bien- dijo finalmente. -Te diré dónde está el mapa- Anya llevó a los piratas a un lugar secreto en la bodega y les mostró el mapa. Pit lo tomó con manos temblorosas y lo examinó con detenimiento. -Este mapa es más valioso que cualquier tesoro- dijo. -Con él, seré el hombre más rico del mundo-. Pit ordenó a sus hombres que quemaran el "Corsario de Luna" y zarparon hacia la isla mas cercana a festejar.
Historia
Con el botín del "Corsario de Luna" a bordo y el mapa del tesoro en su poder, el "Tiburón Negro" se convirtió en la presa más buscada de los mares. Las noticias de su audaz asalto se habían esparcido rápidamente, y la marina, avergonzada por su fracaso en proteger el mercante, envió una flota para dar caza a los piratas.
El capitán Pit y su tripulación se vieron obligados a huir constantemente, esquivando las patrullas marinas y buscando refugio en calas secretas y bahías escondidas. El mapa del tesoro, que antes era una fuente de alegría, se había convertido en una maldición. Cada isla que visitaban, cada roca que veían les recordaba que estaban siendo perseguidos.
La marina se acercaba cada vez más al "Tiburón Negro". Los barcos de guerra, con sus velas hinchadas por el viento, cruzaban los océanos en busca de cualquier rastro de los piratas. Los cañones rugían, y las balas de cañón surcaban el cielo, creando un espectáculo impresionante, pero a la vez aterrador.
Pit sabía que no podía escapar para siempre. Decidió hacer una última jugada. Convocó a su tripulación y les anunció su plan. -Vamos a llevar el "Tiburón Negro" a la isla más cercana - dijo. -Allí, enterraremos el botín y nos dispersaremos. La marina nunca nos encontrará-. La tripulación estaba de acuerdo. Habían estado huyendo durante demasiado tiempo y estaban cansados. Querían un lugar donde pudieran esconderse y disfrutar de su botín en paz.
El "Tiburón Negro" se dirigió hacia la isla más cercana. Pero la marina los intercepto. Una feroz batalla se libró en las aguas que rodeaban la isla. Los cañones de ambos bandos rugieron, y el mar se tiñó de rojo. Cuando la batalla terminó, los piratas supervivientes se dispersaron en todas direcciones. Pit, herido y desesperado, logró escapar en un pequeño bote. La marina subió a bordo del “Tiburón Negro”, pero el tesoro ya se encontraba perdido.
Historia
12 horas antes del ataque de la marina…
La noche se cernía sobre el "Tiburón Negro". Un tenue resplandor lunar iluminaba la cubierta, donde Pit y Berck se reunieron en secreto. El capitán, con la voz grave y cargada de urgencia, trazó un plan desesperado. -Berck, viejo amigo, - comenzó Pit, su mirada fija en el horizonte. -La marina nos pisotea los talones. No tenemos más opción que enfrentarlos, pero el tesoro... el tesoro debe ser salvado. - Berck, un hombre de pocas palabras, pero leal hasta la médula, asintió con la cabeza. - ¿Qué quiere que haga, capitán?- Pit le entregó un mapa antiguo, su dedo trazando una pequeña isla en medio del océano. -Esta es la Isla del Durango. Es un lugar remoto, peligroso, pero seguro. Quiero que tomes este navío y a cuatro de nuestros hombres más confiables. Lleven el tesoro allí y escóndanlo bien. - - ¿Y usted, capitán?- preguntó Berck, su voz llena de preocupación. -Yo me encargaré de la marina. Pero tú, Berck, tú eres nuestra última esperanza. El futuro de nuestra tripulación depende de ti. -
El pequeño navío, cargado con el pesado cofre del tesoro, zarpó bajo la cubierta de la noche. La travesía fue ardua. Tormentas embravecidas azotaron la embarcación, y los hombres tuvieron que luchar contra el mar y sus miedos. Al llegar a la Isla del Durango, se encontraron con un paisaje desolado y hostil. Rocas escarpadas, una selva impenetrable y un volcán humeante dominaban el horizonte. Siguiendo las indicaciones del mapa, encontraron un claro en la selva y comenzaron a cavar. Con sudor y esfuerzo, excavaron un hoyo profundo y depositaron el cofre en su interior. Luego, cubrieron el agujero con tierra y rocas, tratando de borrar cualquier rastro de su presencia. Antes de abandonar la isla, Berck dejó una pequeña marca en un árbol cercano, un símbolo pirata que pocos conocen.
Al intentar regresar con la tripulación, los cinco piratas observan que el "Tiburón Negro", ya había sido tomado por la Marina. Berck intento buscar a su capitán, pero tras la batalla nadie lo había visto. Los piratas leales a su capitán no se iban a rendir tan fácilmente y empezaron su búsqueda por el East Blue, pero para su mala suerte el destino fue cruel con ellos y ante su pequeña barcaza, bajo un día de lluvia un rey marino se topo con ellos. La batalla, bueno mejor dicho el ataque, duro unos segundos, la madera del navío se esparcía por todo el océano junto a una pequeña botella de vidrio trasparente, con la cual era transportado el mapa.
Actualidad
Isla "Panamica" en algún lugar del East Blue.
El Galeon Oxidado, Bar de bajos escrúpulos, aquí se reunían los piratas mas buscados de la zona. La Marina no entraba al menos que fuera una urgencia, pues el alcohol y el plomo era algo que no faltaba en este lugar. Los Marines sabían que tarde o temprano los mismos piratas se matarían entre ellos.
El lugar se encontraba medio lleno, el dueño del bar era un ex pirata con un cuerpo corpulento y cicatrices por todo su cuerpo, apenas entrar se podía observar barias mesas y sillas, la mayoría ya ocupadas y todas con juegos de cartas en mesa, la mayoría jugaba el Poker.
Entre los presentes había un joven pirata que contaba la historia de Pit y el Tiburón Negro, aunque la mayoría sabia de que iba la historia, la joven sabia también sobre la misión secreta de ojos locos, la mano derecha del Capitán Pit. La mayoría de los presentes solo se reían del chico y lo ignoraban, pero el estaba seguro de que la historia era cierta y por eso estaba buscando una tripulación. Cualquiera que estaba interesado en ir en busca del tesoro del Capitán Pit podría buscarlo en el puerto al amanecer donde zarparían hacia el oeste donde se vio por ultima vez al Tiburón Negro.
El "Corsario de Luna" surcaba las aguas del East Blue, su casco negro brillando bajo el sol tropical. A bordo, la tripulación se relajaba, ajena al peligro que se cernía sobre ellos. El capitán, un hombre curtido por el mar llamado Silver Thorne, observaba el horizonte con una mirada experta. No sospechaba que los ojos de los piratas del "Tiburón Negro" lo seguían desde las sombras.
El capitán Pit, líder de los piratas, era un hombre de pocas palabras y una mirada penetrante. Había estudiado los movimientos del "Corsario de Luna" durante semanas y conocía todas sus debilidades. Esta noche, bajo la luz de la luna llena, pondría en marcha su plan. Los piratas se acercaron al "Corsario de Luna" con sigilo, sus embarcaciones deslizándose sobre las olas como sombras. Cuando estuvieron a tiro de piedra, dieron la señal. Los cañones del "Tiburón Negro" rugieron, enviando una lluvia de balas de cañón hacia el casco del mercante. La madera crujió y los hombres de Thorne se apresuraron a sus puestos de combate. La batalla fue feroz. Los piratas abordaron el "Corsario de Luna" con espadas desenvainadas y pistolas humeantes. Los marineros lucharon con valentía, pero estaban superados en número. Thorne se abrió paso a través de la multitud de piratas, su espada brillando a la luz de las antorchas.
Mientras tanto, en la bodega del "Corsario de Luna", una joven llamada Anya, hija del capitán, escondía un valioso mapa. Era un mapa que mostraba todas las ubicaciones marítimas donde pasaban los navíos comerciales, y los piratas lo querían más que nada en el mundo. Anya se dio cuenta de que no podía escapar de los piratas. Se escondió en un barril y cerró los ojos, rezando para que no la encontraran. Pero su escondite no duró mucho. Un pirata abrió el barril y la sacó a la fuerza. -¡Dónde está el mapa!- rugió el pirata. Anya se negó a hablar. Los piratas la amenazaron con torturarla, pero ella se mantuvo firme.
En la cubierta, la batalla seguía en su apogeo. Thorne había herido a Pit, pero el pirata no se rendía. Los dos hombres se enfrentaron en un duelo épico, sus espadas chocando una y otra vez. Finalmente, Thorne logró desequilibrar a Pit y lo derribó al suelo. Pero antes de que pudiera darle el golpe final, un pirata se abalanzó sobre él por detrás y lo apuñaló por la espalda. Con la muerte de Thorne, la resistencia de los marineros se derrumbó. Los piratas tomaron el control del "Corsario de Luna" y comenzaron a saquearlo.
Anya fue llevada a la cabina del capitán. Pit la miró fijamente y le preguntó una vez más dónde estaba el mapa. Anya se negó a hablar, pero Pit tenía un plan. -Muy bien- dijo. -Si no me dices dónde está el mapa, haré que tus amigos sufran-. Pit ordenó a sus hombres que torturaran a los marineros que aún estaban vivos. Anya sollozó al escuchar sus gritos de dolor. No podía aguantar ver sufrir a sus amigos. -Está bien- dijo finalmente. -Te diré dónde está el mapa- Anya llevó a los piratas a un lugar secreto en la bodega y les mostró el mapa. Pit lo tomó con manos temblorosas y lo examinó con detenimiento. -Este mapa es más valioso que cualquier tesoro- dijo. -Con él, seré el hombre más rico del mundo-. Pit ordenó a sus hombres que quemaran el "Corsario de Luna" y zarparon hacia la isla mas cercana a festejar.
Historia
Con el botín del "Corsario de Luna" a bordo y el mapa del tesoro en su poder, el "Tiburón Negro" se convirtió en la presa más buscada de los mares. Las noticias de su audaz asalto se habían esparcido rápidamente, y la marina, avergonzada por su fracaso en proteger el mercante, envió una flota para dar caza a los piratas.
El capitán Pit y su tripulación se vieron obligados a huir constantemente, esquivando las patrullas marinas y buscando refugio en calas secretas y bahías escondidas. El mapa del tesoro, que antes era una fuente de alegría, se había convertido en una maldición. Cada isla que visitaban, cada roca que veían les recordaba que estaban siendo perseguidos.
La marina se acercaba cada vez más al "Tiburón Negro". Los barcos de guerra, con sus velas hinchadas por el viento, cruzaban los océanos en busca de cualquier rastro de los piratas. Los cañones rugían, y las balas de cañón surcaban el cielo, creando un espectáculo impresionante, pero a la vez aterrador.
Pit sabía que no podía escapar para siempre. Decidió hacer una última jugada. Convocó a su tripulación y les anunció su plan. -Vamos a llevar el "Tiburón Negro" a la isla más cercana - dijo. -Allí, enterraremos el botín y nos dispersaremos. La marina nunca nos encontrará-. La tripulación estaba de acuerdo. Habían estado huyendo durante demasiado tiempo y estaban cansados. Querían un lugar donde pudieran esconderse y disfrutar de su botín en paz.
El "Tiburón Negro" se dirigió hacia la isla más cercana. Pero la marina los intercepto. Una feroz batalla se libró en las aguas que rodeaban la isla. Los cañones de ambos bandos rugieron, y el mar se tiñó de rojo. Cuando la batalla terminó, los piratas supervivientes se dispersaron en todas direcciones. Pit, herido y desesperado, logró escapar en un pequeño bote. La marina subió a bordo del “Tiburón Negro”, pero el tesoro ya se encontraba perdido.
Historia
12 horas antes del ataque de la marina…
La noche se cernía sobre el "Tiburón Negro". Un tenue resplandor lunar iluminaba la cubierta, donde Pit y Berck se reunieron en secreto. El capitán, con la voz grave y cargada de urgencia, trazó un plan desesperado. -Berck, viejo amigo, - comenzó Pit, su mirada fija en el horizonte. -La marina nos pisotea los talones. No tenemos más opción que enfrentarlos, pero el tesoro... el tesoro debe ser salvado. - Berck, un hombre de pocas palabras, pero leal hasta la médula, asintió con la cabeza. - ¿Qué quiere que haga, capitán?- Pit le entregó un mapa antiguo, su dedo trazando una pequeña isla en medio del océano. -Esta es la Isla del Durango. Es un lugar remoto, peligroso, pero seguro. Quiero que tomes este navío y a cuatro de nuestros hombres más confiables. Lleven el tesoro allí y escóndanlo bien. - - ¿Y usted, capitán?- preguntó Berck, su voz llena de preocupación. -Yo me encargaré de la marina. Pero tú, Berck, tú eres nuestra última esperanza. El futuro de nuestra tripulación depende de ti. -
El pequeño navío, cargado con el pesado cofre del tesoro, zarpó bajo la cubierta de la noche. La travesía fue ardua. Tormentas embravecidas azotaron la embarcación, y los hombres tuvieron que luchar contra el mar y sus miedos. Al llegar a la Isla del Durango, se encontraron con un paisaje desolado y hostil. Rocas escarpadas, una selva impenetrable y un volcán humeante dominaban el horizonte. Siguiendo las indicaciones del mapa, encontraron un claro en la selva y comenzaron a cavar. Con sudor y esfuerzo, excavaron un hoyo profundo y depositaron el cofre en su interior. Luego, cubrieron el agujero con tierra y rocas, tratando de borrar cualquier rastro de su presencia. Antes de abandonar la isla, Berck dejó una pequeña marca en un árbol cercano, un símbolo pirata que pocos conocen.
Al intentar regresar con la tripulación, los cinco piratas observan que el "Tiburón Negro", ya había sido tomado por la Marina. Berck intento buscar a su capitán, pero tras la batalla nadie lo había visto. Los piratas leales a su capitán no se iban a rendir tan fácilmente y empezaron su búsqueda por el East Blue, pero para su mala suerte el destino fue cruel con ellos y ante su pequeña barcaza, bajo un día de lluvia un rey marino se topo con ellos. La batalla, bueno mejor dicho el ataque, duro unos segundos, la madera del navío se esparcía por todo el océano junto a una pequeña botella de vidrio trasparente, con la cual era transportado el mapa.
Actualidad
Isla "Panamica" en algún lugar del East Blue.
El Galeon Oxidado, Bar de bajos escrúpulos, aquí se reunían los piratas mas buscados de la zona. La Marina no entraba al menos que fuera una urgencia, pues el alcohol y el plomo era algo que no faltaba en este lugar. Los Marines sabían que tarde o temprano los mismos piratas se matarían entre ellos.
El lugar se encontraba medio lleno, el dueño del bar era un ex pirata con un cuerpo corpulento y cicatrices por todo su cuerpo, apenas entrar se podía observar barias mesas y sillas, la mayoría ya ocupadas y todas con juegos de cartas en mesa, la mayoría jugaba el Poker.
Entre los presentes había un joven pirata que contaba la historia de Pit y el Tiburón Negro, aunque la mayoría sabia de que iba la historia, la joven sabia también sobre la misión secreta de ojos locos, la mano derecha del Capitán Pit. La mayoría de los presentes solo se reían del chico y lo ignoraban, pero el estaba seguro de que la historia era cierta y por eso estaba buscando una tripulación. Cualquiera que estaba interesado en ir en busca del tesoro del Capitán Pit podría buscarlo en el puerto al amanecer donde zarparían hacia el oeste donde se vio por ultima vez al Tiburón Negro.