Marvolath
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16-09-2024, 01:38 PM
(Última modificación: 16-09-2024, 10:10 PM por Marvolath.
Razón: Personaje, Inventario, y Resumen. Ligero cambio para adaptar mejor al post de Dharkel
)
"Es mamá", "Está enferma", "Por favor, ayúdela señor doctor" consiguió distinguir entre balbuceos y gemidos. No parecían de la clase de pacientes que pagan, pero no podía desoír esa llamada. Grave error, para variar. Los niños le guiaron a toda prisa a través por la ciudad, y para cuando se dio cuenta ya estaba en Gray Terminal. Eso explicaba mucho. Continuaron la carrera a través de un laberinto de chatarra y escombros, que los niños parecían conocer como las cicatrices de sus manos. Marvolath, en cambio, pronto perdió toda noción de la orientación y se limitó a seguirles para no acabar más perdido aún.
Tan centrado estaba que no vio venir la emboscada: llegó al interior de alguna construcción en ruinas, apenas iluminada por los rayos de luz que se colaban entre las grietas del techo y paredes. Uno de estos rayos destelleó en las hojas de los dos adultos que se acercaban a él, y unas risas le advirtieron de que otros le cerraban el paso. No dijeron nada, pero tampoco hacía falta. ¿Sólo 3? Parece que no era el único que había cometido un grave error esa mañana.
- Se les notifica que un intento de agresión supondrá una suspensión temporal de los servicios médicos, y no se garantiza la seguridad de los implicados. Cualquier daño, lesión, o desmembramiento será tratado en la medida de las posibilidades de forma no opcional ni gratuita. - anunció en alta voz, con voz monótona y aburrida, como si recitara un discurso.
Por supuesto, no hicieron caso. Pero no serían los primeros matones que subestiman a alguien pequeño. Atacó sin vacilar, golpeando con el pomo de su bastón en el plexo solar del primero, cortando su respiración; y en la rodilla del segundo, fracturándola y derribándolo. Se giró con rapidez para enfrentar a los que le cortaban el paso. ¿Niños? No, pero casi.
Una puñalada le hizo un corte en el hombro, y una segunda le habría perforado el vientre de no haberla desviado. Aprovechó la pérdida de equilibrio de su rival para agarrarlo por la muñeca y retorcerla. El joven gritó de dolor, y el otro, asustado, dejó caer su puñal y huyó.
- Tsk - Chasqueó la lengua con disgusto al ver el corte en la chaqueta - ¿Sabes lo que cuesta arreglar algo así?
Sacó de su bolsillo una bolsita, la sopesó unos instantes, y con un largo suspiro se la puso al joven en la mano antes de soltarlo y comenzar a entablillar la rodilla del bandido, y de paso rebuscar en sus bolsillos en un vano intento de conseguir un pago.
- Estás siguiendo un camino que sólo puede acabar mal, pero estás a tiempo de rectificar. Y si no... al menos júntate con algo mejor que estos muertos de hambre.