Hay rumores sobre…
... que en una isla del East Blue puedes asistir a una función cirquense.
[Aventura] [Aventura T3] Las raíces de un propósito.
Zath Elion Vhal
Zev el Fiero
Zev observaba cómo las aguas se enturbiaban, agitando la embarcación con una fuerza que casi los desestabilizaba por completo. El giro brusco de la criatura marina, al principio solo un reflejo de su enorme poder, revelaba ahora su verdadero propósito: volver a arremeter contra Timsy. El coyote, con su instinto de guerrero, dedujo rápidamente que la bestia no se había olvidado de su pequeño compañero; estaba decidida a acabar con él.

Mientras evaluaba la situación, algo rompió su concentración. Jimbo había pronunciado su nombre correctamente, no una, sino dos veces de manera consecutiva. Para Zev, aquello era más que una simple corrección; era una señal de que el suricato había entrado en un estado de enfoque absoluto, uno que solo se alcanzaba en los momentos más críticos. Sin embargo, lo que más sorprendió a Zev no fue la precisión del nombre, sino el hecho de que Jim, en medio de aquella tormenta de caos y peligro, tuviera la sangre fría de pedirle que estabilizara la nave, centrándose en el objetivo y dejando de lado su propia seguridad. Estaba claro que el suricato no solo pensaba en él mismo; estaba preocupado por mantener el equilibrio del equipo y, quizás, salvar a Timsy.

Zev sintió un destello de orgullo y respeto por su joven compañero, pero no había tiempo para reflexionar más. Sabía lo que debía hacer. Mientras la criatura continuaba su asalto y las olas golpeaban con fuerza, Zev se lanzó hacia el timón, con sus músculos tensos y el corazón acelerado.

Con una fuerza que solo la desesperación y la determinación podían otorgar, Zev sujetó el timón con ambas manos, sintiendo cómo sus garras se aferraban al madero resbaladizo. El viento y el agua se alzaban contra él, pero Zev no retrocedió. Usando su cuerpo como contrapeso, se inclinó hacia un lado y luego al otro, tratando de contrarrestar el violento vaivén del Alborada. Cada movimiento era calculado, cada esfuerzo dirigido a estabilizar la embarcación y mantener a Jimbo en posición para disparar.

La embarcación crujía bajo la presión, pero Zev no cedía. Sus músculos ardían, y el sudor mezclado con el agua del mar se escurría por su pelaje, pero su mente estaba centrada en un solo objetivo: asegurarse de que su compañero tuviera una oportunidad para atacar. Sentía cada ola como un adversario, y con cada contragolpe que daba con su peso y fuerza, el barco respondía, volviendo a alinearse, aunque fuera momentáneamente.

Entonces, en medio de aquel caos, el sol atravesó una gota de agua suspendida en el aire, justo cuando la primera flecha de Jim salió disparada de su arco. El destello del trasluz, un pequeño rayo de luz en la tormenta, marcó el camino de la flecha mientras se dirigían directamente hacia la bestia marina.

Personaje
#11
Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
El jabalí del mar lanzo una poderosa embestida contra el pequeño pescadito, su intención era totalmente la de hacer un espeto con el pequeño gyojin y teñir las aguas de escarlata, pero el chiquitín tuvo la certeza de lanzar un ataque con su baba contra el colmillo para frenar su avance y luego aprovechando que este estaba cubierto de baba se reduciría la potencia de impacto permitiendo a Timsy amortiguar el impacto y quedarse enganchado al mismo. Un movimiento arriesgado pero que le brindaría una ventaja mayor sobre su ya ralentizado enemigo.

Mientras tanto en la cercana barca Zath estaba tomando las riendas del timón con tanta fuerza que era como si pretendiera partir el timón del barco con el fin de controlar y estabilizar este. Habria sido más fácil flaquear y dejar el barco navegar a la derriba entre esas corrientes turbulentas, pero sus compañeros lo estaban dando todo y por eso él no seria menos y le daría a Jimbo esa estabilidad y control que necesitaba para lograr que el barco se estabilizara. Mientras tanto el suricato estaba aguardando, sincronizando su ritmo con el del mar y el movimiento de la criatura tensando cada vez más la flecha aguardando pro el momento preciso para dispararla con toda la fuerza y precisión que podía.

Y la oportunidad no se haría esperar. Timsy tomo su caracola mágica con la mano mientras tazaba un poderoso y gran golpe arqueando su cuerpo para infringir un poderoso impacto directo con todas sus fuerzas al mismo tiempo que incrustaba la concha liberando un filo de viento cortante que retorcerían al animal en dolor y sufrimiento mientras le hacían saltar por los aires uno de sus colmillos cercenado, junto al cual saldría volando Timsy al estar pegado a él. Pero dejando al animal afligido y el camino libre.

Un camino que Jimbo visualizaría como quien ve el agujero de la aguja al pasar el hilo por el alfiler. Una primera flecha seria liberada saliendo a toda velocidad como un impacto arrollador no solo clavándose sino atravesando de lado a lado la criatura marina, la cual empezaría a tambalearse con su conciencia al mínimo, para acto seguido, sin darle tregua ninguna, ni el más mínimo espacio a respirar una segunda flecha se clavaria con un certero impacto en su dorso, esta vez si quedándose ahí clavada, haciendo que la criatura marina cayera abatida sin conocimiento flotando a la derriba, pero completamente derrotada.

El animal marino no estaba muerto, Timsy podía saberlo, pero estaba inconsciente, era una oportunidad para matarlo y tener una buena cena o simplemente dejarlo allí para que viva toda su vida marina con su colmillo partido como recordatorio de que no hay que meterse con el trio zoológico. 

Pero antes de que se dieran cuenta, las corrientes y el movimiento que había causado la lucha los había conducido un poco más cerca de su destino. Pudiendo ahora divisar los que se encontraban en la barca como se alzaba en el horizonte aquella elevada línea roja montañosa que separaba los mares. El mapa que tenían parecía indicar que su destino se encontraría en algún lugar de esta y si habían tomado el camino correcto no debían estar lejos del lugar, aunque la Red Line aun era un marca en el horizonte puesto que las grandes dimensiones de esta la hacían visible de lejos. ¿Qué harían el grupo ahora?

OFF
#12
Jim
Hmpf
El ataque fue perfecto. El golpe de Misty levantó el rostro de la bestia y, en ese instante, mi flecha salió disparada, generando ondas circulares en el aire a modo de estela. Era mi mejor disparo. Tras ella, siguió una segunda flecha. A mis espaldas, Zev se aferraba al timón como si al soltarlo fuese a perder la vida. Era uno con él, y su concentración era absoluta.

La primera flecha surcó los cielos hasta impactar en la bestia, produciendo una microexplosión que creó un boquete de varios centímetros de radio en el cuerpo del pez-jabalí. Sin detenerse, la flecha continuó su trayectoria en el horizonte, mientras la bestia caía rendida en el agua y la segunda flecha se clavaba en su cuerpo. Mi mandíbula se desencajó; estaba completamente sorprendido.

Esto... —logré articular. ¿Yo había hecho eso? ¿Había mejorado tanto?

Me tomó unos segundos recuperarme de la sorpresa que aquel impacto había causado en mi interior. Luego, busqué una cuerda suelta en el barco, la até a una flecha y la disparé, sin mucha potencia, cerca del cuerpo de la bestia. Levanté la mano y la giré de un lado a otro.

¡Misty! ¡Ata la cuerda a la flecha en su cuerpo! ¿¡Podemos llevárnoslo!? —grité para que me escuchara a pesar de la distancia. Planeaba arrastrar al pez y llevarlo como trofeo o regalo, pero, por desgracia, la fuerza natural del barco no era suficiente. Tal vez Zev o Misty tendrían que empujarlo. Misty era el que sabía navegar, a pesar de los grandes esfuerzos de Zev.

¡Maldición! Desde luego, no era una idea muy bien pensada, pero ¿qué esperaban? ¡Acabo de romper todos mis récords! Fue entonces cuando me di cuenta.

Espera... ¡Espera! ¡LO HE PESCADO YO! ¡HE SIDO YO! —grité, girándome automáticamente hacia Zev para confirmar mi hazaña— ¿Lo he pescado yo? —dije ahora en un tono más calmado, ensimismado en mi logro, sin ser consciente de que estábamos cada vez más cerca de nuestro objetivo.

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#13
Timsy
Timsy
El impacto hizo que el colmillo saliera completamente despedido al ser cercenado del resto del cuerpo. El alarido de dolor resonó en todo el lugar, reverberando en mi propio cuerpo y corazón por la proximidad. Me sentí ingrávido al inicio, presa de la fuerza poderosa un instante después, pues había volado junto con el colmillo. La euforia, la adrenalina se mezclaron con mi propia sorpresa, pues jamás habría pensado que podía llegar a realizar tal impacto. Caí al agua unos segundos después, no lejos del colmillo, y nadé presto hacia la superficie. Al salir me vi bañado en el carmín del animal que agonizaba, pues su sangre se mezclaba con el agua que nos sostenía - ¡Lo logré! ¡LO LOGRÉ!  - grité al ver al tocino marino muerto. Tal había sido el nivel de exigencia y aislamiento que no me había percatado del agujero que había hecho la flecha de Jimbo. En un instante seguí el flujo de la sangre hasta su origen y ví la perforación en el cuerpo del pezjalí. ¿Cuándo y cómo había hecho yo eso?

-¡Pues claro que nos lo llevamos! Será nuestra cena. Y comida de mañana. ¡Y de una semana entera! - tal cantidad de comida y una presa de aquella magnitud la exhibiría hasta el fin de los días – Espera… ¡¿QUE?! - los gritos de mi compañero se me clavaron en el ego como mil anzuelos. Al escucharlo rápidamente até cabos. El agujero en el cuerpo, la sangre… Súbitamente dejé de atar al animal con la flecha, aunque ya había terminado de atarlo - ¡Y un mejillón con tierra! - no había nada más desagradable que comerse un mejillón y masticar la arena por no haberlo limpiado correctamente - ¡LO HE PESCADO YO! - chillé tratando de agenciarme la victoria. La decepción de saber que no había sido yo en solitario quién le había dado muerte al animal tan solo era comparable con el dolor de cientos de picaduras de medusa. En mi fuero interno sabía que en el mejor de los casos, la presa y por tanto la victoria era compartida, cuando no mayormente mérito del suricato, aunque hubiera sido yo quién se había enfrentado a él directamente – He ganado yo, ¿me oyes? - repetí una vez más para cerrar el asunto. Acto seguido, le saqué la lengua e hice una pedorreta al mamífero peludo y sin esperar réplica, ni dejarle opción a contestar, me sumergí de nuevo para quitarme la sangre de mis escamas. Me hubiera gustado también limpiar mi ego, pero eso sabía que iba a ser más difícil. De no haber sido por mí y por haber ganado la atención del pezjalí, ahora estaría en su estómago siendo digerido tras haber volcado el barco. ¡Cómo podía decir que había ganado él! - ¡Hmpf!

Aclaraciones
#14
Zath Elion Vhal
Zev el Fiero
Zev sentía cómo la tensión comenzaba a disiparse lentamente, aunque el eco del combate aún resonaba en su mente. Sus manos seguían firmes en el timón, pero ya no necesitaba ejercer tanta fuerza. El Alborada estaba estabilizado, y la amenaza que había agitado las aguas y sus corazones estaba vencida, flotando inerte en la superficie del mar.

Observó con una mezcla de orgullo y alivio cómo Jimbo y Timsy celebraban su victoria, cada uno reclamando para sí la gloria de haber abatido al monstruo marino. Zev esbozó una leve sonrisa al verlos discutir sobre quién había atrapado realmente a la bestia, aunque en su interior sabía que ambos habían desempeñado papeles cruciales en la batalla. Sin embargo, sus pensamientos ya estaban en otro lugar, en el horizonte donde se alzaba imponente la Red Line, su próximo destino.

El coyote dejó escapar un suspiro profundo, aliviado por haber salido de esa situación sin más daños que la discusión amistosa entre sus compañeros. Se dio cuenta de que, aunque llevarse al monstruo marino como trofeo o como comida parecía una idea tentadora, la realidad era mucho más pragmática. Estaban en una misión, y su objetivo era mucho más importante que arrastrar un enorme cadáver por el mar.

- Chicos, - dijo finalmente, con una voz tranquila pero firme, captando la atención de Jimbo y Timsy. - Sé que este gran pez sería un trofeo digno y nos daría comida para días, pero debemos pensar en lo que realmente importa ahora. El horizonte nos llama, y nuestro destino está más cerca que nunca. Arrastrarlo sería una tarea titánica.

Zev giró ligeramente el timón, ajustando la dirección del barco hacia la imponente Red Line, visible a lo lejos como una cicatriz roja en el horizonte. - Todavía queda un buen tramo por recorrer. No podemos permitirnos cargar con un peso extra que podría ralentizarnos o agotarnos antes de llegar.

Observó a Jimbo y Timsy, esperando que comprendieran la importancia de lo que estaba diciendo. Sabía que sus compañeros eran valientes y capaces, pero también sabía que el viaje por delante no sería fácil. Necesitaban estar en su mejor forma, y arrastrar un monstruo marino no era la mejor manera de conservar sus fuerzas.

- Dejemos que este mar tenga su memoria - añadió Zev, con una cierta solemnidad en su voz. - Nosotros seguiremos adelante, más fuertes y más unidos, hacia lo que realmente estamos buscando.

Con esas palabras, Zev miró una vez más hacia el horizonte. Sabía que la verdadera aventura aún estaba por comenzar, y que necesitarían todo su enfoque y energía para enfrentar lo que les esperaba. Dejó que el timón guiará suavemente el barco hacia su próximo desafío, confiando en que sus compañeros estarían listos para lo que viniera.
#15
Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
El grupo había logrado abatir al gigantesco jabalí del mar. Aunque no les resulto difícil había de pensar que esa bestia era el alfa de la zona, una criatura bastante peligrosa que había atemorizado a los habitantes de esas aguas durante mucho tiempo atacando a todo el que no se sometiera a su jugo y mando, recientemente algunos gyojin y wokos fueron victimas de las acometidas intensas de este animal gigantesco. Pero hoy la criatura había sido abatida, pero no solo eso, fue humillada.

El cuerpo inerte de la criatura quedaba surcando a la deriva acercándose hacia la barca donde con la cuerda que lanzo Jimbo, el pequeño gyojin Timsy procedía a asegurar la captura del día a su barca. Mientras tanto un sequito de peces comenzarían a mostrarse como locos en las aguas próximas, dentro las especies con las que Timsy podía comunicarse entendía que estaban todos los peces de la zona celebrando y festejando como locos, hasta algunos peces linterna estaban haciendo unos juegos de luces como si estuvieran animando a los héroes que derribaron a la infame criatura.

[Imagen: oshi-no-ko-aqua-hoshino.gif]

En general se notaba incluso sin entender a los peces un ambiente de euforia por haber derribado a la criatura. Pero ahora no había tiempo a las celebraciones puesto que el destino de los héroes estaba próximo ya. La Red Line ya era muy evidente a la vista y se comenzaba a intuir algo entre las rocas, aunque solo porque sabían que debían mirar concretamente hacia allí según el mapa, e incluso así costaba.

Ahora cargaban en su viaje con un botín de carne bastante abundante, seguramente la misma sabría a bacón y pescado. Aunque el coyote no estaba muy convencido de malgastar tiempo y esfuerzos en cargar con aquel cadaver que entre el suricato y el Pescanova habían capturado, Timsy estaba decidido a remolcar su trofeo y llevarlo consigo, lo cual igual era una buena ofrenda o regalo para el sitio al que estaban dirigiéndose.

El grupo de los tres super amigos finalmente alcanzo las costas del Refugio de los Revolucionarios como el mapa indicaba, un destino donde seria incierto lo que les ocurría, no obstante el mapa con instrucciones que traían era una garantía de que alguien los había enviado y traían los mismos un pequeño presente para quienes les dieran al bienvenida. Pero como a veces dicen, eso es otra historia.

Off
#16


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