Hay rumores sobre…
...un hombre con las alas arrancadas que una vez intentó seducir a un elegante gigante y fue rechazado... ¡Pobrecito!
Pirateando [Aventura - Tier 2]
Qazan
Qazan
Todo el teatro del puerto parecía no haber tenido consecuencias, seguramente no hubieses guardias cerca, esperemos que el pescador supiese nadar porque vaya empujón le había metido Gretta para sacarlo por el borde, seguro que algún amigo suyo pescador lo podría sacar del agua sin mucho apuro, tampoco nos interesaba ni si seguía respirando. Es más... Lo mejor que le podría pasar era haberse dado un mal golpe y desfallecer, mucho mejor que quedarse en silla de ruedas.

Había salido corriendo detrás del que se dirigía a la taberna, conseguí seguirle el ritmo hasta que se adentró en aquella gigantesca taberna, la verdad es que el tamaño me asombró, no todos los días se veían edificios de ese tamaño donde tanto mi puerca amiga como yo pudiésemos entrar sin destrozar la mitad de la estructura. "La nana de los mares" eh. Tenía un nombre muy bonito la gigantesca taberna, es más, de hecho y pensándolo bien... ¿Para qué harían tan grande una taberna? Es decir... La gran mayoría de habitantes de la isla y de este mar eran gente más bien menuda, yo ya era considerado todo un portento y un gigante para la mayoría... ¿Quién necesitaría una entrada así? Aparte de Gretta claro está. ¿Quién podría estar esperándonos dentro? El tamaño del edificio me causaba mucho recelo y me hacía sospechar de que seguramente ahí dentro estuviesen amigos de aquel demacrado con capucha. Sea como fuere no iba a darme media vuelta ahora.

—¿Viamos dientro no? Yo agarro y tú sacas información, si pone tonto, ¿partimos hueso, ah?—. Gretta al final había optado por venir conmigo, supongo que se le habría presentado el mismo problema que a mi... Lugares estrechos que no estaban preparados para nosotros. Gretta lo tenía claro y yo también, preparado para lo que pudiese aguardarnos dentro entré justo detrás suya. -Vamos a sacarle hasta el último aliento-. Le dije a mi buena amiga mientras cruzábamos juntos el umbral del gigantesco portón. Estaba preparado para enzarzarme a palos y tirar a bajo el edificio si la cosa se complicaba demasiado, un buen golpe contra la viga de madera más endeble del techo y a tomar por saco todo.

La cerda siempre me daba mucha seguridad, era ese tipo de persona a la que siempre quieres tener cerca, tanto por amistad y afinidad como por complicidad a la hora de meternos en problemas, los dos teníamos muy presente que entrar ahí era meterse de pleno en la boca del lobo, pero ¿A quién no le gusta una buena pelea de bar matutina? Es más, tenía ganas de alguna bronca del estilo, hacia ya algún tiempo que no me metía en follones, si no recuerdo mal la ultima vez fue precisamente en aquella piscina de barro junto con Juuken y Gretta, aunque aquello tampoco se puede considerar pelea.
#11
Shiro
Ninguno
Tras su conversación con Gretta, el espadachín se marchó de la escena en busca del encapuchado todo lo rápido que pudo mientras aseguraba que sus cosas se encontraban todas en su sitio. El peliblanco tenía una capacidad sobrehumana para acabar perdido allá por donde fuese, por lo que no tenía tiempo que perder allí si quería que todo el numerito de la daimink sirviera de algo. Además, tenía que aprovechar que esta se quedaba con Qazan para poder avanzar velozmente en pos de él, ya que como el muchacho había intuido, esta aseguró que no entraría por la calleja mientras se despedía de una manera demasiado cariñosa para gusto del cocinero. Simplemente aterrador.

Shiro no tardó en alcanzar el callejón y, para su desgracia, se encontró con que el tipo no se encontraba a simple vista. El peliblanco no comprendía como este había sido lo suficientemente rápido como para salir por el otro extremo sin que llegase a verlo siquiera. Quizás no fuese tan rápido como su capitán, pero tampoco tenía la agilidad de Gretta como para que se le hubiese escapado de esta manera.

- ¿Dónde te has metido? - se preguntó el joven mirando a su alrededor en busca de alguna pista que lo ayudara. Entonces un ruido a sus espaldas respondió a su pregunta, haciendo que la sorpresa y alerta tensara el cuerpo del espadachín a modo de respuesta, girándose hacia el sonido mientras se preparaba para lo que viniese.

Al levantar la cabeza, Shiro vio como el encapuchado que había estado persiguiendo apareció desde uno de los tejados colindantes dispuesto a pararle los pies. Con un ligero movimiento de brazo lanzó al peliblanco dos proyectiles que este no se paró en fijarse de que se trataban. El peliblanco era más que consciente de que un mínimo despiste e indecisión podían llevar a la muerte a cualquiera durante una pelea. Lo había visto demasiado de cerca como para olvidarlo, por lo que el muchacho no dudó. Desenfundó hábilmente una de sus espadas y se defendió ante los proyectiles que se dirigían hacia él, desviando la trayectoria de los mismos con una sucesión de rápidos movimientos de katana, haciendo que estos salieran despedidos hacia los lados al golpear contra la hoja de su espada.

Shiro sabía que no podía perder el tiempo dada la agilidad que estaba mostrando el encapuchado. Si lo dejaba coger distancia no sabía si podría volver a alcanzarlo de nuevo, así que sin dudar un segundo, tras su defensa se giró, haciendo alarde de destreza, desenvainó su segunda espada mientras observaba atentamente como el tipo encapuchado finalizaba su acrobacia dispuesto a huir.

- Y una mierda - pensó el espadachín mientras cruzaba los brazos un instante, alzando ambas armas en forma de cruz, concentrando toda la potencia de su ataque en el siguiente corte mientras un aura amenazadora recubrió su cuerpo. - ¡Oni Giri! - gritó el espadachín justo en el momento en el que se abalanzaba a máxima velocidad hacia las espaldas del huidizo tipo, dirigiendo su corte hacia la pierna izquierda en busca de incapacitar la extremidad y que así ya no pudiese correr más. - Ya puede valer millones ese tesoro - pensó mientras se acercaba a su enemigo.

El peliblanco confiaba que con la potente velocidad de su técnica hubiese podido alcanzarlo para así poder interrogarlo sobre lo que había oído Gretta, pero si la ofensiva no llegaba a buen puerto, seguiría metiendo presión al encapuchado aprovechando el alcance proporcionado por el ataque que acaba de hacer.

Cosas
#12
Ray
Kuroi Ya
Qazan y Gretta, vuestra entrada en la taberna no pasa desapercibida. Ver a dos seres de vuestro tamaño no es habitual ni mucho menos por estos lares, y sentís que todos los ojos que hay en el establecimiento están pegados en vosotros. Los parroquianos y empleados por igual os miran con una mezcla de curiosidad, miedo y hasta, el algún caso, lo que parece incluso excitación. A vuestro alrededor podéis ver un local muy amplio con suelo, paredes y techo de madera y con multitud de mesas de diferentes tamaños dispuestas a lo largo y ancho de toda su extensión. Toda clase de gente se encuentra allí reunida. Sentados en sus respectivas mesas o en la larga barra de madera, aunque han interrumpido sus actividades para fijar su mirada en vosotros, parecían estar comiendo y bebiendo en su gran mayoría hasta hace unos segundos.

Una de las múltiples personas que os mira es, de hecho, el hombre al que habéis venido a buscar. Se encuentra de pie ante la barra, probablemente porque tenía intención de pedir algo cuando habéis hecho vuestra aparición y habéis interrumpido por completo la actividad del bar. En sus ojos puede verse una chispa de algo que no queda muy claro qué es, pero si sois observadores podréis daros cuenta de que en concreto tiene la mirada fija en Gretta, a quien recorre de arriba abajo sin cesar. Es difícil saber si lo hace con lujuria o con gula, pero lo que está claro es que la pirata ha despertado alguna clase de deseo en ese hombre.


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Shiro, a duras penas ya que tus reflejos casi no son suficientes para ello, pero tu bloqueo consigue detener por completo los cuchillos lanzados por tu oponente. Este echa a correr en su intento de huir de ti, pero haces gala de tu gran velocidad y tu brusco acelerón consigue recortar la suficiente distancia para golpearle en el muslo de su pierna izquierda como pretendías. Sientes cómo tus espadas penetran en su piel y cortan la carne como si de mantequilla se tratase hasta chocar con el hueso, que a duras penas logra resistir tu poderoso envite.

El hombre cae al suelo con un grito ahogado y comienza a arrastrarse por el suelo con ayuda de sus brazos hasta quedar apoyado contra la pared. Está perdiendo mucha sangre y da la sensación de que su pierna izquierda pende apenas de un hilo, casi rebanada por completo por tu ataque. Está sudoroso y jadea, pero con palabras entrecortadas por su agitada respiración es capaz de preguntarte:

- ¿Quién eres? ¿Por qué me estabas siguiendo? No sé qué quieres de mí, pero lamento decirte que sea lo que sea seguramente no pueda ayudarte, no soy más que un don nadie.

No hace falta fijarse mucho para darse cuenta de que está cerca de quedarse inconsciente, así que si quieres preguntarle algo no creo que puedas andarte con muchos rodeos.

Off
#13
Gretta
La Devoramundos
—Vamos a sacarle hasta el último aliento —le dijo Qazan a Gretta, y ella lo miró y asintió sonriendo. Había logrado compartir gustos con muy pocas personas a lo largo de su vida, y desde que conoció a Qazan hace un año, siempre que podían la liaban juntos. A Gretta no le gustaba mucho el contacto de la gente, pero con él estaba cómoda y sabía que lo que pasase cuando entrase en esa taberna, no iba a acabar mal para ellos dos, así que abrió con firmeza la puerta.

Gretta se quedó quieta tras cruzar la entrada de la taberna. Todo se había detenido cuando entraron Qazan y ella, como si se hubiese parado el tiempo. Había mucha gente y todos los miraban; era como cuando se asomaba un pájaro a su nido para dar de comer a sus polluelos, y ellos piaban como descosidos pidiendo la comida, pues aquí había decenas de caras pidiéndole que les diese de ostias. Entre tantos pares de ojos le costaba encontrar al hombre que buscaba; era muy difícil fijarse en alguien si todos estaban fijándose en ella.
 
—¿NO HABÉIS VISTO NIUNCA MUJERRR? Dejad de mirar o rompo coliumna eh —soltó Gretta, mientras acompañaba las últimas palabras con un gesto de las manos como si rompiese algo imaginario.
 
Cuando terminó de hablar, muchas miradas se apartaron. Aún quedaban algunas, pero una en particular seguía mirándola de una manera extraña. "¿Qué hace ese? ¿Me acaba de guiñar el ojo? ¡Ostia!, es el hombre que buscamos, y… y parece que le gusto, sisi, me mira como miro yo a la comida que hace Shiro, o como miro yo a Shiro cuando me trae comida, o como yo miro a Shiro porque me recuerda a la comida que hace… mmm, que hambre, espera, este quiere algo y yo quiero algo de él…, pero es que no es muy guapo, no, que pena… , bueno, si algo se ha aprendido en esta vida es que nunca hay que decir nunca", estuvo pensando Gretta un momento. La verdad es que le pasaba muy pocas veces que alguien la mirase así y decidió no cerrar puertas.
 
Gretta miró a Qazan y se agachó para decirle algo: —A hombre del tisioro gusto yo; voy a desirle que venga fuera, y tengo sexio en calle con el ah?, si viene y quieres unes eh, si no sale, preguntamos con tortiazo ¿vale? - Cuando acabó la frase, se fue directa a por el hombre, apartó a la gente que comía cerca de él y se apoyó en la barra de la taberna con una mano, mientras la otra la dejaba en forma de jarra en su cintura y cruzaba una pierna sobre la otra, dejando el peso sobre la barra y sobre su otra pierna, intentando quedarse recta. Estaba intentado imitar una pose que ella pensaba que transmitía elegancia e intriga, pero nada que ver; debido a su altura, había tenido que agacharse mucho para apoyarse en la barra y las piernas se habían quedado muy separadas; parecía más una pose de hacer flexiones con un brazo.
 
—Hola, guapo, he visto que mirasss con lujuria, yo no fácil eh, pero si vamos fuera, puede que sexio—le dijo al hombre mientras le guiñaba un ojo y hacía un gesto con la cabeza hacia la puerta.
#14
Qazan
Qazan
Entramos dentro de la taberna y lo evidente sucedió, todas las miradas se clavaron directamente en nosotros. Por dentro el local parecía aún más espacioso que desde fuera, tenía repartidas mesas de todos los tamaños abarcando todo el espacio posible , supongo que el propietario del lugar era alguien sin prejuicios hacia la raza de sus parroquianos. Allí había de todo, Gyojins, humanos, algun Mink haciendo la cabra, Skypieanos... Era muy bonito de ver tanta multiculturalidad en un solo lugar y también ver como podían coexistir todos en un único lugar, sencillamente precioso. Como igual de precioso iba a ser el destrozo que se venía en unos minutos.

Tras un vistazo por encima pudimos ver a un hombre que no le quitaba ojo a Gretta, no era como el resto de los allí presentes, no era una mirada de sorpresa si no de lujuria, una mirada sucia y asquerosa. —¿NO HABÉIS VISTO NIUNCA MUJERRR? Dejad de mirar o rompo coliumna eh —soltó Gretta, mientras acompañaba las últimas palabras con un gesto de las manos como si rompiese algo imaginario. Hizo su intervención mi cerda querida para confirmarme mis sospechas, el hombre que buscabamos era justo el de la mirada vomitiva. Fui a dar un paso adelante cuando de pronto mi buena amiga volvió a caer en su pequeña locura mental.

—A hombre del tisioro gusto yo; voy a desirle que venga fuera, y tengo sexio en calle con el ah?, si viene y quieres unes eh, si no sale, preguntamos con tortiazo ¿vale?—. Ah no, me niego no pienso volver a pasar luego por sus depresiones post-despecho, que luego nos toca pasarnos a la banda horas recolectando comida para que calme sus penas. Es increíble lo mal que elige siempre Gretta a sus amantes. No puede escoger a uno normalito no... Tiene que fijarse siempre en los problemáticos, además, ¡A este hay que extorsionarle! Gretta montaba su número particular de seducción, la verdad es que si en algún momento de la vida quería tener un vástago tendría que aprender otra danza de apareamiento... Porque vaya espectáculo.

—Hola, guapo, he visto que mirasss con lujuria, yo no fácil eh, pero si vamos fuera, puede que sexio—. le dijo al hombre mientras le guiñaba un ojo y hacía un gesto con la cabeza hacia la puerta. Yo estaba justo detrás de ella contemplando el arte que tenía para seducir. A veces me sorprendía de verdad todas las veces que le funcionaba y al final acababa consiguiendo sexo. Aquello podía irse mucho de las manos y no estaba por la labor de dejar escapar un tesoro. Así que muy a mi pesar cuando todo acabe tendré que ir a buscarle sus pescados favoritos para que Shiro se los cocine.

-Claro hombre no seas tímido... Vamos a pasar un buen rato los tres-. Le dije al tiempo que le agarraba del hombro y me lo sacaba de la taberna por la puerta trasera. No le iba a dejar escapar y luego de ver que habíamos llamado tanto la atención en la taberna, el tiempo comenzaba a apremiarnos. Nada más salir por la puerta trasera fuimos a acabar al callejón trasero, allí tendríamos algo de intimidad para "charlar" con tranquilidad. Sin soltarle del hombro lo empujé contra la pared y seguido le lancé un puñetazo directo al estómago.

-Vamos a hacerlo fácil y rápido-. Aproveché el momento en que se llevó las manos al estómago para derribarle contra el suelo y agarrarle esta vez del tobillo e inmovilizarlo. -Si me dices cualquier otra cosa que no sea sobre ese tesoro pirata no vuelves a andar en tu vida. ¡Habla!-. Le sujeté bien firme del tobillo, no tenia escapatoria ninguna y si su respuesta no me convencía un mínimo, le iba a arrancar el pie de cuajo.

Agarre Tenaza
COM201
COMBATIENTE
Ofensiva Mantenida
Tier 2
17/8/2024
33
Costo de Energía
24
Costo de Energía por Turno
1
Enfriamiento
Uniendo todos los dedos, a excepción del pulgar, que se mantendrá en una posición enfrentada a los demás creando una forma de pinza con la mano, el usuario trazara un Agarre sobre una extremidad de su víctima con una considerable fuerza, impidiéndole usar dicha extremidad o alejarse. Este agarre contará con un incremento de [Fuerza] para la comparativa durante su ejecución.
+14 [Fuerza] en la Comparativa

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#15
Shiro
Ninguno
El acero centelleó durante un instante y la persecución finalizó de forma tan abrupta como había comenzado. El ataque de Shiro había alcanzado a su objetivo a mitad de huida, ocasionándole tal herida en la pierna que no pudo aguantar el peso sobre la misma y terminó cayendo al suelo con un ruido sordo. - Ya no huyes más - pensó el espadachín mientras observaba atentamente al encapuchado darse la vuelta como podía.

- ¿Quién eres? ¿Por qué me estabas siguiendo? No sé qué quieres de mí, pero lamento decirte que sea lo que sea seguramente no pueda ayudarte, no soy más que un don nadie - dijo el tipo con voz entrecortada haciendo un esfuerzo por mantenerse consciente.

El estado lamentable del herido era más que patente, pero el peliblanco, siempre precavido, no le quitó el ojo de encima mientras terminaba de acortar distancias con él pensando en su próximo movimiento. Su idea inicial había sido apresarlo y luego dejárselo a Gretta y Qazan para que estos lo interrogaran cuando se reuniera con ellos de nuevo. Shiro había confiado en que solo con verlos se iba a sentir inclinado a responder a cualquiera de sus preguntas, pero el espadachín dejándose llevar por el frenesí del momento se había pasado con su ataque y ahora al tipo al que tenían que sacar información apenas le quedaba un hilo de vida. Todo comenzaba a torcerse, pero el cocinero sabía que no tenía que perder la calma y hacer algo antes de que se hubiese visto en todo este embrollo para nada.

- Te equivocas, aquí las preguntas las hago yo - dijo el espadachín con su habitual tono serio sin dejarse engañar por el tipo mientras enfundaba una de sus espadas. Gretta podía ser muchas cosas, pero si había algo que la caracterizase, además del tremendo apetito, era su bocaza. Esa cabeza porcina no tenía filtro alguno, por lo que si decía que había escuchado algo de un tesoro, el cocinero la creía. - Y tiene pinta que no tenemos mucho tiempo - continuaría señalándole la pierna con la punta de la espada que aún tenía en la mano, llegando a rozar la misma en un intento de recalcar que no tenía muchas más opciones que escucharlo si no quería que le pasara algo peor.

Shiro tenía que buscar una manera de sacarle la información al tipo con el poco tiempo que le quedaba, por lo que no le quedaba otra que atajar el problema cuanto antes y optó por el engaño para llevarlo a cabo. - Aquí tengo una medicina especial hecha por el médico de mi banda que podría ayudarte a cortar esa hemorragia en un instante - mintió mientras sacaba el botecito de ungüento para las quemaduras que siempre llevaba consigo. - Incluso podrías salvar la pierna si te atienden rápido… - continuó con la mentira mientras hacía ademán de acercarle el bote un poco, pero manteniéndolo fuera de su alcance. - Así que decide rápido qué vale más, si la información que tienes de ese tesoro del que hablabas en el puerto o la oportunidad de poder salvarte.

El espadachín no sabía si la estratagema iba a funcionar, pero dado al poco tiempo y recursos de los que disponía, fue lo mejor que se le ocurrió. Además, Shiro no quería demorarse mucho más allí. Podría aparecer cualquiera y dar alarma de lo sucedido, estropeándolo todo.

- Tic… Tac… Tic… Tac… - dijo metiéndole prisas mientras daba pequeños golpecitos con la uña al bote de la supuesta medicina milagrosa al compás al que hablaba.

Energía
#16
Ray
Kuroi Ya
Las amenazas de Gretta parecen surtir efecto en la gran mayoría de los comensales, que retiran rápidamente sus ojos de vosotros para volver a prestar atención a su comida. O al menos lo hacen de forma temporal. Sin embargo el hombre de la nariz aguileña sigue mirando a Gretta, y en sus ojos continúa reflejándose ese extraño brillo que podría parecer incluso lujuria.

Cuando la enorme jabalí se le acerca traga saliva, intimidado. Sin embargo si expresión facial no tarda en cambiar radicalmente cuando escucha la indecente proposición de la pirata. Ante la perspectiva de darse un revolcón con semejante hembra su mirada se ilumina y, nervioso, comienza a sudar. Parece que intenta responder, pero los nervios hacen que las palabras se atropellen en su garganta, no consiguiendo emitir mucho más que un incomprensible balbuceo durante los escasos segundos que pasan hasta que Qazan le agarra y le arrastra hacia fuera del establecimiento. Mientras salís podéis ver cómo la tabernera, que no quiere problemas en su local, coge lo que parece un den den mushi. Teniendo esto en cuenta es posible que la Marina no tarde mucho en llegar, así que tal vez sería conveniente que os dierais prisa en terminar lo que habéis venido a hacer.

El hombre se dobla por completo ante el feroz puñetazo asestado por el gyojin, dejando escapar bruscamente todo el aire de sus pulmones en un grito sordo. Jadeando y visiblemente aterrorizado, el pobre diablo fue fácilmente atrapado por el enorme hombre pez sin apenas esfuerzo, pues no tenía nada que hacer contra él en términos de fuerza física. Y cuando este le amenazó mientras le preguntaba sobre el tesoro, su respuesta no pudo sino ser dubitativa:

- Yo-yo-yo no s-sé mucho, de verdad. T-t-tan solo que la Ma-Marina ha atrap-pado a una banda p-pirata cerca d-de aquí, y que van a t-t-traer los tesoros inc-c-cautados a Loguetown en los p-p-próximos d-días.

La expresión de su rostro revela el más absoluto pánico. Está tan aterrorizado que podéis ver cómo un cerco húmedo ha ido apareciendo en su entrepierna, ampliándose progresivamente durante unos segundos. No parece estar mintiendo ni ocultando nada, ya que no da la impresión de tener la sangre fría suficiente como para hacerlo en una situación así.

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El encapuchado respira agitadamente. La pérdida de sangre comienza a hacer mella en él, pues empieza a sentirse mareado. Su visión se llena de puntitos negros que se mueven continuamente, y se siente cada vez más débil. Así que cuando le enseñas tu falsa medicina sus ojos se abren como platos y se iluminan, brillando con un atisbo de esperanza. No es capaz de pensar en ese momento que puedas estar engañándole, y no tarda en empezar a contarte todo lo que sabe:

- Se dice que esta noche llegará a puerto un barco de la Marina que trae a la isla un tesoro bastante importante que han recuperado al derrotar a una banda pirata en alta mar. Algunos estábamos intentando asociarnos para asaltarlo a su llegada y quedarnos con el oro que encontremos, pero me has pillado antes de que pudiéramos empezar a planear nada.

Su mirada se endureció por un momento cuando acabó de contarte lo que querías saber, y acto seguido habló de nuevo en tono de súplica:

- Yo he cumplido mi parte, ahora te toca a tí cumplir la tuya.

Sus ojos no se apartaban ni un momento del fresquito que llevabas en la mano, mirándolo con una intensa mezcla de deseo y esperanza.

Off
#17
Qazan
Qazan
-Parece que me he pasado-. Dije luego de ver la que se había montado por un puñetazo de nada. Nada mas llevarme al hombre fuera, la tabernera sacó un den den mushi alertando a los marines más cercanos. Por suerte para nosotros un solo puñetazo sirvió para obtener la información que andábamos buscando. Esta información era la mar de jugosa, tras el arresto de una banda pirata que surcaba el East Blue, la Marina incautó todos los tesoros que habian encontrado en el navío pirata y los estaban llevando camino a LogueTown. Definitivamente aquella información valía oro.

Nuevamente escuché algo de revuelo dentro de la taberna, las autoridades no iban a tardar mucho en llegar y Gretta y yo destacábamos demasiado, era el momento de salir corriendo de allí. Para colmo, del susto o bien del dolor, el hombre se habia meado encima, tenia toda la zona de los genitales empapada, hasta tal punto que se escuchaba el goteo contra el suelo. -!Que asco buag!-. Dije sin poder evitar esconder la arcada que me había venido. El tiempo empezaba a apremiar e iba siendo hora de juntarnos con Shiro y reunir información para ponerla en común, dudo mucho que este nos hubiese engañado, no es tan sencillo orinarse encima, pero quien sabe si el otro hombre, el que perseguía nuestro peliblanco tenía algo más de información.

-Va siendo hora de marchar Gretta. Perdón, la siguiente lo haremos a tu manera-. Le dije arrepentido de que ahora por mi culpa nos estuvieran dando por saco las autoridades. -Deberiamos ir a por Shiro, igual tiene algo más de información que nos sea útil-. Le dije dandole a entender que se nos empezaba a agotar el tiempo antes de que se nos presentase allí mismo la Marina. [b]- ¿No crees que deberíamos aligerar esa carga tan pesada a la Marina?-[/b] Le dije a mi querida cerda mientras ponía rumbo a encontrarnos con nuestro cocinero. Quien sabe la de tesoros que podrían haber amasado durante todo ese tiempo pirateando por este mar, oro, plata, berries, reliquias antiguas, enormes cofres hasta las trancas de rubíes y esmeraldas. Solo de pensarlo se me erizaba la piel.
#18
Gretta
La Devoramundos
Gretta no había fallado su scanner certero de amoríos; al hombre le gustaba ella; esto se puso de manifiesto cuando al acercarse a él, este se puso rojo de la vergüenza. "Lo sabía, no fallo nunca, de cerca es más feillo..., pero bueno, si Qazan se une, pues ni tan mal, hace mucho que no hacemos nada él y yo solos, si se une otra persona puede que reviva nuestro fuego". Gretta estaba pensando ya en la que se venía en un minuto cuando Qazan cerró la posibilidad de un plumazo. 
 
—Claro hombre no seas tímido... Vamos a pasar un buen rato los tres —decía Qazan al hombre mientras lo agarraba con fuerza y lo sacaba de la taberna de una manera lo suficientemente agresiva para que la tabernera cogiese sus Den Den Mushi para llamar a alguien. A Gretta esta situación ya le sonaba de otras veces; pronto llegaría la marina.
 
Acompañó a Qazan fuera y este le dio un puñetazo al hombre haciendo que cantase todo lo que sabía. —Yo-yo-yo no s-sé mucho, de verdad. T-t-tan solo que la Ma-Marina ha atrap-pado a una banda p-pirata cerca d-de aquí, y que van a t-t-traer los tesoros inc-c-cautados a Loguetown en los p-p-próximos d-días. El pobre empezó a mearse después de decir esas palabras.
 
—Parece que me he pasado— dijo Qazan.
—Joder, Qazan, ¿ahora cómo sexio ah? ¿Si está todo manchado? —le contestó Gretta, señalando la entrepierna del hombre.
—Va siendo hora de marchar Gretta. Perdón, la siguiente lo haremos a tu manera —le respondió Qazan. —Deberíamos ir a por Shiro, igual tiene algo más de información que nos sea útil. ¿No crees que deberíamos aligerar esa carga tan pesada a la Marina?
 
—Me debes unaLe dijo Gretta a Qazan y se giró para mirar al hombre que aún estaba allí cagado de miedo. —Tú cambiate, eh, si no cuentas nadie, voy casa esta noche ah— guiñándole el ojo —pero si cuentas... si cuentas iré a arrancarte cabeza eh— Le dijo y tomó dirección al callejón donde dejó a Shiro antes de ir a la taberna. —Hay, mi Shiro, espero que esté bien.
#19
Shiro
Ninguno
El engaño de Shiro funcionó perfectamente y el encapuchado, tras ver el botecito que le enseñó el cocinero y escuchar sus mentiras, no tardó en sucumbir ante la desesperación y contó todo lo que sabía.

- Se dice que esta noche llegará a puerto un barco de la Marina que trae a la isla un tesoro bastante importante que han recuperado al derrotar a una banda pirata en alta mar. Algunos estábamos intentando asociarnos para asaltarlo a su llegada y quedarnos con el oro que encontremos, pero me has pillado antes de que pudiéramos empezar a planear nada - dijo el encapuchado con un tono de angustia en la voz.

Aquellas palabras hicieron pensar a Shiro que aquellos hombres estaban locos. Al joven espadachín le parecía un riesgo demasiado alto atacar un barco repleto de marines en un puerto donde se encuentra una de las mayores bases de todo el East Blue, sino la que más, por lo que tras escuchar las palabras del tipo no pudo evitar arrugar el gesto al pensar la que podían liar Qazan y Gretta si obtenían aquella información del hombre al que ellos habían ido a buscar. Seguramente su ansia por el tesoro no los dejaría pensar en las consecuencias para el resto de la banda, ocasionando un desastre para todos. 

- Yo he cumplido mi parte, ahora te toca a tí cumplir la tuya - dijo el herido cortando el hilo de pensamiento de Shiro sin quitar la vista durante un segundo del bote de ungüento.

Shiro dudó unos segundos si darle el bote o no al hombre. Por un lado, no quería perder su objeto para nada. El contenido del bote no iba a curarle la pierna ni mucho menos. Lo más seguro es que el hombre muriese en pocos minutos, desangrado por la herida que le había ocasionado el espadachín, y el contenido del ungüento se perdiese inútilmente. Pero por otro lado, la previsión del peliblanco le incitaba a cumplir su palabra con el hombre. Shiro no quería que este al descubrir el engaño prematuramente se pusiese a gritar dando la alarma, estropeando todo, así que tras sopesarlo un segundo se puso en pie antes de contestar al tipo.

- Está bien - diría con tono calmado mientras enfundaba el arma que aún tenía en la mano. - Primero debes intentar cortar la hemorragia y luego aplicar todo el contenido por la zona afectada - mintió al mismo tiempo que le lanzaba el bote. Shiro quería ganar el tiempo suficiente para marcharse de allí sin problemas, por lo que pensó que decirle eso le prestaría el tiempo suficiente para marcharse de allí sin problema.

Tras darle el bote al tipo malherido, Shiro volvería siguiendo sus pasos y se encaminaría al puerto de nuevo en busca de sus nakamas. Por suerte, el espadachín no había ido muy lejos en su persecución del encapuchado y esperaba poder volver sin problemas. Allí buscaría a Gretta y Qazan, confiando en que volverían allí, sino no le quedaría otra que esperar un rato o terminar buscándolos con el riesgo de terminar perdido por el pueblo.

- Al menos son grandes cómo casas - pensó el peliblanco confiando en que el gran tamaño de sus compañeros le facilitase la tarea.

Energía
#20


Salto de foro:


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