Gautama D. Lovecraft
El Ascendido
19-08-2024, 12:33 PM
- Limpieza completada: 13/100.
La limpieza del graffiti por parte de su creadora había dado inicio, a regañadientes como era de esperar, pero sabiendo que cuanto antes se pusiera manos a la obra, antes finiquitaría su pago con la marina y antes podría quedar libre, aunque ella no lo viera así, era lo más justo y benevolente que el Sargento Lovecraft había pedido para ella, lejos de cualquier pena mayor.
La joven Jun, con algo de falta de ganas, iría retirando con agua y jabón su obra, gruñendo y clamando en contra de La Marina, entendible al fin y al cabo, dada su naturaleza desbocada y rebelde, pero para su detrimento, ahora tocaba cumplir y asumir aquel acto vandálico. Tenía asumido que los grilletes no le impedirían coartar sus sueños, y parecía que cada vez que estiraba el brazo para borrar una parte del graffiti, estos se definían cada vez más y alargaba su horizonte.
- ¿Con lo de pintar nuevos horizontes en el mar te refieres a que te harás artista? No sé mucho del tema, pero viendo eso que estás limpiando, creo que te vas a tener que esforzar bastante como para poder ganarte la vida con ello, me da que vas a pasar hambre.... Peeero, siempre puedes enderezar tu camino y alistarte aquí, ya sabes... ser una persona con una vida algo más decente y todo eso. -
Gus bromeaba con ironía, haciendo un juego satírico con las expectativas de la joven una vez saliera de la base. Le dedicó también una sonrisa simple, porque evidentemente, si él no se reía de aquel vacile, no lo iba a hacer la pobre peli azul.
- Si quieres, puedo traerte el formulario de inscripción, y empiezas hoy mismo, si te soy sincero, creo que no te quedaría mal el uniforme de recluta -
Dijo, poniendo la guinda final a su mofa. Cuando un tercer actor entró a formar parte de la obra, Gus se fijaría en aquella criatura, que caminaba sobre sus 2 patas y presentaba diferentes tonos sobre su piel que se asemejaban al lecho marino. Aquel tipo era desconocido, o aparentemente obviaba que lo fuera también para Jun, ya que la interacción entre ambos no es que fuera especialmente fraternal desde el primer contacto que tuvieron, evidenciando la falta de un saludo o reconocimiento mutuo. El marine, desde la sombra que lo cobijaba, algunos metros atrás de Jun, cogió su arma y se la colocó al hombro con la ayuda de la correa de cuero que esta tenía, se adelantó hasta la posición de estos y a un par de metros de distancia se dirigió hacia el tipo extraño.
- Buenos días, ¿necesita que le ayude con algo?, esta joven está cumpliendo con su deber, y responsabilizándose de sus actos con esta condena, limpiar esa guarrería... si la va a distraer, le sugiero que siga su camino y no entorpezca la limpieza del muro, a no ser que colabore. -
Gus, dentro de su deber, dio un ultimátum al gyojin que parecía un mero espectador de Jun. El marine no sabía el porqué exacto que lo había traído hasta allí, pero de lo que sí estaba seguro, era que cualquier civil no podía interceder de manera negativa en la condena de un recluso, por lo que, si iba a permanecer un segundo más allí molestando, el marine lo invitaría a salir amablemente.