Dharkel
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17-09-2024, 09:09 PM
Sonrió al creer que había comprendido la situación. Una vez más, las apariencias y los prejuicios le habían vuelto a traicionar. Con un renovado razonamiento, Dharkel creyó que aquel kobito era el típico justiciero que había tenido una buena racha y se había envalentonado lo suficiente como para, en contra del buen juicio, internarse en Gray Terminal. Pensó también que quizás estaba remendando a aquel par de desgraciados a los que había golpeado para cobrar algún tipo de recompensa, pero tenían pinta de matones sin mucha importancia.
En condiciones normales Dharkel hubiese aceptado el trato de llevarse las pertenencias de los dos matones. Un saqueo justo para un esfuerzo inexistente. Los insultos a su educación e inteligencia los ignoró por completo. No podía vivir en sus precarias condiciones sin recibir unos cuantos agravios hacia su persona de forma diaria. El hecho de salir herido tampoco le entusiasmaba, pero si estaba en lo cierto, aquel encuentro tendría dos finales ventajosos para él: El primero, derrotar al kobito que estaba frente a él y hacerse con las pertenencias de tres personas, aumentando así su botín y sus probabilidades de tener una comida caliente. El segundo, ser derrotado y remendado por aquel extraño ser, en cuyo caso probablemente obtuviese drogas gratis y, al estar incapacitado se ahorraría unas cuantas monedas en vino.
- Tienes agallas, te lo reconozco. – Tiró los restos de la botella rota a un lado y desenfundó la katana. – Es una pena, parecías ser alguien razonable.
Echó un último vistazo rápido a sus alrededores. Aquellas ruinas lejos de ser una casa, constaban de tres paredes, un techo medio derruido por el que se colaba el sol y grietas de diferentes tamaños por donde poder escabullirse si las cosas se torcían demasiado. Sin ni si quiera molestarse en saber el nombre de su potencial víctima, dio un paso al frente situando la punta del arma entre ambos e impulsándose hacia su enemigo.