Asradi
Völva
26-02-2025, 12:34 PM
Pero la respuesta que Asradi obtuvo no provino de la temblorosa Scylla, sino de otra persona. Para cuando se volvió, se encontró con los cansados ojos de su madre. Poco a poco el resto de sirenas comenzaban a recuperar la consciencia y, no solo eso, sino también a vigilar y a rodear a la causante de todo aquello para que no se escabullese. Aunque por las pintas que tenía ahora mismo, no pareciese que lo fuese a hacer relativamente pronto. La pelinegra soltó un suspiro entristecido y de congoja al mismo tiempo. Su mirada regresó al encierro de hielo donde la matriarca yacía mientras escuchaba la explicación. Entonces había sido por esa causa. Indirectamente, había sido en verdad su culpa. La expresión de Asradi se relajó paulatinamente, pero no por ello mermó la tristeza en su corazón.
— No sé si podré... — Murmuró, con un deje de inseguridad.
Aún así, nadó hasta donde el bloque de hielo se encontraba, y puso una mano sobre el mismo. ¿Sería capaz de oírle si cantaba? ¿La reconocería? Y más todavía, ¿sería ella capaz de hacerla reaccionar? ¿De hacerla volver?
Innumerables dudas surcaban su mente, como una marea de emociones incapaz de ser apaciguada de momento. Los recuerdos no tardaron en comenzar a fluir, en rememorar momentos del pasado con ella y en aquel lugar donde, antaño, había sido tan feliz. Y seguía amando ese lugar, aunque tuviese miedo de volver a considerarlo su hogar después de todo lo que había pasado. De todo lo que les había hecho sufrir.
Fue deslizando los dedos siguiendo, de manera táctil, aquella brecha que se había comenzado a formar. ¿Sería suficiente? Tenía que, al menos, intentarlo. Mucho tiempo atrás, la matriarca le había dicho que tenía el don. O a lo mejor solo era el gesto cariñoso de una abuela a su nieta. Asradi se mordisqueó el labio inferior y tomó aire.
Poco a poco su voz comenzó a alzarse por sobre el lugar. Al principio de forma tímida, pero a medida que el sentimiento iba ganando, también lo iba haciendo ese canto que nacía desde sus entrañas, desde su corazón.
Era la canción que, años atrás, la misma matriarca le había enseñado a ella, con mucha paciencia. Un ritual que se transmitía de generación en generación. ¿Qué mejor manera de mostrarle, de hacerle sentir que, efectivamente, ella estaba allí? De inmediato la magia se pudo sentir en los alrededores, la vida volviendo a surgir poco a poco. Los cantos de los ancestros haciendo uniéndose a aquel coro plagado de seidr y de nostalgia. De magia pura.
Y ellas dos, en el centro de todo aquello.
— No sé si podré... — Murmuró, con un deje de inseguridad.
Aún así, nadó hasta donde el bloque de hielo se encontraba, y puso una mano sobre el mismo. ¿Sería capaz de oírle si cantaba? ¿La reconocería? Y más todavía, ¿sería ella capaz de hacerla reaccionar? ¿De hacerla volver?
Innumerables dudas surcaban su mente, como una marea de emociones incapaz de ser apaciguada de momento. Los recuerdos no tardaron en comenzar a fluir, en rememorar momentos del pasado con ella y en aquel lugar donde, antaño, había sido tan feliz. Y seguía amando ese lugar, aunque tuviese miedo de volver a considerarlo su hogar después de todo lo que había pasado. De todo lo que les había hecho sufrir.
Fue deslizando los dedos siguiendo, de manera táctil, aquella brecha que se había comenzado a formar. ¿Sería suficiente? Tenía que, al menos, intentarlo. Mucho tiempo atrás, la matriarca le había dicho que tenía el don. O a lo mejor solo era el gesto cariñoso de una abuela a su nieta. Asradi se mordisqueó el labio inferior y tomó aire.
Poco a poco su voz comenzó a alzarse por sobre el lugar. Al principio de forma tímida, pero a medida que el sentimiento iba ganando, también lo iba haciendo ese canto que nacía desde sus entrañas, desde su corazón.
Vaki
Þat mant
Eru vǫlur allar frá Viðolfi
Vitkar allir frá Vilmeiði
En seiðberendr frá Svarthǫfða
Frá Svarthǫfða
Vaki
Þat mant
Fehu, Uruz, Þurisaz
Ansuz, Raido, Kenaz
Gebo, Wunjo, Hagalaz, Naudiz
Isa, Jera, Heiwaz
Eru vǫlur allar frá Viðolfi
Vitkar allir frá Vilmeiði
En seiðberendr frá Svarthǫfða
Frá Svarthǫfða
Vaki
Þat mant
Ef þu
Fehu, Uruz, Þurisaz
Ansuz, Raido, Kenaz
Gebo, Wunjo, Hagalaz, Naudiz
Isa, Jera, Heiwaz
Perþo, Algiz, Sowilo, Tiwaz
Berkano, Ehwaz
Mannaz, Laguz, Ingwaz, Oþalaz
Dagaz, Fehu
Eru vǫlur allar frá Viðolfi
Vitkar allir frá Vilmeiði
En seiðberendr frá Svarthǫfða
Frá Svarthǫfða.
Era la canción que, años atrás, la misma matriarca le había enseñado a ella, con mucha paciencia. Un ritual que se transmitía de generación en generación. ¿Qué mejor manera de mostrarle, de hacerle sentir que, efectivamente, ella estaba allí? De inmediato la magia se pudo sentir en los alrededores, la vida volviendo a surgir poco a poco. Los cantos de los ancestros haciendo uniéndose a aquel coro plagado de seidr y de nostalgia. De magia pura.
Y ellas dos, en el centro de todo aquello.