¿Sabías que…?
... existe una tribu Lunarian en una isla del East Blue.
[Común] [P - Entrenamiento] Matarreyes... ¿marinos?
Umibozu
El Naufragio
La joven rubia… ¿qué edad tendría? Parecía ser joven para la raza humana. O al menos conservarse increíblemente bien si no lo era. No tenía ni idea de cuanto vivían los humanos, ni en qué momento se les consideraba adultos. Era algo que tendría que preguntar en alguna conversación algo más distendida. La joven rubia estaba tumbada sobre una tumbona en la cubierta de La Alborada. Estaba dejando que su piel se tostara bajo el cálido abrazo solar. Como pez, aquello me resultaba curioso, pues nuestras escamas no cambiaban de color por más que nos diera el sol. Los humanos eran una raza muy peculiar, debía admitir. Como fuera, aquel pequeño grupo de seres dispares empezaba a hacerme sentir a gusto. De alguna manera la intensidad de todo y la naturalidad y espontaneidad que había ido forjando el vínculo entre nosotros me hacía considerarlos casi mi familia. Más parecíamos un circo que un grupo, pero quizás ahí residía la grandiosidad de nuestro grupo. Todos unidos por la misma corriente y, a la vez, todos diferentes. Si tan solo estuviera Timsy…

La chica imán pareció entusiasmada con mi propuesta. La verdad es que al verla ahí tumbada tomando el sol no tenía la seguridad de que fuera a aceptar. Mi sorpresa fue evidente - ¡Claro-lurk! – la observé salir corriendo a por sus armas. Supuse que iría a por el kanabo que había conseguido en Oykot, sin embargo cual no fue mi sorpresa al verla aparecer con un arsenal de artillería pesada - ¡Oe! – una enoooorme y goooorda gota de sudor frío brotó en la sien derecha. Las membranas de mi cuello comenzaron a expandirse y contraerse violentamente, como velas de barco furiosas. Aquello me daba un aspecto mucho más intimidante, si cabía, pero el motivo de aquel comportamiento no podía estar más alejado de la realidad. ¿Dónde me acababa de meter? A decir verdad, ese tipo de armas le pegaba muchísimo más que el kanabo, aunque tampoco es que le quedase nada mal semejante cantidad de hierro apoyada en el hombro o arrastrada a su lado sirviéndole de apoyo en el lado cojo. Fingiendo una inseguridad que no terminaba de sentir adelanté las manos y las agité como negando. Unos instantes después cesé el movimiento, me encogí de hombros y cambié a una expresión confiada con una sonrisa en el rostro. El teatro había terminado. Y entonces se me ocurrió la idea - ¡Eh, Airgid-lurk! Si te gano, ¿responderás a una pregunta? – en efecto, aprovecharía para preguntarle su edad y, de paso, cuando vivían los humanos y todas las demás dudas que me surgieran.

Dejé que la joven retrocediera, ganando así la distancia necesaria para que se sintiera cómoda para el combate. Mi brazo tenía un alcance de doce metros, distancia considerable a tener en cuenta. Más aún si teníamos en cuenta que mi cabeza quedaba algo por encima de la altura de la cubierta, dejando el resto del cuerpo sumergido bajo la superficie. Ambos estaríamos a la misma altura, más o menos, dejando únicamente por encima de la superficie del mar mis brazos, parte del torso y cabeza. La situación era muy similar a la que tuve con Tofun cuando lo conocí y casi devoro. Recordar aquello me hizo soltar un pequeño bufido en una sonrisa. Si quería evitar hundir el barco tendría que llevar cuidado. O mejor, directamente no golpearlo. Un movimiento mal calculado fruto de la emoción del combate y tendría que presentar al grupo de revolucionarios a mis congéneres. Así pues tan solo me quedaba defenderme. Esa era mi especialidad. Pero antes, probaríamos de qué pasta estaba hecha la chica chatarra.

Sin darle ningún aviso, fruncí el ceño, endureciendo la mirada ya clavada en ella. Aquello liberaría una onda invisible que trataría de intimidarla y golpearla físicamente. Medir su valía y fortaleza y serviría como inicio para nuestro combate. Aquel impacto también provocaría que la joven retrocediera si no tenía la suficiente entereza, lo cual sería un problema teniendo en cuenta sus problemas de apoyo y la inestabilidad del barco, la cual me encargaría de aumentar durante todo el combate. Por el momento parecía haberse estabilizado al haberse calmado las olas de mi zambullida, pero eso pronto cambiaría. Por el momento vería como recibía la joven el golpe y como reaccionaba, después… improvisaría.
Resumen

VyD

Inventario

Técnicas y aclaraciones

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#3


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RE: [P - Entrenamiento] Matarreyes... ¿marinos? - por Umibozu - 11-11-2024, 04:20 AM

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