¿Sabías que…?
... Eiichiro Oda empezó la serie con la idea de terminarla en 5 años, pero se dio cuenta de que en esos 5 años que la trama ni siquiera llegaba al 50%.
[Aventura] [A - T4] Entre las bambalinas del sistema.
Lobo Jackson
Moonwalker
Personaje


Virtudes, Defectos y Atributos a tener en cuenta


Inventario


Lobo Jackson regresó con su pelotón de camaradas revolucionarios a bordo del "The Peace", el mini submarino, tras un velocísimo viaje a bordo del taxi de Stanman que le dejó el pelaje completamente alborotado. El fantástico sumergible, creado por pequeñas y habilidosas manos mapachunas, contaba con un centenar de cachivaches de la más avanzada tecnología que permitían al pelotón revolucionario navegar bajo el agua con total sigilo sin estamparse contra el fondo marino. Un despliegue sin igual de tecnología que el mink no terminaba de comprender, puesto que su aparato favorito era el combo de nevera con congelador.

Aquel cubículo integrado en el casco del batiscafo aprovechaba las heladas temperaturas submarinas para conservar los alimentos y bebidas de la tripulación, que de otra forma se vería forzada a salir a la superficie cada poco tiempo para reponer sus existencias. Pero lo más preciado por los camaradas de la revolución era el enorme espacio reservado para las bebidas espirituosas: decenas de botellas de cerveza dejaban paso a botellas con licores destilados, la auténtica gasolina del Ejército Revolucionario. Un pequeño tesoro que arrancaría lágrimas de cualquier entendido de bares, que con sus movimientos erráticos y sus ojos desenfocados proclamaría con todas sus fuerzas que aquella nevera era un regalo de los dioses.

Tras destapar una cerveza negra con la que refrescar el gaznate, el mink centró su atención en el congelador. En su interior reposaba una caracola de color azul celeste con los bordes cubiertos de escarcha sobre un millar de cubitos de hielo. Se trataba de un dial de frío, un curioso artilugio de origen skypeano que había utilizado en otra ocasión como atrezo durante su duelo musical contra Rizzo "El Bardo", creando una fría niebla para la entrada más dramática y espectacular realizada hasta la fecha.

- ¡Vaya! Está fresquito como culo de pingüino... Eso debe ser que ya está recargado. - Penso el lobo mientras sujetaba la caracola entre sus manos. - No está nada mal el aparatejo... Un momento, ¿qué es eso de color rojo entre los cubitos de hielo? A ver... ¡Anda! Si es un plato de sashimi con una pinta espectacular... ¿Tiene pegada una etiqueta? A ver qué dice... "Propiedad de Ragnheidr Grosdttir"... ¡Ups! ¡Qué pena! Parece que se ha abierto solo, ¿qué se le va a hacer? Tendré que comérmelo porque sería una pena que se echara a perder... -

El mink ya había agarrado un par de palillos y daba cuenta de los deliciosos filetes de pescado aderezados con salsa de soja, acompañados con gambas frescas a las que colocó un poquito de wasabi. Cuando sentía que el picor se apoderaba de sus fauces, el lobo llevaba la botella de cerveza fría al morro y empinaba el codo como un marinero mercante. 

Pero ni siquiera el hambre voraz de un mink lupino era capaz de engullir aquel plato sin detenerse a dedicarle el tiempo y la apreciación que merecían sus sabores, degustando cual sibarita la experta combinación de la salsa de soja con la frescura del pescado. Un plato gourmet que consiguió satisfacer el estómago del lobo bailarín.

- Definitivamente este gigante sabe cocinar. - Pensó el mink mientras se limpiaba los colmillos con un mondadientes. - Espero que se le olviden más sashimis en el congelador.

Con su dial de frío recargado y el estómago lleno, Lobo Jackson terminó de alistarse para salir del sumergible. Se vistió con su fabuloso y llamativo atuendo hecho a medida durante varias noches en vela, en las que buscó crear la combinación perfecta entre protección y estilo, a la que bautizó como "The King's Vanguard Royale". 

A continuación, se colocó el cinturón a juego con múltiples bolsillos de fácil acceso para tener las cosas a mano. En cada bolsillo tenía algo diferente: un pequeño botiquín de primeros auxilios, un frasquito lleno de antídoto contra venenos, las cuerdas de repuesto de su querida guitarra eléctrica, dos paquetitos que contenían sal y pimienta para aderezo de emergencia, además de un rotulador y un bloc de notas para repartir autógrafos.

Por último agarró a "Mae Symphony", su nueva y adorada guitarra, junto con el escudo sobre el que había estado practicando el diseño de su nueva marca y que colocó a su espalda, el "Smooth Defender". Visto desde atrás, el mástil de la guitarra sobresalía del escudo como la empuñadura de una espada.

El aire fresco de Loguetown le dio en el rostro en cuanto asomó por la escotilla, transmitiéndole los aromas de aquella urbe de la que tanto había oído hablar. Salió del sumergible y se aventuró por las calles de la ciudad, observando el vaivén de la gente que iba de aquí para allá sin prestar demasiada atención a sus vecinos, acompañantes y resto de habitantes. Era como si Lobo Jackson fuera uno más del montón a pesar de vestir con más estilo que nadie, una sensación que le resultaba extraña y casi afectaba a su autoestima.

Pero pronto, esa sensación se perdió cuando el aroma a pollo frito asaltó su nariz por sorpresa. Un olor tan atrayente que el mink se dejó llevar hasta un puesto de comida ambulante en el que no tuvo otra opción que detenerse a comprar una ración de aquel manjar, protegido por un envoltorio que, a su vez, estaba en una pequeña cajita hermética. 

- ¡Buah! Tiene una pinta de muerte. - Pensó el mink mientras guardaba el paquetito con el pollo frito dentro de uno de los bolsillos de su cinturón. - Espero que valga la pena lo que me ha costado porque, madre mía, era bien caro el pollico de las narices.

Siguió su camino hacia la plaza del patíbulo hasta que divisó a la camarada Hato en una calle colindante. Hermosa como siempre, la joven navegante que les había salvado de morir hundidos bajo el mar le saludó con cordialidad. 

- ¡Buenos días-gara! Es un lugar opulento, es es cierto-gara, pero eso significa que el público requiere una espectáculo más intenso para llamar su atención-gara. - Dijo con optimismo, guiándole el ojo izquierdo.

Poco después hizo acto de presencia el contacto revolucionario que les esperaba en Loguetown, un joven del que había oído hablar pero con quien no había tenido el placer de intercambiar saludos. - Éste debe de ser Percival, uno de los miembros del grupo que asaltó la presa en Oykot. - Pensó.

- ¡Buenos días para ti también, compañero-gara! - Dijo el mink con decisión renovada. - Me alegro de que todos estemos ya aquí-gara. Ahora, Hato, recuérdanos para qué hemos venido-gara. -

Tanto Lobo Jackson como Perci escucharon con atención la información que exponía su bella camarada. Y aunque el mink había formado parte de esa operación de infiltración en la presa junto a Hato, nunca estaba de más repasar las partes más importantes del plan antes de comenzar la misión. Seguidamente, Perci compartió la información que había recabado sobre Hobbs. 

- Así que la fábrica es una tapadera de blanqueo de dinero-gara... ¿Qué estará ocultando el Gobierno-gara? - Habló en voz baja, tratando de no llamar la atención de los desinteresados transeúntes. - Estoy de acuerdo contigo-gara, debemos aprovechar que no saben que estamos aquí para ir a la fábrica a recabar información-gara. Es mejor evitar a ese tal Hobbs-gara, a no ser que nos lo encontremos por la calle y podamos llevárnoslo de paseo y buenas noches-gara. -

- Pero en cuanto a lo de evitar llamar la atención-gara... - El mink posó entonces con su cuerpo, haciendo que el sol brillase sobre su armadura con cada movimiento y haciendo un pequeño espectáculo de luces similar a una bola de discoteca. - ¡No se puede reprimir este estilazo-gara! -

Comenzó a girar sobre si mismo cual peonza mientras realizaba varias poses de llamativa complejidad frente a sus camaradas revolucionarios. Era una forma particular que tenía para pensar con calma, algo a lo que los miembros de su pelotón ya se habían acostumbrado. No cesó de girar hasta que tomó una decisión, momento en el que posó con un brazo extendido hacia el horizonte y el rostro erguido hacia el cielo, inclinando las rodillas hacia adelante y hacia atrás como un insecto palo con mucha energía.

- ¡Hora de partir-gara! ¡Vamos hacia la fábrica-gara! - Hizo hincapié sobre la orden con dos empujones de su pelvis. - Iremos juntos hasta el edificio y allí determinaremos nuestra forma de actuar-gara, pero propongo que al llegar nos separemos para investigar-gara. - Sacó del bolsillo interno de su atuendo un pequeño caracol de color negro. - No olvidéis que podemos hablar entre nosotros-gara, pero siempre con palabras clave-gara. -

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RE: [A - T4] Entre las bambalinas del sistema. - por Lobo Jackson - 18-11-2024, 06:09 PM

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