Jack D. Agnis
Golden Eyes
07-10-2024, 12:26 AM
(Última modificación: 25-10-2024, 05:44 PM por Jack D. Agnis.)
5 de verano del 724 - 10 de la mañana
Desde que la tripulación se había armado, jamas habíamos decidido con King quien era el capitán de aquella banda de piratas, y si bien yo lo había llamado Capitán en su momento, esto había sido mas simbólico que otra cosa.
Si bien King se había tomado el atrevimiento de ponerle el nombre y la Jolly roger, yo era el dueño del barco en el cual aquellas bestias se movían, y a decir verdad, ponerle el nombre o inventar una bandera lo hacia cualquiera, pero crear un barco con el cual trasladarnos, era algo puntual de mi.
Aquello me había quedado en el tintero hacia ya tiempo, pero jamas lo había planteado porque pensé que era demasiado trabajo ser capitán, pero tan solo verlo no hacer nada y dejar que los demás nos encargáramos de las cosas como nuestra supervivencia o nuestra movilidad, me daba a entender que ser capitán no era mas que vivir descansando sin hacer nada productivo para el bien de la tripulación, ademas de decidir donde ir o quedarse con la mayor de las ganancias. Porque todos sabíamos que King era quien mas dinero tenia de todos nosotros.
Con aquello en mente, decidí continuar mi camino hacia los bosques de aquella isla, donde sabia que King sabia entrenar desde que había quemado parte del aquel bosque no hacia mucho tiempo atras.
Caminé tranquilo por aquel camino, asegurándome que nadie me siguiera. No es que me interesara que alguien lo hiciera, pero no quería que alguno de la tripulación me siguiera y viera como su supuesto capitán había perdido ante mi espada.
“Veremos si realmente estés hecho para ser mi capitán” pensé divertido, mientras me giraba ligeramente para ver sobre mi hombro, para luego continuar rápidamente por aquel camino, el cual llevaba directamente hacia el Bosque de Saluace en la isla Dawn, isla que ya me había hartado de ver.
Si llegaba a ganarle, le ordenaría que nos fuéramos de inmediato de aquella isla para seguir avanzando en nuestras aventuras, porque mi sueño era llegar al Grand Line y como íbamos, me volvería viejo antes de que siquiera pudiera abandonar el east blue.
Tras llegar a la entrada de aquel bosque oí los sonidos de alguien golpeando. Supuse que seria King, era un mink salvaje que usaba sus puños en vez de usar un arma.
“Mitad humano y mitad salvaje” pensé divertido, mientras me movía entre medio de los arboles, hasta que encontré un enorme árbol y un conejo en su base, golpeando su enorme y duro tallo.
Las marcas de los puños no me sorprendían. Su fuerza era grande y era normal que pudiera hacer eso a un árbol tan grande.
-¿No te hartas de golpear arboles? Eso no te ayudará en nada a mejorar en tus habilidades como combatiente. Un árbol no se mueve y tampoco te devolverá un golpe, a diferencia de alguien como yo, que con un solo movimiento puede herirte de muerte- dije divertido y sonriente, mientras miraba el daño que le había causado a la madera de aquel árbol.
-Por cierto, nosotros tenemos una cosa pendiente. Desde que se ha conformado esta tripulación, tu te has hecho llamar “Capitán” y has estado dando ordenes a diestra y siniestra, y si bien en nuestro pacto yo te llamé capitán, veo que serlo, te trae mas beneficios que nunca. Y a decir verdad no creo que tengas la capacidad de serlo. Es mas, creo que yo seria mejor capitán que tu… Asique te propongo una cosa, para que yo pueda respetarte y comenzar a llamarte Capitán como debe ser. - exclamé, mientras lo miraba con malicia.
-Tengamos un enfrentamiento. Si tu me ganas, no diré nada y seguiré como si nada, obedeciendo tus ordenes. Pero si yo gano, el titulo de capitán pasará a ser mio ¿Que dices?- pregunté sonriente.
-Si no aceptas. Tomaré mi barco y me largaré de aquí. Quienes decidan seguirme, me los llevaré- amenacé.
Desde que la tripulación se había armado, jamas habíamos decidido con King quien era el capitán de aquella banda de piratas, y si bien yo lo había llamado Capitán en su momento, esto había sido mas simbólico que otra cosa.
Si bien King se había tomado el atrevimiento de ponerle el nombre y la Jolly roger, yo era el dueño del barco en el cual aquellas bestias se movían, y a decir verdad, ponerle el nombre o inventar una bandera lo hacia cualquiera, pero crear un barco con el cual trasladarnos, era algo puntual de mi.
Aquello me había quedado en el tintero hacia ya tiempo, pero jamas lo había planteado porque pensé que era demasiado trabajo ser capitán, pero tan solo verlo no hacer nada y dejar que los demás nos encargáramos de las cosas como nuestra supervivencia o nuestra movilidad, me daba a entender que ser capitán no era mas que vivir descansando sin hacer nada productivo para el bien de la tripulación, ademas de decidir donde ir o quedarse con la mayor de las ganancias. Porque todos sabíamos que King era quien mas dinero tenia de todos nosotros.
Con aquello en mente, decidí continuar mi camino hacia los bosques de aquella isla, donde sabia que King sabia entrenar desde que había quemado parte del aquel bosque no hacia mucho tiempo atras.
Caminé tranquilo por aquel camino, asegurándome que nadie me siguiera. No es que me interesara que alguien lo hiciera, pero no quería que alguno de la tripulación me siguiera y viera como su supuesto capitán había perdido ante mi espada.
“Veremos si realmente estés hecho para ser mi capitán” pensé divertido, mientras me giraba ligeramente para ver sobre mi hombro, para luego continuar rápidamente por aquel camino, el cual llevaba directamente hacia el Bosque de Saluace en la isla Dawn, isla que ya me había hartado de ver.
Si llegaba a ganarle, le ordenaría que nos fuéramos de inmediato de aquella isla para seguir avanzando en nuestras aventuras, porque mi sueño era llegar al Grand Line y como íbamos, me volvería viejo antes de que siquiera pudiera abandonar el east blue.
Tras llegar a la entrada de aquel bosque oí los sonidos de alguien golpeando. Supuse que seria King, era un mink salvaje que usaba sus puños en vez de usar un arma.
“Mitad humano y mitad salvaje” pensé divertido, mientras me movía entre medio de los arboles, hasta que encontré un enorme árbol y un conejo en su base, golpeando su enorme y duro tallo.
Las marcas de los puños no me sorprendían. Su fuerza era grande y era normal que pudiera hacer eso a un árbol tan grande.
-¿No te hartas de golpear arboles? Eso no te ayudará en nada a mejorar en tus habilidades como combatiente. Un árbol no se mueve y tampoco te devolverá un golpe, a diferencia de alguien como yo, que con un solo movimiento puede herirte de muerte- dije divertido y sonriente, mientras miraba el daño que le había causado a la madera de aquel árbol.
-Por cierto, nosotros tenemos una cosa pendiente. Desde que se ha conformado esta tripulación, tu te has hecho llamar “Capitán” y has estado dando ordenes a diestra y siniestra, y si bien en nuestro pacto yo te llamé capitán, veo que serlo, te trae mas beneficios que nunca. Y a decir verdad no creo que tengas la capacidad de serlo. Es mas, creo que yo seria mejor capitán que tu… Asique te propongo una cosa, para que yo pueda respetarte y comenzar a llamarte Capitán como debe ser. - exclamé, mientras lo miraba con malicia.
-Tengamos un enfrentamiento. Si tu me ganas, no diré nada y seguiré como si nada, obedeciendo tus ordenes. Pero si yo gano, el titulo de capitán pasará a ser mio ¿Que dices?- pregunté sonriente.
-Si no aceptas. Tomaré mi barco y me largaré de aquí. Quienes decidan seguirme, me los llevaré- amenacé.