[Común] Reunion en el North Blue

Quien sabe en qué momento fue que la plática se tornó a qué es lo que habíamos perdido todos en momentos pasados de nuestra vida. Creía que no era un tema demasiado relevante, en especial cuando teníamos que centrarnos en nuestros siguientes pasos como tripulación. Sentía que necesitábamos una victoria de manera urgente para levantarnos el ánimo después de todo lo que había pasado, un simple cofre del tesoro,  una victoria contra un oficial de la marina o incluso algún tipo de encuentro con algún mercenario que creyera que nuestros carteles de recompensas reflejaban el nivel de pelea que le daríamos.

Ver la cicatriz de Panda nunca era agradable, el hecho de que alguien se atreviera a marcarlo de esa manera me hacía hervir la sangre de solo pensarlo, pero no había mucho qué hacer pues no era capaz de ver cómo iríamos a buscar hacerle frente a los dragones celestiales sin ponernos una diana en la cabeza. No, aún tenía que acabar con mi padre y asegurarme de que Dagan estuviera a salvo de las garras del prestamista que seguramente estaría buscándome aun en el East Blue, aunque tal vez con mi nuevo cartel de recompensa y con las noticias de cualquier movimiento que fuéramos a hacer en el North Blue no fuera difícil que mi nueva localización fuera conocida para él, tal vez sería hora de que terminara de contarle todos mis secretos a mis nakamas.

-Pues no veo quien más, Jack es la elección perfecta para un vicecapitán. Es fuerte como un buey… e igual de listo.-  diría burlándome nuevamente de Jack. Estaba buscando las palabras para, después del chiste, explicarle a la tripulación la única cosa que no les había contado pero no encontraba el momento indicado. –¿Un nombre referente a dragones? Nada mal. Pero habrá que pintar una de esas bestias en el submarino o algo por el estilo, ¿no?-  comentaría restándole la importancia al tema del nombre de la tripulación. -Anissa Marr, tiradora de los piratas Ryujin y seguramente la tripulante más importante.- diría, siguiéndole el juego a Jack. Poco después Panda sacó un mapa del mar en el que nos encontrábamos mientras hablaba sobre un rumor que escuchó durante una ruta comercial que había hecho y nuestro capitán parecía estar a bordo. –Está bien, vayamos a esa isla. Tan solo tengamos cuidado en esta ocasión, la última vez que fuimos a una isla con intención de encontrar con un tesoro escondido perdimos a uno de los nuestros, y Panda-kun necesitó de cuidados intensivos durante bastante tiempo.- advertiría a mis compañeros. Dejaría el tema de mi hermano para después, pues todos parecían estar dispuestos a visitar esas catacumbas. –Aunque debo de avisarles que yo no pienso levantar una pala.- seguiría ahora con un tono soberbio mientras tomaba el cuenco de sake que la mesera había dejado frente a mí recientemente. –Bueno, antes de que zarpemos ¿brindamos?- diría mientras tomaba el pequeño cuenco con mis manos y lo pondría frente a mi cara, esperando a que los demás hicieran lo mismo. –Por nuestras venganzas.- diría, ofreciendo una razón para brindar si es que los demás hacían lo mismo.