¿Sabías que…?
... un concepto de isla Yotsuba está inspirado en los juegos de Pokemon de tercera generación.
[Aventura] [A - T4] Entre las bambalinas del sistema.
Gautama D. Lovecraft
El Ascendido
aventura

Loguetown.
10:25h, Día 55 de Verano.


En la cosmopolita ciudad de Loguetown, se presenta la mayor infraestructura de la marina y el gobierno del East Blue, un eje primordial de ambos organismos en los que se ha fijado como referencia la afamada isla. Aquí, el ritmo de vida se presenta mucho más acelerado que casi en cualquier otro punto del mar, a nivel social, la gente va de aquí y allá, y la corriente cultural se sigue desarrollando a un ritmo mucho mayor que en otras plácidas islas. Aquí, tanto la inquina como la humildad de sus ciudadanos, cabalga dispar en un alarde de ir pegando saltos entre la holgada línea de las elites y las clases sociales. Algunos podrían decir que es la ciudad más moderna de todo el East blue, pero otros sin embargo, la podrían catalogar como la más decadente, un choque de percepciones que dependiendo de quien se oiga, se podría discernir claramente de que lado de la línea se encuentra.

Entre otras ubicaciones, su emblemática plaza se halla acogiendo a sus gentes en las diferentes labores que ejercen allí, los más obreros dedicándose al comercio minorista, y otros más ricachones destinando su apretada agenda a negocios de mayor calado. Para cualquiera ajeno a la ciudad, le puede llegar a abrumar la cantidad de gente que hay, la presencia de la marina está bastante vigente en sus calles, aunque a pesar de ello, a veces se producen aislados tumultos generados por algunos descerebrados en los locales de ocio, bien por haberse pasado con el alcohol o por las pocas neuronas que este dejó en sus huecas y duras cabezas.

Los protagonistas de esta aventura, han llegado a Loguetown siguiendo un hilo que encontraron en experiencias pasadas, una pista, un rastro, un nombre. Sin embargo, se siente contrariados al verse sumergidos en la marabunta de personas, tan solos allí, pero tan acompañados al mismo tiempo. A pesar de estar rodeados por las gentes de la ciudad, pueden sentirse perfectamente aislados debido a la individualidad de estos, no obstante, estarán casi obligados a realizar algunas labores de rastreo si es que quieren dar con cierto susodicho.

Cita:
C. Hobb.

Quizá sea como encontrar una aguja en un pajar, o puede que la astucia los lleve por el sendero del éxito para cumplir con sus objetivos, sin embargo, han de ser precavidos y saber bien que se están metiendo en la boca del lobo. Un paso en falso allí, y puede que por meter los hocicos donde no deben puedan resultar lo menos capturados, aunque esto podría ser allí la menor de sus preocupaciones.

Os halláis en una de las calles colindantes a La Plaza del Patíbulo, el núcleo comercial de la ciudad a todos los niveles desde las grandes fortunas situadas al norte de la plaza, hasta los comercios más familiares al sur de esta, de forma gradual, se puede apreciar como el cambio de los negocios aumenta en función de la dirección que se tome. En el fervor de la mañana, la actividad comercial está en su punto más alto, como cada día, una oportunidad especial para indagar sobre el dato que recogieron tiempo atrás. El trío de revolucionarios, deberán de actuar con astucia si quieren seguir sumando puntos a la causa, ¿por dónde empezar?, ¿cómo empezar?, ¿juntos?, ¿separados?, son múltiples las interrogantes que pueden surgir en ellos a la hora de empezar a tomar las primeras decisiones.

off
#1
Hato of peace
Hayo
Personaje


Virtudes y Defectos


inventario


Después de abandonar el puerto de Oykot dejando atrás ese lugar donde descansa uno de sus amigos más queridos pero nuevas pistas los obligan a cambiar de isla, todos los revolucionarios subieron al mini submarino de Hato construido por el carpintero e inventor Rocket, cada uno se puso cómodo en los camarotes, la escotilla se cerró y el submarino realizó la inmersión. 

El viaje fue tranquilo por un par de horas hasta que a unas cuantas millas náuticas antes de llegar a loguetown una extraña corriente marina golpeó el casco del mini submarino, el equipo de revolucionarios se sujetaron de dónde pudieron mientras la navegante luchaba por mantener el curso, la experiencia de la joven la forzó a ir con la corriente y aprovecharla para salir, curiosamente debían llegar por el Este de la isla pero la corriente los obligó a atracar en la parte Sur.

Loguetown.
Día 55 de Verano.

Cuando el grupo de revolucionarios emergieron del mar y atracaron tuvieron la libertad de seguir su camino sin ser molestados entonces muchos de ellos se separaron y siguieron con sus propios asuntos, curiosamente tanto Lobo Jackson y Hato tenían la misma pista que seguir así que en la mañana en una plaza el dúo revolucionario se reunió nuevamente para charlar -Buenos días Lobo, qué te parece este opulento lugar- la joven no dudó en saludar a Percival aquel revolucionario que los acompañaría en esta misión -Buenos días soy Hato, es un placer trabajar con usted-.

Hato vestía una conjunto de blusa escotada y falda en color negro, botas, lentes y su nueva chaqueta roja con bolsillos fabricada por Lobo Jackson y bautizada como Red Peregrine Falcon, agarrado de su cintura una garrote con forma de serpiente y su nuevo clima tact, en los bolsillos de su nueva chaqueta cargaba varios diales como un DenDen mushi y diferentes bombas que podrían servirles en caso de escape.

El bullicio del lugar los rodeaba la gente les sacaba la vuelta e ignoraba la presencia de los revolucionarios -El la infiltración a la hidroeléctrica de Oykot encontramos un portafolio con papeles importantes, en esos documentos se habla de C. Hobbs le mandaba muchas cartas a la presa y había varios papeles que demostraban que ganaban mucho dinero por la hidroeléctrica- ella no sabía si decir esto la metería en problemas pero no lo oculto -Ese documento que el tal C. Hobbs mando llevaba el sello del Gobierno Mundial se trataba de una orden directa de “los jefes” sobre una “inversión” la construcción de una nueva fábrica-.

Mientras avanzaban en la plaza se podía notar que iba aumentando las personas que venían a hacer sus compras -Lo único que puedo intuir es que C. Hobbs es un banquero o un empresario muy poderoso, porque por las grandes cantidades de dinero que recibe y mueve parece que no es su primer rodeo- la joven miraba a sus compañeros esperando alguna respuesta de ellos.

Resumen y notas
#2
Percival Höllenstern
-
Me mantuve un par de pasos detrás de mis compañeros conforme habían bajado del navío, aguardando en la oscuridad durante algunos momentos para tomar mesura de la situación:
La muchacha se encontraba observando la plaza con ojos que apenas captaban detalles mientras ellos intercambiaban palabras. Aquel gentío, con su ajetreo y despreocupación, era un disfraz perfecto. No había que subestimar la opulencia de un lugar como este, especialmente en una mañana tan bulliciosa. La gente que te ignora siempre es la que guarda más secretos.

Por su parte, el mink de estrambótico atuendo parecía llevar mayor mesura en sus palabras y parco equipamiento, al menos aparentemente, pero era bastante evidente las grandes dimensiones que su instrumento ocupaban a su espalda, algo similar a una mandolina o quizá una guitarra.

Entonces, hice aparición fingiendo encuentro casual, pues era casi costumbre por mi parte el hecho de que el peligro aguardaba en cualquier esquina y esto no era distinto. La heterodoxa Armada Revolucionaria había mostrado que contaba con una ingente cantidad de bichos raros, y estos eran demostración de aquella afirmación. Supongo que, por ello, tiene un éxito cada vez mayor entre las clases más desfavorecidas que normalmente son repudiadas por el Gobierno Mundial y la jerarquía que representan. Era normal, pues yo mismo había dado cuenta de ello.

Hato me saludó, su tono jovial casi contrastante con el peso de la situación. Le respondí con un asentimiento breve, escaneando su vestimenta y sus herramientas, su equipamiento y su actitud. Renovadas fuerzas en su haber, y también pude notar por cómo se movía que era ducha en la orientación... ¿Una navegante quizá? 

El placer es mío, Hato —murmuré, manteniendo el tono neutral, sin perder de vista nuestro entorno, con un aire de ligero desinterés pese a mi análisis.

El bullicio seguía aumentando, gente que caminaba, que vivía su día sin sospechar de los revolucionarios infiltrados en su medio. Justo lo que necesitábamos. Podía sentir cómo mi mente comenzaba a procesar la información que Hato compartía, palabra por palabra, dibujando conexiones entre los nombres y los números que mencionaba.

Me temo que Hobbs no parece solamente un banquero —murmuré con frialdad, manteniendo la mirada fija en la plaza. Era una verdad a medias, pero suficiente para lo que venía — Si mueve esas cantidades y tiene acceso directo a los sellos del Gobierno Mundial, estamos hablando de algo más grande que simples negocios. Está lavando dinero para algo que no quieren que nadie sepa. La fábrica es solo la fachada, y probablemente de aquellos gobernadores que tanto odiamos. — finalicé con cierto toque astuto, cavilando notablemente con una mirada lógica en mis ojos de tonalidad ámbar.

Mis ojos se clavaron en los de la joven skypiana, con ese mismo cansancio que había aprendido a ilustrar con el paso del tiempo. La primera lección allá donde me crié y entrené tenía que ver con dar siempre medias tintas, pero quizá, en esta ocasión, ellos debían entender el peso de lo que teníamos delante.

Tendremos que tener cuidado. Si ese documento es auténtico, estamos tocando las puertas de gente peligrosa. Aseguraos de no llamar la atención más de lo necesario. Y si nos topamos con Hobbs, evitaremos cualquier confrontación… por ahora— musité, finalmente, utilizando cierta jerga de autoridad por mi papel como agente de la Armada Revolucionaria.

Mis palabras se disolvieron en el aire tanto como el bullicio a nuestro alrededor, pero esperé que quedaran impregnadas ante mis camaradas.

Datos
#3
Lobo Jackson
Moonwalker
Personaje


Virtudes, Defectos y Atributos a tener en cuenta


Inventario


Lobo Jackson regresó con su pelotón de camaradas revolucionarios a bordo del "The Peace", el mini submarino, tras un velocísimo viaje a bordo del taxi de Stanman que le dejó el pelaje completamente alborotado. El fantástico sumergible, creado por pequeñas y habilidosas manos mapachunas, contaba con un centenar de cachivaches de la más avanzada tecnología que permitían al pelotón revolucionario navegar bajo el agua con total sigilo sin estamparse contra el fondo marino. Un despliegue sin igual de tecnología que el mink no terminaba de comprender, puesto que su aparato favorito era el combo de nevera con congelador.

Aquel cubículo integrado en el casco del batiscafo aprovechaba las heladas temperaturas submarinas para conservar los alimentos y bebidas de la tripulación, que de otra forma se vería forzada a salir a la superficie cada poco tiempo para reponer sus existencias. Pero lo más preciado por los camaradas de la revolución era el enorme espacio reservado para las bebidas espirituosas: decenas de botellas de cerveza dejaban paso a botellas con licores destilados, la auténtica gasolina del Ejército Revolucionario. Un pequeño tesoro que arrancaría lágrimas de cualquier entendido de bares, que con sus movimientos erráticos y sus ojos desenfocados proclamaría con todas sus fuerzas que aquella nevera era un regalo de los dioses.

Tras destapar una cerveza negra con la que refrescar el gaznate, el mink centró su atención en el congelador. En su interior reposaba una caracola de color azul celeste con los bordes cubiertos de escarcha sobre un millar de cubitos de hielo. Se trataba de un dial de frío, un curioso artilugio de origen skypeano que había utilizado en otra ocasión como atrezo durante su duelo musical contra Rizzo "El Bardo", creando una fría niebla para la entrada más dramática y espectacular realizada hasta la fecha.

- ¡Vaya! Está fresquito como culo de pingüino... Eso debe ser que ya está recargado. - Penso el lobo mientras sujetaba la caracola entre sus manos. - No está nada mal el aparatejo... Un momento, ¿qué es eso de color rojo entre los cubitos de hielo? A ver... ¡Anda! Si es un plato de sashimi con una pinta espectacular... ¿Tiene pegada una etiqueta? A ver qué dice... "Propiedad de Ragnheidr Grosdttir"... ¡Ups! ¡Qué pena! Parece que se ha abierto solo, ¿qué se le va a hacer? Tendré que comérmelo porque sería una pena que se echara a perder... -

El mink ya había agarrado un par de palillos y daba cuenta de los deliciosos filetes de pescado aderezados con salsa de soja, acompañados con gambas frescas a las que colocó un poquito de wasabi. Cuando sentía que el picor se apoderaba de sus fauces, el lobo llevaba la botella de cerveza fría al morro y empinaba el codo como un marinero mercante. 

Pero ni siquiera el hambre voraz de un mink lupino era capaz de engullir aquel plato sin detenerse a dedicarle el tiempo y la apreciación que merecían sus sabores, degustando cual sibarita la experta combinación de la salsa de soja con la frescura del pescado. Un plato gourmet que consiguió satisfacer el estómago del lobo bailarín.

- Definitivamente este gigante sabe cocinar. - Pensó el mink mientras se limpiaba los colmillos con un mondadientes. - Espero que se le olviden más sashimis en el congelador.

Con su dial de frío recargado y el estómago lleno, Lobo Jackson terminó de alistarse para salir del sumergible. Se vistió con su fabuloso y llamativo atuendo hecho a medida durante varias noches en vela, en las que buscó crear la combinación perfecta entre protección y estilo, a la que bautizó como "The King's Vanguard Royale". 

A continuación, se colocó el cinturón a juego con múltiples bolsillos de fácil acceso para tener las cosas a mano. En cada bolsillo tenía algo diferente: un pequeño botiquín de primeros auxilios, un frasquito lleno de antídoto contra venenos, las cuerdas de repuesto de su querida guitarra eléctrica, dos paquetitos que contenían sal y pimienta para aderezo de emergencia, además de un rotulador y un bloc de notas para repartir autógrafos.

Por último agarró a "Mae Symphony", su nueva y adorada guitarra, junto con el escudo sobre el que había estado practicando el diseño de su nueva marca y que colocó a su espalda, el "Smooth Defender". Visto desde atrás, el mástil de la guitarra sobresalía del escudo como la empuñadura de una espada.

El aire fresco de Loguetown le dio en el rostro en cuanto asomó por la escotilla, transmitiéndole los aromas de aquella urbe de la que tanto había oído hablar. Salió del sumergible y se aventuró por las calles de la ciudad, observando el vaivén de la gente que iba de aquí para allá sin prestar demasiada atención a sus vecinos, acompañantes y resto de habitantes. Era como si Lobo Jackson fuera uno más del montón a pesar de vestir con más estilo que nadie, una sensación que le resultaba extraña y casi afectaba a su autoestima.

Pero pronto, esa sensación se perdió cuando el aroma a pollo frito asaltó su nariz por sorpresa. Un olor tan atrayente que el mink se dejó llevar hasta un puesto de comida ambulante en el que no tuvo otra opción que detenerse a comprar una ración de aquel manjar, protegido por un envoltorio que, a su vez, estaba en una pequeña cajita hermética. 

- ¡Buah! Tiene una pinta de muerte. - Pensó el mink mientras guardaba el paquetito con el pollo frito dentro de uno de los bolsillos de su cinturón. - Espero que valga la pena lo que me ha costado porque, madre mía, era bien caro el pollico de las narices.

Siguió su camino hacia la plaza del patíbulo hasta que divisó a la camarada Hato en una calle colindante. Hermosa como siempre, la joven navegante que les había salvado de morir hundidos bajo el mar le saludó con cordialidad. 

- ¡Buenos días-gara! Es un lugar opulento, es es cierto-gara, pero eso significa que el público requiere una espectáculo más intenso para llamar su atención-gara. - Dijo con optimismo, guiándole el ojo izquierdo.

Poco después hizo acto de presencia el contacto revolucionario que les esperaba en Loguetown, un joven del que había oído hablar pero con quien no había tenido el placer de intercambiar saludos. - Éste debe de ser Percival, uno de los miembros del grupo que asaltó la presa en Oykot. - Pensó.

- ¡Buenos días para ti también, compañero-gara! - Dijo el mink con decisión renovada. - Me alegro de que todos estemos ya aquí-gara. Ahora, Hato, recuérdanos para qué hemos venido-gara. -

Tanto Lobo Jackson como Perci escucharon con atención la información que exponía su bella camarada. Y aunque el mink había formado parte de esa operación de infiltración en la presa junto a Hato, nunca estaba de más repasar las partes más importantes del plan antes de comenzar la misión. Seguidamente, Perci compartió la información que había recabado sobre Hobbs. 

- Así que la fábrica es una tapadera de blanqueo de dinero-gara... ¿Qué estará ocultando el Gobierno-gara? - Habló en voz baja, tratando de no llamar la atención de los desinteresados transeúntes. - Estoy de acuerdo contigo-gara, debemos aprovechar que no saben que estamos aquí para ir a la fábrica a recabar información-gara. Es mejor evitar a ese tal Hobbs-gara, a no ser que nos lo encontremos por la calle y podamos llevárnoslo de paseo y buenas noches-gara. -

- Pero en cuanto a lo de evitar llamar la atención-gara... - El mink posó entonces con su cuerpo, haciendo que el sol brillase sobre su armadura con cada movimiento y haciendo un pequeño espectáculo de luces similar a una bola de discoteca. - ¡No se puede reprimir este estilazo-gara! -

Comenzó a girar sobre si mismo cual peonza mientras realizaba varias poses de llamativa complejidad frente a sus camaradas revolucionarios. Era una forma particular que tenía para pensar con calma, algo a lo que los miembros de su pelotón ya se habían acostumbrado. No cesó de girar hasta que tomó una decisión, momento en el que posó con un brazo extendido hacia el horizonte y el rostro erguido hacia el cielo, inclinando las rodillas hacia adelante y hacia atrás como un insecto palo con mucha energía.

- ¡Hora de partir-gara! ¡Vamos hacia la fábrica-gara! - Hizo hincapié sobre la orden con dos empujones de su pelvis. - Iremos juntos hasta el edificio y allí determinaremos nuestra forma de actuar-gara, pero propongo que al llegar nos separemos para investigar-gara. - Sacó del bolsillo interno de su atuendo un pequeño caracol de color negro. - No olvidéis que podemos hablar entre nosotros-gara, pero siempre con palabras clave-gara. -

Resumen


Datos extra
#4


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