¿Sabías que…?
... el autor de One Piece, Eichiro Oda, hay semanas en las que apenas duerme 3 horas al día para poder alcanzar la entrega del capitulo a tiempo.
Brindis a la luz de la Luna [Público]
Galhard
Gal
Galhard, sentado en su mesa en el mirador del Baratie, sintió una sutil perturbación en el ambiente, un cambio en la cadencia del bullicio que lo rodeaba. Desde su posición, el mundo se desplegaba ante él como una orquesta sin director, cada individuo una nota en la compleja sinfonía de la vida. Sin embargo, cuando la figura de aquel hombre se acercó, percibió un nuevo compás que se entrelazaba con el suyo.

Había algo en la presencia de este desconocido, en su andar calculado y en la forma en que su voz resonaba con una suave autoridad, que despertó la curiosidad de Galhard. No era la primera vez que alguien intentaba iniciar una conversación en un lugar como el Baratie, pero había una diferencia en este encuentro, una especie de desafío tácito oculto tras la pregunta simple que le hizo: “¿Primera vez en el Baratie?”

Con una calma que rivalizaba con la del océano bajo la luz de la luna, Galhard levantó la vista para encontrarse con los ojos del hombre. En ese breve intercambio visual, pudo percibir la astucia y el intelecto que se escondían tras su sonrisa medida. No era un simple curioso, sino alguien que, como él, había aprendido a observar las sutiles disonancias de la vida.

Galhard permitió que una ligera sonrisa, apenas un gesto, curvase sus labios antes de responder. Su tono era relajado, pero llevaba consigo la firmeza de alguien que había visto el mundo desde perspectivas que pocos podían comprender.

— No, no es mi primera vez — respondió con una leve inclinación de cabeza, su voz cálida y tranquila. — El Baratie es un lugar donde las corrientes de la vida tienden a encontrarse. Es curioso cómo, entre todas estas olas, uno puede encontrarse con almas afines, ¿no es así?—

Dejó que sus palabras se asentaran en el aire por un momento, observando la reacción del hombre. La tensión entre ellos no era hostil, sino más bien como el cruce de dos músicos que se reconocen en la sinfonía de la vida. Ambos sabían que el otro tocaba su propio instrumento, pero también comprendían que sus melodías podrían complementarse si se tocaban con el compás adecuado.

Galhard hizo un gesto hacia la silla frente a él, una invitación tácita para que el hombre se sentara si lo deseaba.

— Pero, ¿qué hay de ti? — preguntó, cambiando el enfoque de la conversación. — Pareces alguien que ha visto más allá de las apariencias, alguien que comprende que en la música de este mundo, las notas más importantes no siempre son las más evidentes. ¿Qué te trae al Baratie esta noche?—
No era una simple pregunta de cortesía, sino una sonda que Galhard lanzaba para medir la profundidad de la persona que tenía frente a él. En el Baratie, como en la vida, siempre había más de lo que se veía a simple vista, y estaba claro que este encuentro no sería la excepción.

En cuanto al mink, Galhard inconscientemente, dada su alergia a los pelajes de los mismos, omitió la pregunta que había dejado en el aire, centrado completamente en el hombre que le estaba hablando.
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RE: Brindis a la luz de la Luna [Público] - por Galhard - 19-08-2024, 04:26 PM

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