Hay rumores sobre…
...un hombre con las alas arrancadas que una vez intentó seducir a un elegante gigante y fue rechazado... ¡Pobrecito!
Brindis a la luz de la Luna [Público]
Galhard
Gal
Tras días de arduo trabajo y entrenamiento, Galhard podía disfrutar de un más que merecido descanso, gozando de unos cuantos días libres. Estos días de libertad eran un bien preciado para él, y planeaba aprovecharlos al máximo para poder relajarse y revitalizarse. Como antiguo miembro de la nobleza del North Blue, tenía un placer culposo al que no podía resistirse: deleitarse con una maravillosa cena en el Baratie, el famoso restaurante flotante. Conociendo la popularidad del lugar y su fama internacional, Galhard había reservado con antelación una mesa en el mirador del restaurante, asegurándose de obtener una vista privilegiada y una experiencia gastronómica inigualable. El contraste de temperatura entre las mesas aclimatadas y el exterior, bañado en pequeños copos de una reluciente nieve blanca, era toda una experiencia sensorial que prometía ser inolvidable.

Al llegar al Baratie, Galhard fue recibido por la atmósfera de lujo y elegancia que caracterizaba al lugar. Los camareros, impecablemente vestidos, lo guiaron a su mesa reservada en el mirador. Al sentarse, encontró una lujosa copa llena de un vino finamente añejado esperando por él. Tomó la copa entre sus manos y, con un gesto pausado, llevó el vino a sus labios. El sabor a roble y los dulces matices de la bebida se deslizaron por su lengua y garganta como un néctar exquisito, evocando recuerdos de los placeres de su pasado noble.

Mientras disfrutaba de su bebida, sus pensamientos comenzaron a vagar. Recordó los pasos y experiencias que había recorrido en su vida desde que decidió formar parte de la Marina. Su sueño de crear un mundo mejor era una tarea ardua y lejana, y aunque sabía que estaba lejos de lograrlo, la idea de que en el horizonte aún no podía dibujarse ninguna huella de su voluntad no lo desalentaba. Al contrario, esa reflexión fortalecía su convicción de esforzarse más y dejar una huella positiva en los mares. Sabía que cada pequeño esfuerzo, cada acción noble, contribuía a su gran objetivo.

La cena no tardó en acompañar la lujosa bebida. Un camarero apareció con una bandeja de plata, presentando una selección de los mejores platos del menú del Baratie. Había un suculento filete de pescado fresco, capturado esa misma mañana, acompañado de verduras de temporada perfectamente cocinadas. Un aroma delicioso llenó el aire, aumentando la anticipación de Galhard.

Mientras degustaba cada bocado, Galhard se permitió un momento de puro placer y satisfacción. La combinación de sabores era exquisita, cada plato preparado con una maestría que solo el Baratie podía ofrecer. La experiencia culinaria era más que una simple cena; era un recordatorio de las cosas buenas de la vida, aquellas que valían la pena luchar para proteger.

Galhard, rodeado del lujo y la belleza del Baratie, con el mar tranquilo extendiéndose más allá del mirador y la nieve cayendo suavemente, se sintió en paz. Era un raro y precioso respiro en su vida de constante lucha y sacrificio. Y en ese momento, renovó su determinación de seguir adelante con su misión. Disfrutar de esos pequeños placeres le daba la fuerza para enfrentar cualquier desafío, sabiendo que, al final del día, su esfuerzo por un mundo mejor era lo que verdaderamente importaba.
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RE: Brindis a la luz de la Luna [Público] - por Galhard - 05-08-2024, 08:02 PM

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