¿Sabías que…?
... un concepto de isla Yotsuba está inspirado en los juegos de Pokemon de tercera generación.
Brindis a la luz de la Luna [Público]
Octojin
El terror blanco
Mientras el mink que se había presentado como Lobo Jackson devoraba con entusiasmo, Octojin no se quedaba atrás, disfrutando de los múltiples sabores que el Baratie ofrecía. Se aseguró de probar cada plato que llegaba, desde los más exóticos mariscos hasta los más sencillos bocados de pescado, cada uno cocinado a la perfección. Su tamaño, aunque podía parecer un inconveniente en espacios pequeños, en este caso le servía bien, permitiéndole disfrutar de grandes porciones que saciaban su formidable apetito.

Entre bocado y bocado, Octojin escuchaba con atención la historia de Jackson. La música era un tema que le fascinaba aunque no la practicara él mismo, y la idea de un lobo mink buscando hacerse un nombre en el mundo a través de la alegría y el arte le parecía noble y emocionante. Además, esa alegría con el que el peludo ser hablaba de lo que era su pasión, contagió el espíritu del tiburón, que pasó a olvidar el cansancio. Al menos por el momento.

—¿Y qué tipo de música tocas, Jackson? —preguntó el tiburón con genuino interés, mientras se pasaba una servilleta por la boca, limpiando restos de salsa que habían quedado al borde de sus labios y que estaban a punto de caer sobre la mesa.

La curiosidad recorrió las escamas del gyojin, que empezó a imaginarse multitud de posibilidades ante la respuesta del mink. Incluso hizo un ágil juego de imaginarse al lobo en un concierto para intentar adivinar qué género tocaba. Y tras un par de intentos llegó a la conclusión de que le pegaba más algún subgénero de pop o rock. Quizá estaba muy alejado de la realidad, pero experimentó un sentimiento de alegría al imaginárselo en su cabeza. En cualquier caso, pronto sabría la verdad si el mink accedía a responder si pregunta.

El ambiente en el Baratie se había transformado casi en un espectáculo, con los demás clientes mirando con asombro cómo el par despejaba platos a una velocidad impresionante. Octojin sonrió, satisfecho no solo con la comida, sino también con la compañía que estaba recibiendo. A pesar de las miradas de sorpresa y curiosidad de los otros comensales, se sentía cómodo; la presencia de Jackson aportaba una sensación de camaradería que hacía mucho no experimentaba. Un sentimiento extraño para el escualo, pero uno que sin duda le gustaba.

Mientras el personal del restaurante trabajaba afanosamente para mantener su ritmo, Octojin pensaba en las palabras de Jackson sobre encontrar su propio camino. Era una idea que resonaba con él, especialmente en ese momento de su vida donde estaba empezando a forjar su propio destino en la superficie, lejos del fondo del mar.

—Lobo Jackson, parece que ambos estamos en jornadas para redescubrirnos. Yo también estoy tratando de encontrar mi lugar entre los de la superficie—, compartió Octojin, dando un tono más personal a la conversación. Era raro para él abrirse así, pero algo en la presencia del lobo mink lo hacía sentirse en confianza.

Luego, con un gesto amistoso, llenó de nuevo los platos de ambos con más delicias del mar, preparándose para continuar la conversación, aprendiendo más sobre el mink y compartiendo su propia experiencia de vida. Mientras el festín continuaba, Octojin no solo alimentaba su cuerpo, sino que también nutría su espíritu con la conexión que estaba empezando a formar con su nuevo amigo.
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RE: Brindis a la luz de la Luna [Público] - por Octojin - 03-09-2024, 07:15 PM

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