¿Sabías que…?
Si muero aquí, será porque no estaba destinado a llegar más lejos.
La Representación de la Ira.
Takahiro
La saeta verde
Aquella abominación nívea emitió un último gemido de dolor, que parecía haber cubierto la ciudad por completo. El peliverde notó como su espada atravesaba su piel, pero no había sangrado nada. Su presencia era imponente, mas parecía no tener una vida propia. Era extraña aquella sensación. Y seguía sin entender nada de lo que estaba ocurriendo. Entonces, en un simple y mísero parpadeo, el monstruo desapareció de pronto, como si nunca hubiera estado allí.

«¿Qué demonios ha sido eso?», se preguntaba el espadachín, contemplando absorto el lugar donde había estado aquel monstruo creador de destrucción. Su vista se fue hacia el suelo, concretamente hacia una pequeña esfera que se había quedado inmóvil justo donde había atacado a la bestia. En ese momento, en su cabeza volvió a resonar una parte de aquella canción: Si buscas la gloria, huye de la melodía del abismo, o queda atrapado en mi verso, en eterno espejismo. Una regla es simple, canicas has de acumular y en cada despertar, tu bolsa has de soltar.

Sin tan siquiera pensarlo dos veces, se aproximó codicioso hacia la canica y la cogió con la mano. La observó durante apenas un segundo y la guardó en una bolsa que tenía en su cintura. «Un segundo…, ¿desde cuándo tengo una bolsa de tela en mi cintura?», pensó extrañado, observando como Hato tenía una parecida también.

No quiso darle más importancia, pero le resultaba extraño aquello. Realmente la situación era insólita a más no poder.

—Esperemos que no vuelvan a aparecer más cosas como esta —comentó en voz alta, mostrando una sonrisa tranquilizadora, aunque algo le hacía no quitar la mano de la empuñadura de su katana, más por precaución que porque sintiera algún peligro concreto. ¿Cómo sabía que aquella muchacha era real? ¿Acaso lo era el tirador? Muchas preguntas y ninguna respuesta satisfactoria—. Creo que tendríamos que buscar una manera de salir de aqu...

Y de pronto, una especie de vórtice se abrió bajo sus pies, cayendo en un vacío infinito del que parecía no poder salir.

OFF
#11
Muken
Veritas
Al caer la bestia gigante Muken se empieza acercar al cadáver en busca de algún recuerdo de caza, pero esto era algo que no lograría alcanzar a tomar, pues el monstruo desaparecería en un instante dejando atrás una pequeña esfera brillante, que tenía forma de canica. Una melodía hacía eco en la cabeza del tirador -Si buscas la gloria, huye de la melodía del abismo, o queda atrapado en mi verso, en eterno espejismo. Una regla es simple, canicas has de acumular y en cada despertar, tu bolsa has de soltar. - Muken observo como el espadachín se acercaba a la canica por lo que apunto su arma y disparo en dirección del espadachín, su objetivo la pierna izquierda del pelilargo. Todavia no lo quería matar, pero si quería dejarlo inmóvil por un tiempo.
 
Disparo Incapacitador
TIR101
TIRADOR
Ofensiva Activa
Tier 1
5/8/2024
22
Costo de Energía
1
Enfriamiento
El usuario lanzará un proyectil rápido, de hasta 8 metros extra, con su arma apuntando a una de las extremidades de un objetivo con el fin de dificultar el atacar del mismo al causarle [Derribo],
Golpe Básico + [DESx1,8] de [Daño perforante]

Winchester
Al observar que sus acciones no fuero suficiente para detener al pelo largo, muken se acuesta en el suelo y se echa a dormir. -Cuando el sueño termine volveré a casa.- con sus pistolas alado, el tirador se tiro a descanzar un rato. 
#12
Hato of peace
Angel Beta
Una extraña criatura amenazaba al existencia de la joven espadachín pero ella quería enfrentar a la bestia por su parte Hato prefería huir pero no pudo convencer a su compañera así que el combate comenzó, Hato tomó una postura de ataque y al escuchar la orden de Takara ambas se lanzaron contra la criatura apenas logró golpear al monstruo pero quién se llevará la gloria fue Kenshi quien lo decapitó.

La criatura se esfumó dejando una extraña canica en el momento de su muerte pero en la cabeza de la Skypiean se pudo escuchar -Si buscas la gloria, huye de la melodía del abismo, o queda atrapado en mi verso, en eterno espejismo. Una regla es simple, canicas has de acumular y en cada despertar, tu bolsa has de soltar-. la cual levantó Takara y noto que tenía una bolsita en su cintura, Hato ya había notado eso desde que llegó pero su compañera no.

-¿Escuchaste eso?- aquella voz la había dejado algo confundida.

Kenshi esperaba que no salieran más criaturas como esas su sonrisa mostraba confianza pero al mismo tiempo no soltaba su katana, Hato hizo girar su Bo después de varias vueltas alrededor de su cuerpo lo acomodo en su espalda, el siguiente paso de la espadachín era salir de allí pero un extraño vórtice se traga a su compañera y a lo lejos se pudo escuchar un disparo que venía hacia las jóvenes.

-Yo me voy- Hato salto había el mismo vórtice que se trago a su amiga esperando que la llevará a otro lugar o mínimo la sacará de este extraño sueño.
#13
Norfeo
El Poeta Insomne
[Imagen: 201826337_4118189811590973_3392689901832...e=66EDD394]


En el corazón de una antigua ciudad, un grupo de cinco pequeños y particulares trabajadores de color amarillo, avanzaban con sus cascos en la cabeza y unos pequeños picos apoyados en sus hombros mientras iban tarareando una canción rítmica que aunque sus palabras eran incomprensibles se diferenciaba un ritmo muy motivado por la labor que estaban por emprender y que resonaba por todas las ruinas. Una vez llegaron al centro de las ruinas, próximos a donde unos combatientes estaban luchando, todos se posicionaron como formando un amplio circulo en las ruinas y dieron una serie de golpes alocados y rápidos con sus picos. Haciendo que el suelo frente a ellos cediera y se volviera poco, de hecho las ruinas débiles y endebles se fracturaron tanto que desde el centro del desprendimiento comenzaron a romperse más allá obligando a los pequeños seres a correr mientras el polvo y el humo de los derrumbamientos se alzaba.

Tras aquello y la sedimentación del polvo, en la ahora reducida a ruinas, se encuentra un lago extraño y desconcertante. Este lago no está lleno de agua común; su superficie parece estar compuesta de un líquido oscuro y reflectante, que distorsiona el cielo y las ruinas que lo rodean. La ciudad alguna vez fue un próspero centro de comercio y civilización, pero ahora solo quedan restos de sus imponentes edificios, derrumbados y cubiertos de vegetación, con una fragilidad que hacia que un infante pudiera derribar una casa. Los pequeños seres que se volvieron a agrupar tras el derrumbe, dejaron un cartel con cuidado al borde del lago, sin clavarlo en el suelo, no fuera a ser que se derrumbara más la zona:

Su eminencia el majestuoso e idílico  Norfeo el Magno,
decreta que cualquier ofrenda que se realice en su nombre será altamente recompensada,
mas su gracia no caerá sobre los soñadores que no dediquen sus plegarias al Poeta Insomne.

El tormento caerá sobre los impuros,
que se tornarán anacoretas en su camino de penitencia y vergüenza,
tras su caída del heroico camino que deambulan.


OFF
#14


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