Hay rumores sobre…
...un hombre con las alas arrancadas que una vez intentó seducir a un elegante gigante y fue rechazado... ¡Pobrecito!
[Aventura] [Aventura T1] ¡MAR-INES Y MAR-ZMORRAS! (El juego de Nagaki)
Nagaki
Medusa
Dia 8 de Verano
22:00 PM
~Hora libre de los marines~

- ¡Buenas noches a tod@s los participantes de los juegos del hambre - Dijo una voz de una voz de una niña de 12 años que ha sido interrumpida una voz de un hombre más adulto y hace que se aleje el receptor del Den Den Mushi de Nagaki. Sólo se escucha un vago murmullo como una conversación lejana a Nagaki decir- ¡Pero devuélveme el receptor! ¡Que si! ¡Que sí! Que era una broma jooo, ¡devuélvemelo! ¡prometo que ahora lo haré bien!. -el tono de su voz fue incrementando mientras más cerca del receptor estaba.

En la base G-23 de la Marina de la Isla Kilombo se encontraban los miembros de la Marina en persona, mientras que los otros miembros se encontraban en sus respectivas bases escuchando y viendo la partida a través de Den Den Mushis tanto de voz como de video. Actualmente, la cámara enfoca a un tablero de mesa tapado por una sábana blanca.

-Ejem, ejem- carraspea Nagaki y se acerca el Den Den Mushi- ¡Ahora sí! ¡Buenas noches a tod@s los participantes de Tiny Nagaki's Wonderland! También conocido, coooooomooooo ¡el juego de Nagaki! ¡O sea, yo!. En este trepidante juego se necesitará de vuestra cooperación, buen entendimiento y estrategias para poder ganar.

-¿Os habéis agrupado en grupos de 2 o de 3? ¡Muy bien! ¡Muy bien! Porque es ahora donde os diré de que va el juego. - Nagaki de debajo de la mesa, sin que el resto de compañeros presentes pudieran ver qué hay debajo coge un saco pequeño del que empieza a sacar figuritas. -Esto - Enfocando a cámara y acercándose a los allí presentes, se veía una versión de 7 centímetros de cada uno de ellos a medida que los iba sacando de la bolsita y colocándolos a un lado de la manta blanca, figuritas que había estado tallando Nagaki en su tiempo libre- Son representaciones de vosotros para este juego, y esto...- dice mientras coloca en la mesa una figurita de un barco, Lovecraft y Meitetsu podrían reconocerla puesto que talló una con ellos presente los primeros días de Verano- creo que a estas alturas ya sabréis lo mucho que me encantan los barcos... ¡así que el juego consistirá en esto! -y destapa el mantel blanco.

Bajo el mantel se ven figuras de barcos, 2 barcos pequeños y 1 barco grande por la derecha de color madera, y otros tantos en la misma cantidad y forma por el lado izquierdo de color negro.

-¡UNA BATALLA NAVAAAL!- Dijo en un tono demasiado alto por la emoción. -¡Vuestro objetivo es derrotar a los Piratas Pata-Palo, porque son de madera, ¿lo pillais?-Continuó como si nada- que estarán manejados por mí. A diferencia del mundo real, aunque estos pequeñajos sean versiones vuestras, -dijo señalando a las miniaturas- en este juego no tendrán Akuma no mi, ni técnicas ni habilidades, ni podrán bajarse del barco, no por propia voluntad claro. Sólo será importante de vosotros vuestra profesión, vuestra cabeza para pensar, y comunicación. ¡Será una guerra de barcos contra barcos! Por lo que este juego se llamará: -hizo un redoble de tambores con su boca-

¡MAR-INES Y MAR-ZMORRAS!

Y dicho esto, empieza a explicar las reglas básicas del juego.

Antes de empezar y Turnos




Reglas básicas



Mapa

Jugadores

Enemigos

Barcos

Cañones y armas

Movimiento del barco

Turnos básicos dentro del barco

Colisión de barcos

¡Rescate!

¡Eventos aleatorios!

[/spoiler]
#1
Nagaki
Medusa
OFF


Después de explicar todas las normas a mis jugadores y se quedaron con la chispa en los ojos pero no sabían muy bien como empezar. Tras unos segundos esperando a que los jugadores Terence y Jigoro empezaran se impacientó y dijo en alto:

-¡Pues empiezo yo! Os enseñaré lo malvados que son los Piratas Pata-Palo, hará que cualquier Yonkou quede a la altura del betún. Muahahahaha. -Dice mientras coloca un barco de madera, una tartana, en la casilla J7 (tirada hecha en discord).

Cambiando su tono de voz empieza a narrar la historia que se acaba de inventar sobre la marcha para dar un toque de misterio:

En un rincón remoto del Gran Azul, donde las olas susurran secretos y el sol derrite el horizonte, se aventuraban los temibles piratas de la banda Pata-Palo. A bordo del barco "La Tormenta de Limonada", dos figuras destacaban con sus extrañas apariencias: Ezequiel “Ojos de Pescado” (Historiador) y Rufino “Trenzas de Calamares” (Cocinero). Ambos piratas habían forjado su leyenda por un curioso estilo de vida lleno de travesuras y apuestas que desafiaban la lógica del océano.

Aquel día, mientras un sol resplandeciente iluminaba el mar, Ezequiel y Rufino espiaban desde la cubierta su siguiente objetivo: un barco de marines, que se movía con un aire de soberbia. Con su capacidad reducida de polvo de pimiento, habían oído rumores de un tesoro escondido en una isla cercana, pero primero debían lidiar con los marines que protegían la recompensa.

-¿Qué opinas, Ojos de Pescado? -preguntó Rufino, sus trenzas ondeando como banderas al viento mientras se acercaba al ancla-. ¿Deberíamos acercarnos un poco más?

Ezequiel, con su mirada en forma de pez, estaba absorto en el mar donde la sombra del barco de los marines se proyectaba en las profundidades. Alzó una ceja.

-Sí, pero debemos movernos con astucia. No queremos que nos atrapen antes de llegar al tesoro. -Dijo mientras Rufino levantaba el ancla (Acción 1)

- ¡Ancla levantada! ¡Preparando una ración de chopitos! - gritó Rufino, mientras bajaba a la cocina a preparar un poco de comida (Acción Cocinero, acción 2), su sentido del equilibrio finamente desarrollado gracias a años de navegar en aguas turbulentas.

- ¡Perfecto! ¡Yo recargo el cañón! -Dijo Ezequiel. Acción 3.

El “La Tormenta de Limonada” avanzó con gracia (Movimiento automático del barco), acercándose sigilosamente al barco enemigo, mientras los marines seguían inmersos en su misión de patrullaje. Los dos piratas se adentraron en un breve estado de silencio contemplativo, observando cómo la manada de marines revisaba sus armas, ajenos a la cercanía de su inminente perdición.

-Recuerdas la última vez que nos encontramos con los marines -dijo Ezequiel, rompiendo la tensión-. ¡Fue cuando me disfrazaste de medusa!

-Ciertamente lo hice, amigo. ¡La mejor estrategia de camuflaje que he ideado! -rió Rufino, pensando en las risas debidas a aquella estratagema absurda.


Nagaki rompe la historia para reirse un momento ella misma diciendo: Jajajaja, quien sería tan tonto para disfrazarse de medusa, quien podría ocultarse de esa manera. - Con un suspiro tras la risa, se quita una lagrimita del ojo y sigue contando la historia.

A medida que el barco de los marines giraba, Ezequiel y Rufino, con la emoción y picardía burbujeando en sus corazones, trabajaron en un plan para distraer a sus enemigos mientras se adentraban más en las aguas hacia su fortuna.

¡A la carga, Rufino! Con un poco de ingenio y la guarnición de nuestra locura, saldremos victoriosos hoy, creo que su capitán lo conozco —bramó Ezequiel, y con ello, los piratas Pata-Palo comenzaron a acercarse más lenta, pero sin descanso, hacia el destino de su aventura. Acción Historiador, Acción 4

El “La Tormenta de Limonada” avanzó con gracia (Movimiento automático del barco).

- ¡Siguiente turno! ¡Anko, Lovecraft, Galhard! ¡Al ataque! -Dijo Nagaki cogiendo una figura de una fragata para colocarla donde digan.
Posición del barco
#2
Gautama D. Lovecraft
-
Nagaki, con su particular vitalidad, nos había congregado ansiosa por mostrarnos algo que había preparado. He de decir, que en un contacto previo que tuve con ella hace un tiempo, pude cerciorarme que presentaba una genial maestría en la talla de la madera, y resulta que parte del trabajo de aquella vez iba dirigido a lo que parecía su propio proyecto personal que, pudimos tener el privilegio de presenciar hoy.

Tenía que decir que ya era algo tarde para mí, pues solía cenar bien temprano y acostarme a una hora prudente en la que las 10 de la noche eran para mí parte de mi fase REM. La edad a veces tenía estas cosas. Sin embargo, aquella vez haría el esfuerzo por la joven camarada, pues ver en su cara la ilusión que portaba por enseñarnos su proyecto, era algo que me cautivaba. En una de las mesas de los salones internos de la base G-23, nos congregó para jugar a un entretenido juego de mesa hecho por ella misma, una vez sentados, le dediqué la mejor de mis sonrisas mientras escuchaba parte por parte, y palabra por palabra sus explicaciones.

- ¡!¡!¡!¡!¡! -

Me exalte como un niño el día de su cumpleaños cuando la chica gyojin sacó debajo de la mesa unas figuritas personalizadas de todos. Cogí la mía con los ojos fuera de mis órbitas, ¡Era yo! pero en una versión pocket, con mi particular coleta y la cara acabada jocosamente en punta por la perilla. Mi gesto desencajado por la ilusión no prestaría atención a lo siguiente, repasando detenidamente los bordes, las hendiduras en la madera y los detalles. Era un trabajo excepcional.

Pronto retomé mi atención hacia las indicaciones de Nagaki. Con el pulgar, repasaba el relieve de la figurita, e intentaba memorizar toda la información de la medusa marine, asentía de vez en cuando y miraba el tablero. A continuación, se dispuso a darle salida y a jugar con los piratas Pata-Palo, el temor de los mares que debíamos de afrontar para ganar el juego. Teniendo en cuenta la mecánica de este, me abrumaba la idea de ser la primera partida y no hacer las cosas bien en mi turno, pero me fijé en las acciones que la ama del juego hacía. Al finalizar era mi turno, me quedé algunos segundos pensando, y sabiendo que partía con la desventaja del voto de silencio, intenté enfatizar mis acciones con mis gestos.

Cogí la fragata que nos correspondía por ser 3 en el equipo, empecé a evaluar las opciones para comenzar el turno. La dispuse en la casilla A3, sin saber de forma certera si sería una buena zona para embarcarse, pero quería estar lo suficientemente lejos de los malos si no pudiera afrontarlos. ¿Qué es lo próximo que podría hacer? Repasé el tipo de acciones que teníamos a nuestro alcance, el turno de los Pata-Palo me sirvió de ejemplo práctico, ahora tocaba asumir que podría ejecutar dentro de mi turno hasta un total de 6 por el tipo de barco que teníamos, por lo que, tomar 2 acciones sería lo más justo dado que éramos 3, así todos podrían aplicar su estrategia.

Lo primero de todo, era levantar el ancla (acción 1) para que el barco pudiera moverse a la casilla contigua, a B3. En segundo lugar, para mí, lo más importante era la defensa, y no había mejor defensa que un buen ataque, por lo que me ocuparía de cargar el cañón (acción 2) para que dispusiéramos de tener un cañón activo.

- Fin del turno -

Dije al menos, tras reflexionar unos breves segundos lo que había hecho, determinando, pese a ser un novel en aquel juego de tablero, que eran las opciones más correctas para arrancar la jugada. ¿Qué haría Anko a continuación?
#3
Anko
Médica Militar
La joven decidió unirse a la reunión organizada por la pequeña medusilla junto a otros participantes en lo que prometía ser una gran y divertida experiencia para todos ellos. Anko miraba con asombro las figuritas talladas en madera que la niña había creado, eran exactamente iguales a sus versiones humanas, con cada detalle pulido de su físico. Ciertamente, era algo impresionante de ver y Anko no dudó en sonreír al ver su forma miniatura tallada en madera.

Lo siguiente en el juego eran las explicaciones, una serie de normas que todos debían seguir para asegurar un juego justo y divertido, sin que un jugador u otro resultara con alguna ventaja sobre otro. La marine escuchó atentamente esas palabras, sabía de su importancia y no quería perderse de nada ni cometer algún error, aunque errores siempre se pueden cometer al empezar en algo nuevo como lo era el gran juego de Nagaki. La chica medusa dio comienzo al juego con el turno de los piratas Pata-Palo, un nombre que de alguna forma hizo gracia a la peli marrón.

La joven estaba igual de atenta a las acciones del bando enemigo, quería guiarse a través de eso para cuando llegara su turno. Cuando finalizó, el segundo turno fue tomado por el sargento Lovecraft, quien movió la fragata asignada a su equipo sobre el mapa, levantó el ancla para poder mover el barco por los mares y preparó el cañón pata disparar. Con su tur o finalizado, llegaba el turno de juego de la propia sargento, quien suspiró levemente por la nariz y colocó sus dedos en su barbilla, pensando su jugada. Su profesión de médico le daba un plus a la tripulación, pudiendo curar la vida de todos los jugadores aliados, pero no había que curar cuando el juego apenas iniciaba.

Anko tardó unos minutos en procesar su acción, recordando las reglas, podría ser vital mantener algo de munición para el cañón en la cubierta por si algo sucedía en la partida, y esa fue su primera acción dentro de su turno (acción 1). Aún cuando la chica tenía disponible una segunda acción, según se podría asignar entre los 3 aliados, ella decidió dejarla ir por ahora, prefería dejar la estrategia fuerte inicial en Lovecraft y en Galhard, pues ella era más de analizar un poco la situación antes de actuar de forma más eficiente. Más sabiendo que a ella le había tocado ser Comodoro en la partida.

[ID 1] Anko ha lanzado 1 dados de 4 caras. El resultado es:
- Dado 1: 2
#4
Galhard
Gal
Galhard observó con curiosidad el tablero que Nagaki había dispuesto frente a ellos. Las pequeñas figuritas talladas con tanto esmero capturaron su atención de inmediato. Sus ojos se posaron en la figura que lo representaba a él, una pequeña versión en miniatura de sí mismo. Sonrió, apreciando el detalle y la dedicación que Nagaki había puesto en crear cada una de las piezas. Era asombroso ver cómo la gyojin había logrado capturar su esencia en algo tan pequeño y tan bien elaborado.

Sin embargo, la alegría de ver su figura pronto fue reemplazada por una sensación de ligera confusión al intentar comprender las reglas del juego. Nagaki había explicado las instrucciones con entusiasmo, pero Galhard no podía evitar sentir que se estaba perdiendo en la complejidad de las mecánicas. Los dados, las distintas acciones que podían realizarse en cada turno... todo era un poco abrumador para alguien que no estaba acostumbrado a este tipo de entretenimiento por lo que no tardó en salirle humo por las orejas.

Aun así, Galhard se dispuso a participar con la mejor actitud. Cuando llegó su turno, trató de recordar lo que Nagaki había explicado. 
Decidió comenzar por algo sencillo, algo que al menos entendiera cómo funcionaba.
—Lo primero es cargar el cañón—(Acción 1) murmuró para sí mismo. La acción fue sencilla, pero Galhard sintió una pesadez meditando las acciones que haría .
Después, miró las demás piezas del tablero y recordó lo que Nagaki había mencionado sobre la importancia de estar preparado para cualquier enfrentamiento. Tomando esa idea en mente, decidió que lo mejor sería hacer de nuevo como Lovecraft y cargar otro de los cañones del barco.
—Y ahora... cargar el otro cañón—(Acción 2) dijo mientras hacía el gesto correspondiente en el juego, preparando el barco para lo que pudiera venir. Mientras realizaba estas acciones, no podía evitar echar humo por las orejas ante el desafío que el juego le hacía sentir en este momento, pero se recordó a sí mismo que parte del desafío era aprender y disfrutar del proceso.
Miró a Nagaki y a los demás jugadores, esperando a ver cómo continuarían el juego, todavía sintiendo un poco de nerviosismo por si había cometido algún error en su turno. Pero, a pesar de todo, había una chispa de satisfacción en sus acciones. Aunque el juego le resultaba complicado para él, Galhard estaba decidido a seguir adelante y a disfrutar del tiempo compartido con sus compañeros.
#5


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