Ragnheidr Grosdttir
Stormbreaker
08-08-2024, 02:41 PM
Dos mujeres guapas estaban a punto de invitarle a comer, hay gente con suerte y luego está Hammond, que se mea en sus caras. — ¿Gustarr la pessca? — Miró hacia la morena, insinuando una afinidad común que bien podría ser explotada en un futuro. Aquel nórdico se pasaba los días pescando ... Para trabajar, para entretenerse, incluso competía en su juventud. — ¡No hablarrr más! — Alzó ambos brazos, chocando contra el techo y atravesando el mismo como si fuera de papel. Una gota de sudor frío le caía por la sien al tiempo que bajaba la vista hacia Airgid. Le encantaría decir que se lo pagaría o que lo repararía con sus propias manos, pero lo cierto es que tenía la cuenta a cero y no era muy manitas con cosas tan ... Chiquitas. Manejar armamento pesado, llevarlo a lugares, cargarlo y etc era otra cosa. Ponerse a reformar una casa de ese tamaño le sería incómodo de narices.
Con presteza, Hammond salió al exterior. Los rayos de sol daban la bienvenida de nuevo al vikingo. Sus músculos brillaban, reflejando la luz. Era casi un espejo de lo que brillaba y eso que no tenía la piel grasa. Dejó caer al suelo la bolsa de metales que portaba. Llegó rápido donde descansaba Rompetomentas la cual sujetó con la diestra. Al pasar por delante del otro tipo, el que hablaba con la rubia, este alucinó. Hammond movilizó alegremente aquel mandoble de más de dos metros.
Movimientos en arco, media luna, estaba ejercitando su cuerpo, lo necesitaba, este se lo pedía. Terminó anclando el arma a su espalda después de ponerse la parte superior de su "armadura". Pues literalmente es lo que era, en el interior de aquel metal no se veía camisa ninguna, tan solo unos calconcillos negros que no se contemplaban a simple vista bajo unos pantaloncitos negros con acabados metálicos también.
—¡Mañana otrrro día serrr! — Esbozó una sonrisa. — ¡Hoy comerrr, comerrr, comeeeeeerrrr! — Decía alegre, avanzando hacia ningúna parte sin esperar a nadie.
Con presteza, Hammond salió al exterior. Los rayos de sol daban la bienvenida de nuevo al vikingo. Sus músculos brillaban, reflejando la luz. Era casi un espejo de lo que brillaba y eso que no tenía la piel grasa. Dejó caer al suelo la bolsa de metales que portaba. Llegó rápido donde descansaba Rompetomentas la cual sujetó con la diestra. Al pasar por delante del otro tipo, el que hablaba con la rubia, este alucinó. Hammond movilizó alegremente aquel mandoble de más de dos metros.
Movimientos en arco, media luna, estaba ejercitando su cuerpo, lo necesitaba, este se lo pedía. Terminó anclando el arma a su espalda después de ponerse la parte superior de su "armadura". Pues literalmente es lo que era, en el interior de aquel metal no se veía camisa ninguna, tan solo unos calconcillos negros que no se contemplaban a simple vista bajo unos pantaloncitos negros con acabados metálicos también.
—¡Mañana otrrro día serrr! — Esbozó una sonrisa. — ¡Hoy comerrr, comerrr, comeeeeeerrrr! — Decía alegre, avanzando hacia ningúna parte sin esperar a nadie.