Lobo Jackson
Moonwalker
08-09-2024, 02:44 AM
El lobo asentía entre bocados, concluyendo con el sorbo especialmente ruidoso de una decena de ostras. Estaba contento de haber comprobado en persona la verdad detrás de aquel dicho popular: no se debe juzgar a un libro por su cubierta. En este caso, la cubierta eran cuatro metros de puro músculo con una hilera de dientes tan afilada como aterradora. Hecho que varios de los comensales no habían tenido el placer de descubrir por el miedo que les infundía el voraz apetito de aquella máquina devoradora de langostas, gambas, percebes y todo tipo de peces que colocaban frente a él. Jackson, quien había logrado igualar su ritmo durante un tiempo por el hambre que se había ensañado con su estómago durante los últimos tres días, se vio forzado a adoptar un ritmo más comedido tras despachar la décima ronda de sardinas asadas.
Se reclinó en la silla, echándose hacia atrás y equilibrándola con las patas para mirar con mayor facilidad al rostro del tiburón, ya que torcer el cuello hacia arriba una y otra vez le estaba fastidiando las cervicales.
- ¿Mi estilo-gara? ¡Oh! Haber empezado por ahí, amigo mío-gara. - Respondió animado. - Estoy tratando de crear mi propio repertorio musical-gara, donde el baile forma clave de la canción como un instrumento más en el conjunto sinfónico que le da vida a la letra-gara. -
Señaló al instrumento que colgaba a su espalda por una correa: una guitarra eléctrica. Se limpió las manos con una gran servilleta de tela para poder sujetarla sin mancharla de salsas y se la enseñó al tiburón.
- ¿Qué te parece-gara? Se llama Beatbreaker y funciona con la energía eléctrica de mi cuerpo-gara. - Dijo orgulloso. - ¿Sabes? Me costaba horrores hacer que funcionara cuando estaba muerto de hambre-gara, pero ahora que he repuesto energías creo que estoy listo para tocarla de nuevo-gara. -
A continuación escuchó a su compañero escualo hablar sobre la búsqueda de uno mismo en un lugar desconocido, algo que el mink comprendía muy bien.
- Yo atrás Zou, mi hogar, para descubrir el mundo-gara, para darme a conocer por los cuatro mares y el Grand Line-gara. Sé muy bien lo que se siente al abandonar todo lo que conoces-gara, sobre todo dejar atrás a tu gente-gara. - Aunque sus palabras pudieran ser tristes, el mink las decía con una seguridad y confianza que irradiaban optimismo. - Apenas habré visto un par de minks en mi viaje-gara, pero estoy seguro de que conoceré todo tipo de gente interesante-gara, como tú. -
Para los demás, es posible que no se trataran de un lobo y un tiburón que acababan con las existencias del Baratie. Pero para ellos, aquel era el comienzo de una bonita amistad.
Se reclinó en la silla, echándose hacia atrás y equilibrándola con las patas para mirar con mayor facilidad al rostro del tiburón, ya que torcer el cuello hacia arriba una y otra vez le estaba fastidiando las cervicales.
- ¿Mi estilo-gara? ¡Oh! Haber empezado por ahí, amigo mío-gara. - Respondió animado. - Estoy tratando de crear mi propio repertorio musical-gara, donde el baile forma clave de la canción como un instrumento más en el conjunto sinfónico que le da vida a la letra-gara. -
Señaló al instrumento que colgaba a su espalda por una correa: una guitarra eléctrica. Se limpió las manos con una gran servilleta de tela para poder sujetarla sin mancharla de salsas y se la enseñó al tiburón.
- ¿Qué te parece-gara? Se llama Beatbreaker y funciona con la energía eléctrica de mi cuerpo-gara. - Dijo orgulloso. - ¿Sabes? Me costaba horrores hacer que funcionara cuando estaba muerto de hambre-gara, pero ahora que he repuesto energías creo que estoy listo para tocarla de nuevo-gara. -
A continuación escuchó a su compañero escualo hablar sobre la búsqueda de uno mismo en un lugar desconocido, algo que el mink comprendía muy bien.
- Yo atrás Zou, mi hogar, para descubrir el mundo-gara, para darme a conocer por los cuatro mares y el Grand Line-gara. Sé muy bien lo que se siente al abandonar todo lo que conoces-gara, sobre todo dejar atrás a tu gente-gara. - Aunque sus palabras pudieran ser tristes, el mink las decía con una seguridad y confianza que irradiaban optimismo. - Apenas habré visto un par de minks en mi viaje-gara, pero estoy seguro de que conoceré todo tipo de gente interesante-gara, como tú. -
Para los demás, es posible que no se trataran de un lobo y un tiburón que acababan con las existencias del Baratie. Pero para ellos, aquel era el comienzo de una bonita amistad.