Raiga Gin Ebra
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20-11-2024, 11:15 AM
Tyler no ve venir tu siguiente movimiento. El golpe rápido hacia su rostro lo hace retroceder, perdiendo ligeramente el equilibrio, y el impacto de tu rodilla en su zona media lo desestabiliza aún más. Vaya, no sabía que pudieras atacar con ese muñón. Eres una caja de sorpresas...
Aunque logra mantenerse en pie, no tiene tiempo de recuperar la compostura antes de que pivotes y lances una patada baja hacia su pierna de apoyo. Es un movimiento limpio, y el joven marine cae al suelo con un gruñido mientras intentaba protegerse. Ahí yo creo que ya sabe que su única opción es verlas venir e intentar sobreponerse, pero pinta feo.
Sin dudarlo, avanzas rápidamente y lo atrapas en un agarre lateral, aplicando presión con toda la fuerza que te queda. Tyler lucha con determinación, intentando zafarse, pero tu llave está bien ejecutada, y el peso de tu cuerpo le dificulta cualquier intento de liberarse. Sientes cómo su resistencia disminuye poco a poco, hasta que, finalmente, empieza a golpear repetidamente tu muslo, la señal universal de rendición en el cuadrilátero que te hará dejar de apretar y terminará por concluir el combate. No ha estado nada mal, recluta Silver.
—¡Vale, vale! Me rindo —dice, entre respiraciones agitadas.
Lo sueltas y te levantas con esfuerzo, sintiendo el ardor en tus músculos y el sudor empapando tu cuerpo. Tyler, aún en el suelo, se toma un momento para recuperar el aliento antes de levantarse con un ligero tambaleo. Te mira con una mezcla de respeto y cansancio, inclinándose ligeramente en una reverencia breve pero sincera. El tipo acepta su derrota con deportividad, un gesto que le honra.
—Buen combate, Silver. Gracias por la lección —dice, estrechándote la mano con firmeza, su sonrisa denota que realmente lo dice en serio.
El gesto, inesperado pero reconfortante, seguro que te llena de una sensación de haber logrado lo que querías, impresionar tanto a tu rival como a Shawn. Aunque espera, ¿has impresionado a Shawn? No te creo. Quizá es la adrenalina del momento, o simplemente el hecho de haber demostrado tu valía, pero notas cómo tu moral se eleva. Es un pequeño paso, pero uno que te hace sentir más en tu lugar.
Ambos bajáis del cuadrilátero mientras los demás marines en el patio os observan con interés, algunos murmurando entre ellos. Parece que vuestro combate ha sido la comidilla durante un momento, y algunos marines que estaban cerca del cuadrilátero, una vez finalizado el combate, se alejan de allí y vuelven a sus quehaceres. El cotilleo, como puedes ver, es universal. Shawn se acerca a vosotros, con los brazos cruzados y una sonrisa ligera pero aprobatoria en su rostro.
—Buen trabajo, ambos —dice, asintiendo primero hacia Tyler y luego hacia ti—. Pero Silver, debo admitirlo, no esperaba tanto de un recién llegado. La mayoría de los reclutas que recibimos aquí no duran ni diez segundos en un combate intenso, y tienen menos movilidad que una ameba.
Hace una pausa, estudiándote con la misma mirada analítica que tuvo cuando te llevó por las instalaciones.
—Tienes potencial, Silver. Solo espero que lo aproveches al máximo.
Con un gesto de la cabeza, te indica que lo sigas mientras termina de mostrarte el resto de las instalaciones, aunque tienes la sensación de que ya has pasado por ahí antes. Te guía a través de zonas que no habías visto antes pero que son sospechosamente similares a otras que sí has visitado, explicando detalles de las operaciones diarias y señalando las áreas que más probablemente utilizarás en tu rutina. Su tono se mantiene profesional, pero notas un leve aire de camaradería, como si tu desempeño en el combate hubiera roto alguna barrera inicial.
Finalmente, te deja en las duchas, un espacio amplio y funcional donde el sonido del agua corriendo resuena ligeramente. Antes de irse, te lanza una última mirada.
—Tómate el resto del día libre. Mañana empieza tu verdadera andadura en la Marina. Te asignaremos habitación y grupo de trabajo, y desde entonces podrás participar activamente en las operaciones del G-31. Marcho a ver a la capitana y ponerle al día de esto y otras cosas, e intentaremos agilizar todo lo posible tu incorporación. Bienvenido, recluta Silver.
Con esas palabras, se marcha, dejándote solo con tus pensamientos y el eco del agua cayendo en las duchas cercanas. Un nuevo capítulo está por comenzar, y tú estás listo para enfrentarlo.
Aunque logra mantenerse en pie, no tiene tiempo de recuperar la compostura antes de que pivotes y lances una patada baja hacia su pierna de apoyo. Es un movimiento limpio, y el joven marine cae al suelo con un gruñido mientras intentaba protegerse. Ahí yo creo que ya sabe que su única opción es verlas venir e intentar sobreponerse, pero pinta feo.
Sin dudarlo, avanzas rápidamente y lo atrapas en un agarre lateral, aplicando presión con toda la fuerza que te queda. Tyler lucha con determinación, intentando zafarse, pero tu llave está bien ejecutada, y el peso de tu cuerpo le dificulta cualquier intento de liberarse. Sientes cómo su resistencia disminuye poco a poco, hasta que, finalmente, empieza a golpear repetidamente tu muslo, la señal universal de rendición en el cuadrilátero que te hará dejar de apretar y terminará por concluir el combate. No ha estado nada mal, recluta Silver.
—¡Vale, vale! Me rindo —dice, entre respiraciones agitadas.
Lo sueltas y te levantas con esfuerzo, sintiendo el ardor en tus músculos y el sudor empapando tu cuerpo. Tyler, aún en el suelo, se toma un momento para recuperar el aliento antes de levantarse con un ligero tambaleo. Te mira con una mezcla de respeto y cansancio, inclinándose ligeramente en una reverencia breve pero sincera. El tipo acepta su derrota con deportividad, un gesto que le honra.
—Buen combate, Silver. Gracias por la lección —dice, estrechándote la mano con firmeza, su sonrisa denota que realmente lo dice en serio.
El gesto, inesperado pero reconfortante, seguro que te llena de una sensación de haber logrado lo que querías, impresionar tanto a tu rival como a Shawn. Aunque espera, ¿has impresionado a Shawn? No te creo. Quizá es la adrenalina del momento, o simplemente el hecho de haber demostrado tu valía, pero notas cómo tu moral se eleva. Es un pequeño paso, pero uno que te hace sentir más en tu lugar.
Ambos bajáis del cuadrilátero mientras los demás marines en el patio os observan con interés, algunos murmurando entre ellos. Parece que vuestro combate ha sido la comidilla durante un momento, y algunos marines que estaban cerca del cuadrilátero, una vez finalizado el combate, se alejan de allí y vuelven a sus quehaceres. El cotilleo, como puedes ver, es universal. Shawn se acerca a vosotros, con los brazos cruzados y una sonrisa ligera pero aprobatoria en su rostro.
—Buen trabajo, ambos —dice, asintiendo primero hacia Tyler y luego hacia ti—. Pero Silver, debo admitirlo, no esperaba tanto de un recién llegado. La mayoría de los reclutas que recibimos aquí no duran ni diez segundos en un combate intenso, y tienen menos movilidad que una ameba.
Hace una pausa, estudiándote con la misma mirada analítica que tuvo cuando te llevó por las instalaciones.
—Tienes potencial, Silver. Solo espero que lo aproveches al máximo.
Con un gesto de la cabeza, te indica que lo sigas mientras termina de mostrarte el resto de las instalaciones, aunque tienes la sensación de que ya has pasado por ahí antes. Te guía a través de zonas que no habías visto antes pero que son sospechosamente similares a otras que sí has visitado, explicando detalles de las operaciones diarias y señalando las áreas que más probablemente utilizarás en tu rutina. Su tono se mantiene profesional, pero notas un leve aire de camaradería, como si tu desempeño en el combate hubiera roto alguna barrera inicial.
Finalmente, te deja en las duchas, un espacio amplio y funcional donde el sonido del agua corriendo resuena ligeramente. Antes de irse, te lanza una última mirada.
—Tómate el resto del día libre. Mañana empieza tu verdadera andadura en la Marina. Te asignaremos habitación y grupo de trabajo, y desde entonces podrás participar activamente en las operaciones del G-31. Marcho a ver a la capitana y ponerle al día de esto y otras cosas, e intentaremos agilizar todo lo posible tu incorporación. Bienvenido, recluta Silver.
Con esas palabras, se marcha, dejándote solo con tus pensamientos y el eco del agua cayendo en las duchas cercanas. Un nuevo capítulo está por comenzar, y tú estás listo para enfrentarlo.