Alguien dijo una vez...
Bon Clay
Incluso en las profundidades del infierno.. la semilla de la amistad florece.. dejando volar pétalos sobre las olas del mar como si fueran recuerdos.. Y algún día volverá a florecer.. ¡Okama Way!
Pirateando [Aventura - Tier 2]
Shiro
Ninguno
El plan para intranquilidad de Shiro comenzó a hacer aguas desde el inicio. Si bien al joven no le convencía del todo la idea de andar secuestrando un marine a última hora, era mucho mejor que lanzarse de frente sin ningún otro plan, por lo que cuando sus intentos de dar con dicho marine fueron infructuosos no pudo hacer otra cosa que comenzar a pensar en lo peor… Además, las insinuaciones de Gretta conseguían ponerle más tenso que verse perseguido por toda la base del G-23 entera, por lo que el muchacho no podía centrarse como debía. Aún podía verla comiéndose la pierna de aquel hombre moribundo como si nada, así que no quería comprobar cómo se tomaría una negativa rotunda por parte del espadachín.

- Sigamos buscando - se limitó a contestar el joven antes las preguntas de la daimink, temiendo que si le daba una negativa directa le arrancase la cabeza de un muerdo.

El tiempo avanzaba y la pareja no encontraba a nadie. Su búsqueda los había llevado hasta la zona portuaria y el tiempo para encontrar a alguien se acababa. Por alguna extraña razón, el puerto se encontraba completamente desierto, haciendo que la situación cada vez le gustaba menos a Shiro. Nada parecía normal en aquel lugar que solía estar transitado siempre. Ya fueran trabajadores, vigilantes o rateros, alguien siempre solía haber… pero esta noche no era así. La quietud reinaba en el lugar, únicamente interrumpida por las quejas e insinuaciones de Gretta.

El cocinero antes de que las cosas terminasen de torcerse ya lo había notado en el ambiente. Cómo cuando te llega el olor a tierra mojada antes de la tormenta, por lo que el repentino cambio de planes tampoco lo pilló de improvisto. Lo poco que conocía a Gretta le había enseñado que precisamente uno de sus fuertes no era la sutilidad y la paciencia… así que en parte hasta había sido un logro que esta hubiese aguantado hasta ahora.

La daimink tras unas breves palabras se encaminó directa hacia el navío que se encontraba a punto de atracar y se lanzó al mar para recibirlo. Shiro no estaba muy seguro de las intenciones de la daimink, por lo que no se lanzó como un loco tras ella para asaltar el barco, sino que adoptaría otra estrategia apoyada en sus propias capacidades. El peliblanco no podía arriesgarse a verse hundido en el mar, desde que se había comido aquella fruta del diablo sabía que tenía que tener mucho cuidado con eso, por lo que sin más preámbulos sacó una de sus espadas del cinto que llevaba a la cintura, aún con la funda, y se la colocó entre las piernas mientras activa el poder de su akuma no mi.

Con una simple orden mental la espada comenzó a levantarse del suelo hasta alcanzar el punto máximo que le permitían sus poderes. Esta nueva visión de pájaro no solo le daría una perspectiva de la zona, descubriéndole algo que a simple vista desde el suelo se les estuviera pasando, sino que también le permitiría controlar el tiempo perfecto para acercarse al navío. Podía ver la silueta de Gretta esperando al barco a escasos metros de ella, por lo que Shiro esperaría a comprobar la efectividad de su estrategia para actuar.

Una vez la daimink efectuase su estratagema, Shiro aprovecharía la confusión causada por esta y se encargaría de causar más estragos en cubierta. El espadachín aprovecharía su posición elevada, desenfundando la mejor de sus armas con una mano, mientras se aferraba fuertemente con la otra a la que tenía entre las piernas, para acto seguido lanzarse en un vuelo rápido hacia el mástil del barco con intención de cortarlo a la mitad.

Cosas
#31
Qazan
Qazan
Me encontraba en posición, aguardando la señal de Shiro para asaltar el navío. Todo el muelle estaba en penumbra pues la noche ya había caído, desde el agua todo estaba muy calmado así que me limitaba a mirar al horizonte esperando el barco marine. Por fin un pequeño farol hacía de referencia al lugar donde se encontraba nuestro tesoro, después de tanto tiempo esperando era el único barco que se había acercado al puerto y que venía directo a atracar en el muelle. -Espero que estos dos estén en posición, si no, tocará improvisar-. Dije hablando conmigo mismo cruzando los dedos porque el plan de robar el uniforme a un marine les hubiese dado algún resultado. El barco cada vez estaba más y más cerca cuando de pronto una inmensa masa se lanzó al agua.

Para mi sorpresa, Gretta había optado por un plan alternativo, así que era momento de ver de que era capaz mi cerda amiga. El barco aminoraba la marcha y para cuando llegó a la posición de mi compañera éste ya había frenado casi por completo. A base de fuerza bruta, agarró el barco y estaba tratando de volcarlo. -La madre que la parió-.Dije viendo la proeza que quería realizar. Sabía de primera mano la fuerza que tenía, pero sabía si iba a ser suficiente para llevar a cabo su plan. -Supongo que esto es mi señal-. Me apoyé en el lecho del litoral con ambos pies para coger un fuerte impulso y salir propulsado de una hacia el barco. -Deja que te eche una mano-. Le dije a mi cerda querida al tiempo que salía disparado al barco.

Nada más salir del agua vi como el barco estaba inclinándose. -¡Hora de hacer palanca!-. Caí en la barandilla de la cubierta y seguidamente me lancé a por el mástil mayor. Aprovechando la inclinación que ya tenía el navío, comencé a trepar por éste hasta llegar a lo más alto, la idea era sencilla, utilizar mi peso y mi fuerza para terminar de hacer volcar el barco. -¡¡Vamos Gretta!!-. Dije pegándole un enorme grito mientras me colgaba de lo más alto del mástil y tiraba de éste hacía abajo. -Atento Shiro, tú nos proteges ahora-. Le dije a nuestro cocinero viendo que era capaz de mantenerse en el aire utilizando el poder de su Akuma no mi. Si conseguíamos tumbar el barco tendríamos más de medio combate ganado.
#32
Ray
Kuroi Ya
La enorme daimink jabalí se lanza al agua y, aprovechando que el navío se encuentra ya casi en la orilla y que la zona por donde navega no es actualmente demasiado profunda, se coloca en un lateral y trata de volcarlo. Su fuerza es abrumadora, y los tres piratas pueden darse cuenta de que el barco comienza a inclinarse progresivamente más y más hacia un lado.

Shiro, desde tu privilegiada posición en las alturas observas cómo cada segundo que pasa el equilibrio en la embarcación se pierde cada vez más. Esto no obstante es suficiente para poner en alerta a la tripulación del mismo. Puedes ver como el que parece el jefe da órdenes a sus hombres, de forma que comienzan a trabajar en equipo para intentar averiguar qué es lo que está pasando. Ves también cómo tres de ellos saltan al agua para intentar ver qué está provocando que el barco se incline cada vez más. El resto tratan de recoger el velamen y echar el ancla para detener el navío mientras preparan los botes salvavidas.

Mientras tanto el jefe fija su mirada en el pirata volador. Se trata de un hombre de aspecto rudo, con una altura imponente, aunque menor que la de los dos monstruosos corsarios que acompañan al peliblanco. Su musculatura es impresionante, y en su rostro unos incisivos ojos marrones brillan con dureza. Lleva el pelo suelto en una larga melena castaña, y por sus mejillas descienden dos largas patillas que al acercarse a su barbilla ascienden hasta terminar por encima de sus comisuras bucales. Porta una armadura metálica de un color plateado brillante bajo la capa de la Marina, y lleva un escudo en su brazo izquierdo. En su puño derecho porta unas nudilleras.

En cuanto te lanzas hacia el mástil con intención de cortarlo el hombre salta hasta tu posición e interpone su escudo, frenando tu ataque. Sientes cómo tu espada choca contra él y vuestras fuerzas se miden durante unos instantes. Sin embargo, la suya es superior, y te lanza en dirección contraria hacia el suelo al vencer en ese particular duelo. El oficial, sin perder un segundo, se deja caer tras de ti con el escudo por delante. Da la sensación de que cada vez acelera más, convirtiéndose en una especie de meteorito humano que desciende a toda velocidad hacia tu posición.

Qazan se cuelga con éxito del mástil tras trepar desde abajo, y entre los esfuerzos del gyojin y los de la daimink el navío vuelca por completo. Los marines caen al agua, incapaces de escapar a tiempo, exceptuando al líder del barco y a los tres que habían saltado previamente. Estos últimos ven a Gretta y se lanzan a por ella, desenvainando cada uno una espada, con intención de acabar con quien está tratando de hundir su embarcación. Pese a que llegan tarde para evitar que esto suceda atacan con rabia, tratando de ensartar el enorme corpachón de la jabalí con sus armas.

Off
#33
Gretta
La Devoramundos
El barco acabó chocando con Gretta, frenando del todo, y ésta comenzó su maniobra. Poco a poco el barco se iba inclinando. "¡Vamos, ostia! Mira, ¿ese es Shiro? Está ahí arriba ¿pero está volando? No sabía que podía hacer eso… Escucha, un chico guapo, cocinero y que vuela, es que cada vez tiene más puntos… Concéntrate, ¡vaaaa!, que queda nada", pensaba Gretta y justo en el último empujón hacia arriba, el barco acabó de volcar; ella no lo había visto, pero Qazan le había ayudado haciendo contrapeso.

Entonces unos dolores le llegaron a Gretta por la espalda a la altura de los hombros, ya que ella aún estaba en el agua y esta le cubría hasta casi el cuello. Se giró repentinamente por el dolor y pudo ver tres marines luchando por mantenerse a flote fuera del agua mientras le lanzaban tajos con sus espadas; debido al alboroto de la acción de volcar el barco, no había escuchado a los tres marines tirarse al agua y se había comido estos ataques por sorpresa. "Qué daño me cago en la leche; pero si llevan espadas normaluchas, ahhhhh, joder, que se me ha mojado la capa de barro, os vais a cagar", pensó Gretta analizando la situación.

—Asi que sois buenos para ataquiar pobre mujerr indiefensa por espalda eh?—Les dijo Gretta indignada a los marines —A ver si sioís tan buenos aguantiando respirasión ah.

Mientras decía eso, Gretta, aprovechando que las pobres piernecitas de los marines no tocaban el fondo, estiró sus dos brazos por debajo del agua, con la intención de agarrar con su mano izquierda la pierna de uno de sus agresores y con la mano derecha la pierna de otro agresor; en tierra firme sería difícil debido a que la gente solía ser más ágil que ella, pero aquí esperaba que la acción surtiera efecto, ya que ahora aquellos tres marines estaban luchando por mantenerse a flote y no tendrían tanta libertad de movimiento.

Gretta, si lo conseguía, tiraría con sus dos manos hacía abajo, hundiéndolos y los intentaría mantener así gracias a su mayor fuerza hasta que los dos perdiesen el conocimiento por no poder respirar, mientras tanto con su boca se llenó los carrillos y le lanzó al tercero un chorro de agua a la cara con la intención de que si este tomaba represalias con su espada tuviese una dificultad añadida a la hora de impactarle.


Números y Habilidades
#34
Qazan
Qazan
El navío terminó de volcar, yo caí al agua nuevamente aunque pronto asomé la cabeza para observar todo lo que acontecía a continuación. Segundos antes de que por mi peso tumbásemos el barco, de este salieron tres marines bastante bien diestros y el capitán que dirigía toda aquella operación de transporte. Los tres soldados rasos saltaron a por Gretta al agua... No se que pretenden, simplemente con su peso los va a aniquilar... Esos tres mequetrefes no iban a resultar ningún problema, el capitán ya era otro cantar. Terminé mi caída al agua para rápidamente asomar la cabeza y acercarme apresurado a ayudar a Shiro.

-Gretta puede con esos pringaos pero Shiro necesitará una mano-. Dije para mi mismo dando brazadas hasta acercarme. Luego del asalto al barco, Shiro había sido interceptado en el aire por el capitán y repelido contra el suelo. El marine de alto rango estaba preparado para lanzar su ofensiva desde aquel punto ventajoso de altura lanzándose en kamikaze con el escudo por delante haciendo las veces de meteorito. - ¡No llego a tiempo! - Dije al ver la velocidad con la que descendía y la distancia que había entre el peliblanco y yo. Confío en ti Shiro, repélelo y ya es mío. Pensé al tiempo que se me ocurrió una perfecta estrategia para atacar al poderoso marine.

Mi idea era sencilla, justo Shiro había ido a caer a pequeño muelle para embarcaciones pequeñas, cuya altura con respecto al agua era mínima. Tan mínima que cuando me acerqué nadando desde el barco marine, el agua apenas me llegaba a la cintura, eso solo significaba que podía sacar a relucir todo mi poder en este combate. Shiro y el Marine forcejearon un poco, lo suficiente para dejarme al marine bastante cerca del agua y al alcance de mi técnica más icónica de todo mi repertorio de Karate Gyojin. - ¡¡Senmaigawara... SEIKEN!!-. Dije al tiempo que lanzaba un poderoso derechazo directo a por el capitán marine.

Datos
#35
Shiro
Ninguno
Gracias a su posición ventajosa, Shiro pudo observar con antelación cómo se desarrollaba la acción en el barco. Su imparable compañera Gretta, tras hacer un alarde de fuerza encomiable, consiguió frenar la embarcación a punto de desembarcar y se puso a zarandearla de un lado a otro. Vi que las intenciones de la daimink era volcar el navío, pero por desgracia, no fue lo suficientemente rápida. Los marines no tardaron en percatarse y reagruparse bajo el mandato de un hombre de pelo largo que parecía el capitán, por lo que tras unas pocas indicaciones de este, comenzaron a moverse de forma organizada.

Unos pocos se lanzaron al agua en busca de Gretta, sin saber la sorpresa que se iban a dar, mientras el resto se disponía a recoger las velas del barco. Era el momento de actuar del peliblanco si quería conseguir algo cortando el mástil, por lo que el espadachín se lanzó a toda velocidad arma en mano, dispuesto a llevar a cabo su tarea cuando fue interceptado de forma abrupta por el tipo del cabello largo y armadura. La pareja mantuvo un choque en el aire, pero la fuerza del marine se impuso ante el ataque simple por parte del espadachín, ocasionando que este saliese despedido unos cuantos metros hacia el muelle de forma inevitable.

Shiro intentó evitar la caída, manteniendo el control de su arma controlada con su akuma, pero el envite había sido tan potente que apenas pudo controlar la trayectoria para no caer al agua y terminó estrellándose contra el muelle de forma abrupta mientras se aferraba fuertemente al arma que sostenía en la mano para no perderla como sobre la que estaba volando, la cual rebotó por el suelo del puerto, alejándose de su dueño.

El golpe contra el suelo hizo daño al peliblanco… aunque tenía pinta que iba a quedar en nada si no reaccionaba rápido, ya que el marine de patillas largas se dirigía hacía Shiro directo, como si fuera Gretta viendo un buffet libre.

Al joven le hubiese encantado quedarse a maldecir su suerte por ser el blanco de aquel hombre, pero el espadachín ni siquiera tenía tiempo para ello. Tenía una única oportunidad de reaccionar y no podía perderla compadeciéndose consigo mismo, ya que el impacto era prácticamente inminente. Debía de hacer algo si no quería terminar convirtiéndose en papilla de pirata, así que sin pensarlo ni un instante, lanzó el único ataque que se le ocurrió desde la posición en la que se encontraba, propinando un único espadazo contra el escudo que amenazaba con aplastarlo. Shiro impregnó en aquel golpe todas sus fuerzas y voluntad, con un deseo ferviente de frenar al marine que deseaba aplastarlo.

Cosas importantes
#36
Ray
Kuroi Ya
Gretta, los tres marines sonríen al haber conseguido herirte, pensando que lo van a tener sencillo dado que tu lentitud te impide reaccionar a sus ataques. No obstante el agua limita también su capacidad de movimientos, por lo que cuando intentas agarrarles logras atrapar las piernas de dos de ellos. Las sonrisas se borran al momento de los rostros de estos al sentir cómo una indescriptible fuerza tira de ellos hacia abajo, hundiéndoles bajo la superficie. La profundidad es escasa, pero aún así es la suficiente para mantener un cuerpo humano sumergido el tiempo suficiente como para que se quede sin aire, y son conscientes de ello. Luchan por sobrevivir, por salvar su vida, por lo que cada uno de ellos descarga dos tajos con todas sus fuerzas, buscando horadar tu piel y alcanzar la mayor profundidad posible con la esperanza de, eventualmente, cortar algún nervio o algún músculo que haga que aflojes tu presa sobre ellos.

El marine restante no da crédito a lo que ocurre cuando un chorro de agua procedente de tu boca le golpea de lleno. No le hace ningún daño, pero retrasa su avance y provoca que muestra una mueca de más que evidente asco al recibir aquel impacto de agua mezclada con saliva de jabalí gigante. Acto seguido retoma su ofensiva, tratando de alcanzarte también con su espada, trazando un rápido corte dirigido a tu cuello.

Shiro, caes al suelo en un estruendo. Dolorido, intentas reaccionar lo más rápido que puedes para interceptar el ataque del oficial, pero tan solo lo logras en parte. Tu espada llega ligeramente tarde y con menor fuerza de lo normal debido a la posición en la que te encuentras, tumbado en el suelo sobre tu espalda. Bueno, debido a esto y a la gran velocidad a la que se mueve el militar en su caída, notablemente superior a la tuya. Tu arma consigue amortiguar una parte del impacto, pero aunque con menos fuerza de la que venía inicialmente el escudo impacta contra tu pecho. El dolor atenaza tu respiración durante un momento, apenas un instante.

El marine, ya de nuevo en pie tras su ofensiva, trata de darse la vuelta al darse cuenta de que Qazan le está atacando, pero no es lo suficientemente rápido. El impacto es brutal, provocando que este, pese a su corpulencia, salga despedido varios metros y caiga sobre su espalda contra el suelo. Eso os otorga un pequeño respiro, ya que le impide contraatacar con rapidez.

Visiblemente dolorido, el militar comienza a levantarse mientras masculla algo que no conseguís entender dado el escaso volumen que utiliza. Valiéndose de su escudo, cuyo borde apoya en el suelo para ayudarse, se pone de nuevo en pie y os mira con rabia. En ese momento os pregunta en tono iracundo:

- ¿Quiénes sois y qué estáis haciendo aquí? ¿Acaso venís a vengar a los Piratas de Hargreaves?

Parece cansado pero enfadado, como si tuviera ganas de continuar midiéndose a vosotros en combate.

Cosas y números
#37
Gretta
La Devoramundos
Gretta había logrado pillar a los dos marines, arrastrándolos al fondo para que se quedasen sin aire, mientras con el chorro de agua le daba al marine que faltaba. Estos parecían muy felices hacía apenas unos segundos cuando le habían golpeado por la espalda, pero Gretta querría ver ahora sus caras bajo el agua… El tercer marine que había recibido el chorro se impulsó hacia ella con la intención de atacarle la parte de su cuerpo que estaba fuera del agua. Ella, por instinto, ya que tenía los brazos ocupados, solo pudo interponer sus enormes colmillos en la trayectoria del golpe, para evitar los mayores problemas que podría causar un tajo en el cuello o la cara. 

"Que viene, que viene, a ver… ahí está. Ostiaaa ¡qué daño, joder!, que me lo ha partido, te mato, te juro que te mato. Bueno, ya crecerá, primero esto…" Pensaba Gretta viendo venir el golpe e interceptándolo con el colmillo; éste al parar el golpe se partió por la fuerza del impacto; esto le dolió mucho, pero por lo menos no era una arteria y acabaría creciendo otra vez… Los colmillos de un jabalí nunca paraban de crecer; se los tenía que ir limando cada cierto tiempo.

Debido al movimiento del cuerpo de Gretta para parar el golpe, el propio movimiento de los cuerpos, siendo balanceados por el mar y que las velocidades bajo el agua eran un poco más lentas, los tajos de los marines no acertaron en tendones y fueron daños superficiales, aunque no dejaron de ser importantes.

Cuando Gretta notó los cortes de sus brazos bajo el agua, ya que no los podía ver, se dolió mucho —AHHH— exclamó, pero no por ello aflojó la presa; al revés, se enfadó y la apretó aún más. "Asique aún queréis luchar, eh, vamos a ver que tal llevamos unas vueltecitas" pensó Gretta. Tras recibir tantos tajos, no podría seguir así mucho más tiempo, así que tenía que acelerar las cosas.

—A CENTRIFUGIAR CHICOS! Dijo Gretta mientras empezaba a dar vueltas rápidamente sobre sí misma.

La intención era doble, primero que los dos que estaban bajo el agua, debido a los movimientos bruscos, el agua entrándoles por todos los agujeros y la perdida de la noción del arriba y el abajo, acabasen por no controlar tan bien sus reservas de aire, o incluso llegasen a soltar las espadas, a la vez que intentaba mantener un círculo protector entre ella y su último atacante.

Si quería pegarle, tendría que pasar por en medio de sus compañeros, o incluso ser arrastrado por estos.
Números
#38
Qazan
Qazan
El ataque golpeó de lleno al Marine que salió despedido varios metros de distancia, eso nos permitió ganar tiempo, sobre todo a Shiro que había sido desarmado de una de sus espadas y se encontraba en una posición peliaguda en el suelo luego de haber sido derribado por el capitán. Aunque el peliblanco había recibido el ataque del marine de las patillas largas con aspecto de simio, había conseguido amortiguar gran parte del impacto. De pronto a mis espaldas escuché a Gretta quejarse de dolor, parece que aquellos tres le estaban causando alguna que otra complicación, sin embargo cuando me volteé a ver la situación, tenía sumergidos a dos de ellos, así que era cuestión de tiempo que ganase la ventaja numérica, no me preocupaba la cerda aunque después de esta pelea deberíamos tratar esas heridas de las que tanto se queja.

El capitán se recompuso con esfuerzo, tenía mucho y rabia en la mirada. Se nos quedó observando unos segundos para luego dirigirse a nosotros. ¿Quiénes sois y qué estáis haciendo aquí? ¿Acaso venís a vengar a los Piratas de Hargreaves?-. Dijo con algo de esfuerzo tras haber recibido mi Karate de lleno. Imagino que se refería al nombre de los piratas a los que anteriormente les pertenecía el tesoro que debían llevar a bordo. No pretendía darle más datos ni información de los necesarios. Es más, si nos íbamos un poco de la lengua podíamos complicarle la existencia al resto de los nakamas de la tripulación. Hagámoslo sencillo. Pensé hacia mis adentros mientras urdía mis artimañas.

-No se quienes son esos ni me interesa, esto es sencillo, lleváis un tesoro a bordo y lo queremos. Ni venganzas ni tonterías-. Le dije siendo totalmente directo y franco. Ahora, veamos la situación. Nuestra compañera está ahogando a tus tres subordinados, no les queda mucho en este mundo. Y una vez les saque el último aliento esto se va a convertir en un tres contra uno-. Le dije tratando de advertirle la situación en la que se encontraban tanto él como los pocos subordinados que seguían vivos. -La cosa es, pase lo que pase ese tesoro se viene con nosotros, en tu mano está rendirte ahora, darnos el tesoro y sobrevivir, o que acabemos con todos vosotros. Un solo golpe mío ya ha hecho que tus piernas tiemblen, imagina cuando se una a la pelea la que ha tumbado vuestro barco-. Le dije señalándole a Gretta que seguía enzarzada con los marines. La amenaza estaba siendo clara y directa, rendición o muerte, pero ese tesoro se venía con nosotros.

-Mientras te lo vas pensando, veamos que tal se te da bailar-. Dije mientras me apoyaba en el muelle para, de un salto salir del agua y comenzar a caminar en dirección al Marine. Toda aquella situación solo nos beneficiaba, había distraído lo suficiente al capitán como para que si Shiro se planteaba un ataque sorpresa, ganarle todo el tiempo posible. Por otro lado, igual aquella amenaza hacía recapacitar al capitán marine, ya que a simple vista quedaba patente que la situación en que se encontraba jugaba totalmente en su contra. Tras aquel pequeño monólogo me lancé a por el marine de frente, no parecía tener ningún tipo de arma oculta más allá de su escudo y el cuerpo a cuerpo era mi especialidad. Aprovechando que aún tenía el cuerpo chorreando agua, le lancé un puñetazo de menor potencia que el anterior pero aplicando el principio del Karate Gyojin para ejecutarlo, haciendo así que el golpe aun sin ser lo más espectacular de mi repertorio, pudiese causarle un gran daño si conseguía acertarle bien.

Datos
#39
Shiro
Ninguno
Shiro no pudo reaccionar tan rápido como quiso y su defensa quedó en nada, sufriendo un brutal ataque en pleno pecho que hizo que soltase un grito de dolor mientras notaba como sus huesos amenazaban con ceder ante el golpe. El espadachín llevaba mucho tiempo sin recibir un golpe de tal contundencia, por lo que le costó un segundo recobrar los sentidos tras la repentina pérdida de aliento, mientras su subconsciente le gritaba que no tenía tiempo para eso. Esa diferencia de apenas unos segundos podía costarle la vida, pero su cuerpo no reaccionaba como el peliblanco quería… Y entonces llegó su salvación. 

Shiro vio como el marine se giraba justo a tiempo para recibir un ataque por parte de Qazan de lleno, el cual consiguió mandarlo a volar unos cuantos metros por el impacto, otorgándole al espadachín el tiempo que necesitaba para recuperarse.

- Que te jodan, bastardo - pensó el peliblanco mientras se incorporaba lo más rápido que pudo mientras se llevaba la mano libre al pecho, reflejando así la molestia que sentía en la zona.

El marine se puso a hacer preguntas que Shiro no pensaba responder. El ataque sorpresa se había ido al garete y cualquier fuga de información podía jugarles una mala pasada a todos, así que la única respuesta que dio el espadachín fue incorporarse y desenfundar el arma que aún le quedaba al cinto. Sobre la que había estado volando había quedado demasiado lejos para molestarse en ir a buscarla ahora mismo, así que sin más tiempo que perder agarró ambas armas y pensó cómo afrontar aquel enfrentamiento.

Mientras el peliblanco analizaba la situación, Qazan se puso a hablar con el tipo del escudo. Shiro sabía que el marine no iba a quitarle el ojo de encima, pero como bien señalaba el gyojin, ahora mismo disponían de superioridad numérica y tenían que aprovecharlo antes de que las cosas terminasen saliéndose de madre, por lo que mientras la orca soltaba su discurso, el espadachín comenzó a flanquear por la izquierda al tipo de las patillas largas mientras mantenía con él una distancia prudente. Shiro ya había comprobado en sus propias carnes el daño que podía ocasionar con aquel pequeño escudo, por lo que no iba a quitarle un ojo de encima y esperaría el momento adecuado para atacar. El peliblanco ya sabía cómo actuaban sus nakamas, por lo que cuando Qazan salió del agua lanzando un nuevo ataque, estaba preparado.

Esta vez sería él quien intentaría rebasar la defensa del marine cuando este se defendiera del ataque del gyojin, por lo que el espadachín intentaría sincronizar al máximo su ataque con el de su compañero. Una vez este lanzase su ataque, Shiro comenzaría a acortar distancias por el flanco por el que había avanzado mientras canalizaba su próximo ataque. No tenían que darle tiempo a reaccionar al marine, por lo que una vez que este realizase su defensa, Shiro se abalanzaría a toda velocidad, reaccionando a la misma, acortando la distancia que les separaba en un instante mientras se lanzaba con ambas armas en ristre.

- ¡Oni Giri! - gritó el peliblanco con todas sus fuerzas mientras apuntaba con su técnica al cuello del capitán marine. Esta vez, a diferencia de con el tipo del callejón, Shiro impregnó toda su voluntad en aquel ataque con una clara intención de decapitar al tipo.

Acto seguido, diese o no en el blanco, Shiro intentaría volver a poner distancias con el marine y alejarse de él dado que su rango de ataque era inferior al suyo.

Cosas importantes
#40


Salto de foro:


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