Timsy
Timsy
09-09-2024, 09:13 AM
Tomé con la mano derecha el cepillo - ¡Uala! ¡Muchas gracias! – dije viendo el cepillo impoluto que me acababa de dar Erny. El cepillo parecía estar por estrenar a juzgar por su aspecto casi perfecto. Regresé con Jun, pues así había dicho llamarse la joven de cabellos azul eléctrico, ufano como un niño con un juguete nuevo. A fuer de ser sinceros, aquello era casi cierto, y aunque no era exactamente cierto, sentía ese extraño orgullo que tienen los infantes, y adultos, cuando saben que van a estrenar algo.
No tardé en regresar, ya de mejor humor y algo más relajado con la joven. A pesar de nuestro tenso inicio, su sonrisa genuina al presentarse parecía haber marcado un punto de inflexión en nuestra relación - ¿Y como es que has acabado aquí? – la pregunta era algo estúpida, habidas cuentas estábamos limpiando el motivo por el cual estaba presa – Quiero decir, si pudiste entrar a pintar esto, deberías haber podido salir, ¿no? – ahora sí. La intención era conocer la historia más reciente de la joven y amenizar de alguna forma nuestra labor. Por algo había que comenzar.
Miré a Jun con suspicacia y desconfianza de nuevo. ¿Me la estaba intentando jugar de nuevo? ¿Por qué tendría que subir yo? Dejé que el agua jabonosa, y a estas alturas ya sucia, goteara de mis manos hasta el cubo y suelo. Sostenía el cepillo nuevo en el aire, conteniendo sus ansias de librar el muro de la base de aquel esperpento de graffiti. Podía notarlo, casi como si tuviera voluntad propia. Sin embargo, pronto me di cuenta que dónde yo veía una trampa, tan solo había una respuesta lógica. Jun pesaba más, por lo que sería más costoso mantenerla con el arnés. Del mismo modo, las cadenas también complicarían el asunto – Está bien. Subiré a limpiar. ¡Terminemos esto cuanto antes y vayamos a comer, que estás hambrienta! – y por primera vez le guiñé un ojo con complicidad.
No tardé en regresar, ya de mejor humor y algo más relajado con la joven. A pesar de nuestro tenso inicio, su sonrisa genuina al presentarse parecía haber marcado un punto de inflexión en nuestra relación - ¿Y como es que has acabado aquí? – la pregunta era algo estúpida, habidas cuentas estábamos limpiando el motivo por el cual estaba presa – Quiero decir, si pudiste entrar a pintar esto, deberías haber podido salir, ¿no? – ahora sí. La intención era conocer la historia más reciente de la joven y amenizar de alguna forma nuestra labor. Por algo había que comenzar.
Miré a Jun con suspicacia y desconfianza de nuevo. ¿Me la estaba intentando jugar de nuevo? ¿Por qué tendría que subir yo? Dejé que el agua jabonosa, y a estas alturas ya sucia, goteara de mis manos hasta el cubo y suelo. Sostenía el cepillo nuevo en el aire, conteniendo sus ansias de librar el muro de la base de aquel esperpento de graffiti. Podía notarlo, casi como si tuviera voluntad propia. Sin embargo, pronto me di cuenta que dónde yo veía una trampa, tan solo había una respuesta lógica. Jun pesaba más, por lo que sería más costoso mantenerla con el arnés. Del mismo modo, las cadenas también complicarían el asunto – Está bien. Subiré a limpiar. ¡Terminemos esto cuanto antes y vayamos a comer, que estás hambrienta! – y por primera vez le guiñé un ojo con complicidad.