[Común] Reunion en el North Blue

Panda pensó que Anissa y King se retrasarían por aquella tormenta, pero grande fue su sorpresa al ver que Anissa pudo llegar al North Blue en una sola pieza.

-Ohh que gusto verte compañera- Dijo Panda estirando sus bracitos para su habitual garchu.

El lobo comento que el Baratie se suele mover para buscar nuevos ingredientes y recetas.

-Vaya, que astutos que son, no lo había pensado-

Por su parte Jack comento sobre la posibilidad de construir un barco que vuela, algo increíble y totalmente revolucionario.

-Wau, un barco volador! Suena Fantástico Jack, de seguro podrás hacerlo. Mm aunque me dará algo de vértigo manejarlo, aun no me acostumbro al submarino, no me imagino manejar algo que no pisa el mar.

Luego la conversación se volcó a los tragos que pidió Jack, pero Panda estaba más que satisfecho con su tesito de Bambu, después de todo era lo que el Panda mas consumía.
Anissa pregunto de manera casual como habia sido el viaje con la tormenta.

-Y fue duro la verdad, Pero Alexander estuvo muy astuto dando instrucciones precisas, no estariamos aqui si no fuera por el y por suerte atendió a aquel bonito pulpo, ojala se recupere pronto.

Al principio todo eran risas y bromas, pero todo cambio cuando Anissa comento que King había decidido quedarse en el East por tiempo indefinido. Como era de esperarse ese mal trago causo cierta pena en el Panda, ya que había desarrollado cierto cariño por aquel capitán conejo y había prometido estar a su lado como fiel Nakama.

-Es una pena, una verdadera pena.. -Dijo Panda lamentandose por la perdida de aquel valeroso y astuto guerrero y el gran vacio que sentirian sin el. Poco a poco, lagrimas de cocodrilo comenzarian a brotar de su carita regordeta.

-Era un chico muy astuto e inteligente, sera dificil llenar ese lugar, pero bueno si es su decisión solo me queda aceptarlo y desear que en algun momento reconsidere volver con nosotros. Le escribiré una carta más tarde.- 

Alexander cuestionaba quien seria el que tome el mando ahora. Naturalmente Panda siempre ambicionaba a ser el mejor en todo y ser capitán seria algo interesante. Pero ciertamente aun era el miembro mas nuevo en el grupo y aunque su rol como navegante y mercader era importante, aun tenia mucho camino que recorrer para asumir aquella importante labor. Además, aun no se reponía del todo de aquella traumática búsqueda del tesoro, donde tuvo que enfrentar sus peores miedos y atravesar la lava ardiente.

Jack por su parte comento que King era blando e iluso.
-Ey mas respeto al ex capitan- Bramo Panda, mientras lloraba alguna que otra lagrima y se secaba con un bambu.

Jack por su parte, rechazo el puesto y sugirió a Anissa o a Alexander.
En efecto una capitana seria algo interesante de ver, Anissa tenia una buena visión y una puntería exquisita, no obstante esta también voto por Alexander. Por lo que ya solo quedaba Panda para que de su opinión.

-Ahh me costara un poco acostumbrarme a la perdida de King, pero sin duda no estaría aquí si no fuera por tus artes curativas Alexander, tener un medico de capitán no suena nada mal la verdad, creo que seria la mejor opción. Además reconozco que mi fuerte no es liderar, soy mas de los que obedecen y se lanzan como Jack y soy algo temeroso. También he peleado contigo y eres un gran tanque, justo como se esperaría de un capitan, alguien que protege a los demás con su fuerza y espíritu.

-Mesero, traiga unos cuencos por favor y el mejor sake de la casa, es hora de jurarle lealtad a nuestro nuevo Capitan!- Dijo Panda, aun llorando por la perdida de King pero emocionado por aquel nuevo comienzo y nuevas aventuras con sus Nakamas.

las palabras de mis compañeros eran precisas y claras, Jack se había descartado a si mismo mencionando su impulsividad, Nissa no estaba interesada en el puesto y panda parecía no tener intenciones en ello, causando un voto unánime de los tres hacia mi persona –yo…- dije mientras mis pensamientos iban y venían siendo reflejado en mis orejas que no paraban de moverse mientras mi pulso se aceleraba junto a mi latido y mi visión se tornaba borrosa, adrenalina?, no, arritmia?, antes que escuchara un grito distante haciéndome mirar alrededor, no ese grito estaba en mi mente –necesito un minuto!- declare levantándome tan aprisa que la silla en que me encontraba cayó al suelo mientras salía del bar a toda prisa a tomar aire 
 
-un ataque de ansiedad?- dije con voz leve fuera del bar mientras me recargaba en una de las paredes tratando de recobrar mi compostura, era un milagro que no hubiera regresado lo poco que tenía en mi estómago –no puedo, no debo- realmente me estaba costando controlarme en aquel momento haciendo que sacara un frasco de tranquilizantes de mi maleta y tragara algunas cuantas píldoras antes de decidir regresar con mi tripulación
 
-me disculpo por mi exabrupto- les comente notando que alguien ya había levantado mi silla antes que me sentara claramente pensativo –yo… no debería ser el capitán- dije con pesar –no soy apto, ya no- si alguien viera mis manos podría notar que las mismas estaban temblando un poco antes que respirara hondo tratando de calmarme –todos saben que estuve casado, que dios tenga gloria a mi Mai, algunos que estuve en la marina pero ninguno que fue lo que paso aquel día- dije desviando mi mirada –aquel día se me había asignado como líder de mi escuadrón, yo los comandaría pero falle ese día, fueron mis decisiones que nos llevaron a una trampa, a que mis Nakamas fueran asesinados junto con mi Mai- se podía notar como mis palabras y mi pulso se aceleraban –no hay un día que no piense en que pude haber hecho, en que fue mi error- en ese momento mis garras se alzaron tomando mi rostro mientras empezaba a respirar para controlarme
 
-eso me llevo a una espiral autodestructiva pero eso es otra historia- en ese momento empecé a recobrar mi usual compostura –carezco de la confianza para volver a liderar, pero si pese a esto aún insisten en que debo tomar el mando que así sea, además falta discutir un último punto el nuevo nombre de la tripulación Shiromini, no funcionada si carecemos de un conejo blanco al menos que alguno conozca una tienda de mascotas ocuparemos uno nuevo-

—¡Por supuesto que podré hacerlo! Estás ante el mejor carpintero manco que ha existido en este maldito mundo —dije con diversión mientras alzaba mi vaso de sake. El alcohol ya empezaba a hacer efecto, probablemente porque no había comido nada en todo el día.
—Si sobreviviste a los pulpos, esto no será nada —agregué antes de llevarme un bocado a la boca.

Aunque no quería demostrarlo, extrañaría al conejo. Pero ¿qué más daba? Yo necesitaba una tripulación para salir al mar, y ya la tenía. No lo necesitaba… o al menos, eso intentaba hacerme creer.
—Tranquilo, Panda. A veces pasa. Las tripulaciones se separan, y no por eso hay que ponerse tristes. Solo hay que seguir adelante. Además, fue él quien decidió irse. Créeme, es mejor así a enterarnos de que murió, se ahogó o, peor aún, que alguien lo capturó para entregarlo a la Marina —dije, refiriéndome a nuestro antiguo navegante.
—Odiaría que algo así hubiera pasado. Me habría sentido culpable por haber venido al North y no haber podido hacer nada. Pero, por suerte, no fue así —exclamé con una sonrisa de satisfacción.
—Y sobre lo de ser blando e iluso… eso no es un insulto, son simplemente sus características. La cuales no combinan con la pirateria —añadí con diversión antes de girarme hacia Anissa.
—Claro que nos unió a ustedes… conmigo. Nunca les dije, pero jamás me pidió que me uniera a la tripulación como lo hizo con ustedes. Fui yo quien le propuso que navegáramos juntos. Así que, mínimo, deberían agradecerme por eso.


—Muy bien, entonces, si nuestra ardiente tiradora no acepta, tendrá que ser nuestro doctor —dije, alzando mi tarro en dirección a Alex, quien no parecía nada entusiasmado con la decisión.
Cuando lo vi levantarse, lo observé con extrañeza y alcé una ceja, intercambiando miradas con Panda y Anissa, quienes ya pedían más sake para brindar.
—¿Y a este qué le pasa? —pregunté, encogiéndome de hombros antes de seguir comiendo y bebiendo.

No pasó mucho tiempo antes de que Alex regresara. Se notaba nervioso y alterado, aunque intentaba ocultarlo. Lo escuché con atención y lo miré con frialdad.
—¿Qué tan débiles crees que somos? Entiendo que hayas vivido tragedias en el pasado, pero ¿realmente crees que fue tu culpa? No lo es. Si murieron, fue porque eran débiles… y lamento decírtelo, pero tu esposa también lo era —dije con crudeza.
—¿Acaso crees que eres el único que ha perdido algo valioso? —pregunté, levantando mi brazo mutilado.
—¿Sabes cuál es la diferencia entre nosotros? La tuya es una herida que aún no ha sanado… y tengo entendido que esas son las más difíciles de cerrar. Pero escucha bien: no dependemos de ti para que nos protejas, no lo necesitamos. Panda es usuario de una fruta del diablo, su cuerpo es una masa de grasa y pelo; dudo que alguien pueda herirlo. Anissa es una de las mejores tiradoras que he visto, y su haki es más fuerte que el mío. Y yo… bueno, soy fuerte. No hace falta que lo diga, ya lo has visto. Así que deja de cargar con ese peso, ya no es necesario —sentencié, poniéndole una mano en el hombro.
—Suéltalo, hombre.

Sonreí con picardía antes de añadir:
—Además, solo necesitamos que seas el capitán para que encubras mis fechorías. Algo así como: "Los tripulantes de Alexander son los peores". Tu nombre tomará relevancia mientras yo hago lo que me plazca.-Me incliné hacia atrás en mi asiento y, con una carcajada, alcé mi vaso una vez más.
—En cuanto al nombre… podríamos llamarnos "Los Piratas del Ron", en honor a mi amor por esa bebida.

Parecía que quien había tomado de la peor manera la noticia de qué ahora nos encontrábamos sin capitán era Panda, algo entendible pues probablemente era quien más fiel era a King, incluso llegó a retar a Jack por las palabras que había soltado en contra de quien fuera nuestro anterior capitán. –Pues quien haya sido el primero que propuso el navegar juntos da igual, lo cierto sigue siendo que somos una tripulación gracias a King, pues todos los demás nos unimos por él.- le respondería a Jack, retándolo con una sonrisa soberbia.

Panda pidió los cuencos de sake una vez que todos estuvimos de acuerdo en que Alexander parecía ser la mejor opción. O tal vez no todos, pues éste en cuanto fue nombrado capitán necesitó levantarse de la mesa con una cara de preocupación que nunca se le había visto. –Parece que ser capitán no le hace mucha ilusión.- le respondería a Jack cuando preguntó qué era lo que sucedía con Alex, pero la verdad parecía que había algo mucho más grande detrás de su actuar, su rostro había perdido el color de un segundo a otro al haber sido elegido ¿acaso planeaba abandonar la tripulación también? –Conociéndolo imagino que nos explicará qué es lo que sucede en cuanto pueda recomponerse.- seguiría mientras estiraba la mano para robarle algo de comida al plato de Jack para después ponerme de pie y levantar la silla que había caído al suelo.

Después de un momento Alex regresó con nosotros y lo primero que dijo fue que no debería de ser nuestro capitán. Seguido de eso nos contó sobre sus días en la marina y sobre cómo, mientras el lideraba un grupo, cayeron en una trampa por una decisión que él tomó y que desgraciadamente por eso perdieron la vida tanto su escuadrón como su esposa. Una historia realmente triste y que dejaba en claro por qué Alexander no estaba tan ilusionado con la idea de tomar un nuevo puesto de mando. Estaba a punto de abrir la boca, cuando Jack comenzó a hablar de manera directa y cruda, sin un ápice de tacto que aunque estábamos acostumbrados a escucharle así éste era un tema delicado para un miembro de nosotros. –Bueno, después de la directa opinión de Jack me gustaría añadir que el hecho de que antes hubieras fallado te hace el candidato perfecto para liderarnos.- le diría a Alex mirándolo directamente a los ojos. –Tienes experiencia y no tomarás decisiones a la ligera. Sabes qué es lo que está en juego para todos nosotros y estoy segura de que no nos vas a decepcionar.- continuaría en un tono serio sin despegarle la mirada. Alex tenía una herida que no podría sanar con medicinas y si lo usaba de motivación a la hora de capitanearnos entonces no habría nada que nos detuviera.

-¿Necesitamos un nombre? ¿Qué tal los piratas del cielo?- diría mientras aleteaba las pequeñas alas que tenía a mi espalda. La verdad no tenía la imaginación como para inventarme un nombre pero mi linaje venía de las islas del cielo, así que tenía algo de sentido ¿verdad?

Panda estaba algo triste por la partida de King, pero las palabras de Jack resultaban reconfortantes. Ciertamente el conejo se había ido por su voluntad y de seguro su vida seria mucho más tranquila y pacifica sin los riesgos de navegar por los mares del North, quizás hasta formaba una familia.

-Tienes razón Jack. Ahora que lo dices, creo que yo tambien medio que me uní solo, a veces el destino nos coloca en el lugar y momento adecuado. Necesitaba con quien salir a la mar y por suerte encontré gente dispuesta en aquella aventura tan peligrosa que vivimos en Momobambi - 

Alexander paria haber entrado en shock por la noticia de ser nominado capitán, quizás era mucho para digerir para el pequeño lobo. Ciertamente un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Se levanto deprisa y pidió un minuto. Parece que el lobo había quedado traumado por una experiencia del pasado donde perdió a su esposa. Algo apenado, el Panda coloco su mano en la espalda del lobo.

-Lo siento mucho Alex, me imagino que debio ser una experiencia horrible.

Por su parte, Jack le explicaba que esta tripulación era mucho más fuerte, aunque con palabras algo frías, daba cierta razón a su argumento de porque teníamos más chance de sobrevivir.

-Mm bueno, de hecho yo tambien tengo alguna herida- Dijo Panda mostrando en su pecho, donde estaba la quemadura por pasar por la lava e incluso su marca de ex esclavo celestial.
-Es un trabajo riesgoso, nunca se sabe cuando uno va a morir o ser capturado, entiendo que estés preocupado y te lo agradezco Alex, pero con tus artes medicinales puedo tener la confianza de que incluso si nos equivocamos, estarás ahí para salvarnos la vida.

De igual manera Anissa le comento que haber fallado lo hacia el candidato perfecto. Luego la conversación biro en torno hacia el nuevo nombre para la tripulación.

-Mm los piratas del Bambu- Respondió Panda sin dudar. Despues de todo era en lo único que pensaba y no era el más creativo del grupo.

-Por cierto, cambiando de tema, he escuchado de cierto rumor interesante, mientras comerciaba el otro día por los puertos de Frevance. - Dijo Panda sacando su mapa del North Blue.

-Dicen que aquí, en la isla de Rakesh, hay unas catacumbas interesantes. Esta a poco más de dos días de aquí, pero quizás podamos hacernos con algún botín jugoso si vamos. Obviamente si el capitán esta de acuerdo claro.

Por un segundo aguarde la decisión de mis compañeros ante la situación que afrontaba sobre ser el nuevo capitán, Jack como era de esperarse fue el primero en hablar reprochándome por mi incapacidad de darme cuenta que mis compañeros no eran alguien que ocupaban protección, era consciente de ello pero eso no cambiaba la profundidad de mi herida, pero quizá afrontarlo sería la mejor forma de seguir adelante, ellos tenían razón tenía que confiar en mis compañeros en mis habilidades y lo que podríamos lograr a futuro –Bien, quizá no sea mi primer elección pero si la tripulación lo ha decidido acepto el cargo- en ese instante alce mi mano golpeando el hombro de Jack para llamar su atención un poco –bajo la condición de que Jack se mantenga como primer oficial, ocupo a alguien a mi lado que pueda darme un punto de vista diferente y que no tenga miedo de decirme en la cara cuando piense que este cometiendo un error-

Al decir aquellas palabras negué un poco –no, eso va para todos, no espero obediencia ciega, espero que cualquiera de ustedes tenga las agallas para decir cuando me equivoco o que me detengan si mis decisiones serán perjudiciales entendido- aclare en un petición antes de ponerme algo pensativo escuchando sus sugerencias para nombres –Ron, Cielo, Bambú- todos eran elementos personales de mis nakamas pero ninguno marcaba realmente el todo de la tripulación, la ferocidad de Jack, la naturaleza elegante de Anissa, el deseo de avanzar sin detenerse de panda –todos son buenos nombres pero no son un todo- en ese momento prendí un nuevo cigarro dándole un calada larga pensando –fuerza, elegancia, cambio, resistencia, una vez escuche de una criatura que lleva esas mismas cualidades que nos define a cada uno, Dragones, en las viejas historias del wano aquel que domina el mar seria Ryūjin-
 
-Propongo utilizar ese mismo nombre- aclare con calma marcando mis pensamientos antes que las palabras de panda llamaran mi atención –Rakesh?- pregunte calma pensando un poco –no conozco esa isla, podría ser un sitio interesante y encontrar un posible tesoro oculto podría ser interesante, ¿qué opinan?- en ese momento mire a Jack y Nissa –en lo personal me parece una buena idea, pero algo más que puedas decirnos de la isla panda, odiaría meternos en una base de la marina sin siquiera saber que existe la misma-

Después de decirle aquello a Alex con total sinceridad, escuché las palabras de Anissa, ignorando por completo su reproche hacia mí. Luego, fue el turno de Panda. Cada uno tenía un punto de vista distinto, pero al final, todos aportaban algo para ayudar a Alex a decidir si aceptaría el rol de capitán de la nueva banda pirata que estábamos formando en ese preciso momento.
En última instancia, la decisión solo le correspondía a él. Era su elección aceptar o rechazar el liderazgo.

Afortuandamente para todos y al final, Alex decidió tomar las riendas de nuestra tripulación y convertirse en el capitán que necesitábamos, con la condición de que yo conservaría el puesto que había ostentado en nuestra antigua tripulación.
—Por mí no hay problema. De todas formas, nunca hice una mierda como vice —dije con diversión, dando un largo trago al ron que me había servido en cuanto terminé el sake anterior.

—Piratas Ryujin... No me desagrada. De hecho, me gusta. ¡Adelante entonces! —exclamé mientras me ponía de pie y hacía una reverencia exagerada y torpe—. Me presento ante ustedes: Jack D. Agnis, vicecapitán de los Piratas Ryujin. Sé que es todo un placer que me conozcan.
Estaba bromeando, por supuesto. Sabía que todos me conocían, pero esperaba que siguieran el juego.

—¿Rankesh, eh? No tengo ni idea de esa isla, pero parece que una aventura nos espera. ¿Debería ir preparando el pico y la pala? —dije con tono burlón, aunque era consciente de que esta mano mía no estaba hecha para ese tipo de herramientas. Sin duda, trataría de evitar cualquier trabajo pesado en ese sentido.

—Por cierto, creo que deberíamos conseguir un mapa del North. Siguiendo la idea de Alex, deberíamos analizar qué islas están bajo la protección de la Marina y, sobre todo, cuáles son más favorables para piratas como nosotros.

Quien sabe en qué momento fue que la plática se tornó a qué es lo que habíamos perdido todos en momentos pasados de nuestra vida. Creía que no era un tema demasiado relevante, en especial cuando teníamos que centrarnos en nuestros siguientes pasos como tripulación. Sentía que necesitábamos una victoria de manera urgente para levantarnos el ánimo después de todo lo que había pasado, un simple cofre del tesoro,  una victoria contra un oficial de la marina o incluso algún tipo de encuentro con algún mercenario que creyera que nuestros carteles de recompensas reflejaban el nivel de pelea que le daríamos.

Ver la cicatriz de Panda nunca era agradable, el hecho de que alguien se atreviera a marcarlo de esa manera me hacía hervir la sangre de solo pensarlo, pero no había mucho qué hacer pues no era capaz de ver cómo iríamos a buscar hacerle frente a los dragones celestiales sin ponernos una diana en la cabeza. No, aún tenía que acabar con mi padre y asegurarme de que Dagan estuviera a salvo de las garras del prestamista que seguramente estaría buscándome aun en el East Blue, aunque tal vez con mi nuevo cartel de recompensa y con las noticias de cualquier movimiento que fuéramos a hacer en el North Blue no fuera difícil que mi nueva localización fuera conocida para él, tal vez sería hora de que terminara de contarle todos mis secretos a mis nakamas.

-Pues no veo quien más, Jack es la elección perfecta para un vicecapitán. Es fuerte como un buey… e igual de listo.-  diría burlándome nuevamente de Jack. Estaba buscando las palabras para, después del chiste, explicarle a la tripulación la única cosa que no les había contado pero no encontraba el momento indicado. –¿Un nombre referente a dragones? Nada mal. Pero habrá que pintar una de esas bestias en el submarino o algo por el estilo, ¿no?-  comentaría restándole la importancia al tema del nombre de la tripulación. -Anissa Marr, tiradora de los piratas Ryujin y seguramente la tripulante más importante.- diría, siguiéndole el juego a Jack. Poco después Panda sacó un mapa del mar en el que nos encontrábamos mientras hablaba sobre un rumor que escuchó durante una ruta comercial que había hecho y nuestro capitán parecía estar a bordo. –Está bien, vayamos a esa isla. Tan solo tengamos cuidado en esta ocasión, la última vez que fuimos a una isla con intención de encontrar con un tesoro escondido perdimos a uno de los nuestros, y Panda-kun necesitó de cuidados intensivos durante bastante tiempo.- advertiría a mis compañeros. Dejaría el tema de mi hermano para después, pues todos parecían estar dispuestos a visitar esas catacumbas. –Aunque debo de avisarles que yo no pienso levantar una pala.- seguiría ahora con un tono soberbio mientras tomaba el cuenco de sake que la mesera había dejado frente a mí recientemente. –Bueno, antes de que zarpemos ¿brindamos?- diría mientras tomaba el pequeño cuenco con mis manos y lo pondría frente a mi cara, esperando a que los demás hicieran lo mismo. –Por nuestras venganzas.- diría, ofreciendo una razón para brindar si es que los demás hacían lo mismo.

Por fortuna, el lobo logro mantener la compostura y aceptar el cargo con la condicion de que Jack fuera el primer oficial. Curioso como el tripulante aparentemente más loco y piratero se convertia en la mano derecha del nuevo capitan, pero ciertamente era el que menos pelos en la lengua tenia a la hora de hablar.

Luego el lobo dijo que no esperaba una obediencia ciega, sino que le dijeran cuando creain que estaba cometiendo un error.

-Entendido capitan!.

Luego la conversacion viro hacia el nombre de la tripulacion, Alex despues de una corta meditacion decidio que Dragon seria un buen nombre para conformar a todo el grupo reuniendo las cualidades que cada uno poseia.

-Ryūjin eh, nada mal, suena imponente, quizas algun día sea un nombre de temer, me gusta, ciertamente sera un nombre popular si algun día llegamos a Wano.

Como todos estaban diciendo su nombre Panda no quiso ser menos y se presento nuevamente.
-Panda Janai de los piratas Ryūjin, el oxidador, el mercader ambulante y vuestro navegante de confianza, listo para partir caras. 

-Ciertamente, habra que pintar el barco y ponerle nombre, dicen que navegar en un bote sin nombre es de mala suerte. 

Anissa advertia sobre los cuidados al tener al llegar a Rakesh. Alexander preguntaba si habia algo en Rakesh como una base de la marina y Jack decia que seria necesario un mapa del North Blue. Era evidente que Jack estaba en cualquiera porque Panda llevaba rato mostrando su mapa del North.

-Jajaja despierta Jack! aqui esta el mapa, que clase de navegante crees que soy, ya vengo preparado. Y con respecto a tu pregunta Alex, de momento no hay ninguna base de la marina en esta isla, asi que podremos estar tranquilos, además tengo entendido que es un importante centro comercial, por lo que turistas como nosotros no seran mal vistos, siempre que no nos metamos en lios- Dijo Panda mirando a Jack que era el más problematico.

Finalmente llego la hora de brindar, asi que Panda elevo su cuenco de Sake y grito:
-Salud muchachos! Por riqueza, fama y fortuna!

Parecía que el nuevo nombre había sido bien aceptado por mis nakamas junto con mi indicación de que hablaran y no hicieran caso ciego a mis órdenes si pensaban que estaban mal, después de todo muchos habían sido corrompidos por el poder aquello no era mi intención pero la línea que trazaba el bien y el mal a veces se tornaba demasiado delgada en especial al tener poder sobre otros –descuida Jack como vice capitán espero que puedas tomar el mando en mi ausencia, aunque también espero que estés dispuesto a proteger a la tripulación cuando sea necesario, después de todo si yo soy el escudo tu eres la lanza-
 
En aquel instante tras escuchar la nueva presentación de mis compañero alce mi copa con sake al aire en un brindes –Alexander Bathory, el médico y el capitán de la tripulación de los dragones que dominaran los mares, por la fama, por la gloria, por el honor, la libertad- en ese instante alce la voz sin importarme mucho si los demás comensales del bar me escuchaban o no –Por los nuevos dragones del mar!, por el nacimiento de Ryūjin!- antes de que tomara mi copa en un solo trago
 
Tras ello escuche la conversación de panda y Jack -descuida Jack- aclare –estoy seguro de las habilidades de panda y sus previsiones para evitar que terminemos encallando en una base de la marina- en ese momento reí un poco –además no tengo problemas con pelear con algunos marines mientras no sean la 80 del west- después de todo me había formado en aquella base de la marina, atacarlos sin razón seria como atacar a los que algunas vez fueron mi nakamas -eso me recuerda conseguí algo que podría interesarte panda- en ese instante rebusque en mi bolso sacando lo que parecía ser un viejo mapa mundial pero poseía la cualidad de que estaba compuesto por múltiples anillas que rotaban mostrando rutas y atajos por los mares –creo que los llaman cartas de navegación inversa, según leí son excelentes para encontrar rutas en los mares, pero son muy inexactas en sus destino supongo que nuestro navegante podría sacarles buen uso-
 
-además tienes razón deberíamos pintar un nuevo símbolo en los barcos, aunque aun no tengo alguno seguro en mente, podríamos ir por la tradicional y poner el cráneo de un dragón en un jolly roger o quizá algo más elaborado ocupo pensarlo- aclare algo pensativo mientras daba un calada a mi cigarro –aunque ese es el elemento menos urgente, espero tener algo antes de que lleguemos a Rakesh-