Timsy
Timsy
19-08-2024, 02:21 AM
Contemplar a aquella joven de cerca detuvo el tiempo y capturó la escena en una burbuja. Por un instante la sentí familiar, como si ya la conociera de antes. Unos difusos y vagos recuerdos de un lugar lejano, casi de otro universo, un restaurante. En él un niño gordo con aspecto de tiburón y una mujer hermosa, también con aspecto de tiburón. Sentí un agradable hormigueo recorriendo cada una de mis escamas, ascendiéndome desde la base de la columna hasta la base del cráneo, envolviéndolo. Como si un sinfin de hormigas estuvieran desfilando con una sincronía impecable. Tan similar y a la vez tan dispar... Un atisbo de sonrisa se fue a dibujar en mi rostro, cuando las palabras de la joven estallaron la idílica burbuja, sacándome así del ensueño y devolviéndome a la realidad – Por… fa... - repliqué algo irónico. Acompañé las palabras con movimientos de manos, invitándola a terminar la frase. Sabía que tenía la posición dominante, pues no era yo quién estaba encadenado, ni mucho menos tenía nada que limpiar. En cuanto se me antojase dirigiría mis pies por el mismo camino por el que habían venido y me perdería entre el gentío y buena suerte con que alguien más se acercase. Estaba seguro que tan solo yo, por mis particularidades, se sentiría atraído por un azul tan llamativo y únicamente porque me recordaba a seres muy similares y que no mucha gente habría podido ver tan cómodamente – Además, ¿qué gano yo con ayudarte? - añadí esta vez interesado en obtener beneficio de la situación.
Miré con total indiferencia al marine. No sabía porqué, pero no despertaban mi simpatía. Quizás fuera por las palabras y enseñanzas del viejo, que no les tenía en demasiada buena estima, lo cual era curioso, porque yo tampoco le tenía a él y muchas veces solo por fastidiar halagaba sus disgustos. Aunque, a fuer de ser sincero, debía admitir que mi relación con el ciego fue agridulce, pues si bien tan solo me mantuvo por interés propio, de no haber sido por él no habría sobrevivido, ni habría aprendido tantas cosas que me permitían ser el pez que era hoy en día. Volví a dirigir la mirada a la joven. Lo hice con aire burlón y de superioridad, esperando que rogara un poco y reafirmara mi posición. No puedo negar que lo hice con saña por sus malos modales, aunque quizás de tener otros no estaría en aquella situación, así que era la pescadilla que se mordía la cola; un bucle del que era dificil salir. Finalmente miré el graffitti y como los restos de este formaban un charco a los pies de la joven, estando los del marine completamente a salvo de cualquier salpicadura. ¿De verdad eran necesarias las cadenas para limpiar un simple dibujo en la pared? Todavía sin haber hecho amago alguno para tomar la esponja, aguardé las amables palabras de la joven de cabellos tan particulares.
Miré con total indiferencia al marine. No sabía porqué, pero no despertaban mi simpatía. Quizás fuera por las palabras y enseñanzas del viejo, que no les tenía en demasiada buena estima, lo cual era curioso, porque yo tampoco le tenía a él y muchas veces solo por fastidiar halagaba sus disgustos. Aunque, a fuer de ser sincero, debía admitir que mi relación con el ciego fue agridulce, pues si bien tan solo me mantuvo por interés propio, de no haber sido por él no habría sobrevivido, ni habría aprendido tantas cosas que me permitían ser el pez que era hoy en día. Volví a dirigir la mirada a la joven. Lo hice con aire burlón y de superioridad, esperando que rogara un poco y reafirmara mi posición. No puedo negar que lo hice con saña por sus malos modales, aunque quizás de tener otros no estaría en aquella situación, así que era la pescadilla que se mordía la cola; un bucle del que era dificil salir. Finalmente miré el graffitti y como los restos de este formaban un charco a los pies de la joven, estando los del marine completamente a salvo de cualquier salpicadura. ¿De verdad eran necesarias las cadenas para limpiar un simple dibujo en la pared? Todavía sin haber hecho amago alguno para tomar la esponja, aguardé las amables palabras de la joven de cabellos tan particulares.