Octojin, siendo un joven gyojin tiburón huérfano que sobrevive robando en el bullicioso mercado de la Isla Gyojin, vive cada día con la necesidad de robar para calmar su hambre. Su habilidad para deslizarse entre los vendedores y tomar alimentos le permite seguir adelante, aunque siempre con el riesgo de ser atrapado. Sin embargo, un día, mientras intentaba robar pescado seco, el mercado es atacado por piratas, sumiendo a la isla en caos. Octojin es testigo de la brutalidad y el dolor que los piratas traen consigo, observando impotente cómo los guardias de su pueblo son superados.
En medio de la desesperación, un fuerte deseo de ser más fuerte comienza a crecer dentro de él. Aunque al principio intenta luchar contra un pirata, es rápidamente derrotado, lo que le hace sentir aún más impotente. Sin embargo, al ver la destrucción y el sufrimiento a su alrededor, Octojin se da cuenta de que no puede seguir siendo un niño débil. Después de ayudar a los heridos, toma una decisión trascendental: entrenará y se volverá más fuerte para proteger a su hogar y a sí mismo, decidido a no ser más un espectador de la violencia y la destrucción.
Octojin y Airgid se conocieron en circunstancias inesperadas, cuando la joven rubia se acercó a él con un aire despreocupado y desafiante. A pesar de sus diferencias, rápidamente forjaron una conexión genuina basada en la confianza y la curiosidad mutua. Mientras compartían una comida en una taberna, conversaron abiertamente sobre sus deseos, sueños y experiencias personales. Airgid se sinceró acerca de la búsqueda de sus padres y su amor por la invención, mientras que Octojin, con su estilo más reservado, reveló sus pensamientos sobre el racismo que había enfrentado y su aceptación de una vida solitaria sin demasiadas expectativas en el amor.
Octojin y Masao vivieron una intensa aventura cuando, a pesar de sus diferencias, se vieron obligados a colaborar para enfrentarse a una banda de criminales que operaba en una peligrosa zona de la ciudad. Masao, con su ingenio y astucia, y Octojin, con su fuerza bruta y habilidades de combate, lograron abrirse paso entre los enemigos, enfrentando diversos desafíos que pusieron a prueba tanto su fuerza física como su capacidad para confiar en el otro. A lo largo de la misión, desarrollaron un respeto mutuo y una comprensión más profunda, formando un vínculo que, a pesar de la tensión inicial, los convirtió en efectivos compañeros de combate.
Octojin y Dr. Bonez unieron fuerzas para localizar y detener a un peligroso criminal llamado Kuger. La misión los llevó al sector portuario, donde se infiltraron entre trabajadores para pasar desapercibidos mientras investigaban el paradero del villano. Utilizando la astucia de Bonez para obtener información y la fuerza bruta de Octojin para abrirse paso cuando era necesario, lograron irrumpir en el escondite de Kuger. Después de una intensa batalla contra los secuaces del criminal, Octojin y Bonez lograron neutralizar la amenaza, formando una alianza inesperada y respetuosa durante la operación.
En la isla Momobami, Octojin y Asradi, formaron un vínculo especial tras enfrentarse juntos a diversos peligros. Durante su aventura, se apoyaron mutuamente en medio de la hostilidad del entorno y de los enemigos que les rodeaban, profundizando su conexión emocional. Aunque ambos compartían sentimientos mutuos, al final de la aventura debieron separarse ya que cada uno tenía sus guerras que librar. A pesar de la distancia, la relación entre Octojin y Asradi quedó marcada por un profundo cariño y una promesa de reencontrarse en el futuro.
Octojin navega las tranquilas aguas del East Blue rumbo al archipiélago Tekila Wolf, buscando descanso tras varias aventuras. Al llegar a Ginebra Blues, encuentra una taberna donde llama su atención un gigante llamado Helgar, con quien comparte un entendimiento silencioso debido a su condición de marginados. Sin embargo, la paz se ve interrumpida cuando un grupo de humanos insulta al gigante, lo que lleva a Octojin a intervenir. Más tarde, es emboscado por estos mismos humanos y, tras una feroz batalla en la que demuestra su destreza en Gyojin Kárate, sale victorioso, aunque herido. Su decisión de no acabar con la vida de sus enemigos refuerza su convicción de no ceder al odio, mientras se prepara para continuar su viaje por los mares.
Octojin se recupera en un hospital tras una batalla en la que defendió a un gigante llamado Helgar de unos humanos. A pesar de sus heridas, el tiburón es visitado regularmente por Helgar, con quien establece una amistad basada en el respeto mutuo. El gigante, admirado por su bondad y fuerza, le propone a Octojin un entrenamiento amistoso. En el duelo, Octojin demuestra su agilidad y determinación, pero la inmensa fuerza de Helgar lo derrota. Aunque herido de nuevo, Octojin se siente satisfecho por haber ganado no solo una experiencia valiosa, sino también la amistad de un gigante.
Octojin y el pirata Silver formaron una inesperada alianza mientras buscaban a un hombre llamado Boran en el caótico Gray Terminal. Durante su búsqueda, Silver demostró su astucia al sobornar a los chatarreros locales para obtener información, mientras Octojin empleaba su fuerza y habilidades para enfrentar a cualquier amenaza que se interpusiera en su camino. Finalmente, ambos llegaron a una estructura donde se ocultaba Boran, y Octojin, con su estilo directo y contundente, derribó la puerta para confrontar a los criminales. A lo largo de la misión, el gyojin y el pirata mostraron sus respectivas habilidades, complementándose en su objetivo común.
Octojin se encuentra con los restos de una batalla naval mientras nadaba en el océano y decide salvar a dos cazarrecompensas humanos heridos. A pesar de su resentimiento hacia los humanos, ve una oportunidad al aceptar un trato para que ellos lo recomienden al poderoso Gremio del Lobo Plateado. Tras llevarlos a salvo a una isla cercana, los cazarrecompensas cumplen su promesa, y Octojin recibe una oferta para unirse al gremio. Para probar su valía, le encomiendan la captura de un peligroso pirata llamado Gwen, marcando el inicio de una nueva etapa en su vida, en la que deberá equilibrar su odio por los humanos con su deseo de poder y venganza.
Octojin, tras aceptar una misión del Gremio del Lobo Plateado para capturar al pirata Gwen, se prepara rápidamente y decide nadar hacia la isla Gecko en lugar de esperar un barco. Al llegar a la isla hostil, se infiltra en la base de Gwen y lo enfrenta en una brutal batalla. Aunque herido, la rabia primitiva de Octojin se desata, dándole la fuerza necesaria para derrotar y decapitar a Gwen. Después de regresar con éxito y oficializar su entrada en el gremio, Octojin reflexiona sobre la furia descontrolada que surgió durante el combate, reconociendo que deberá dominarla para enfrentar futuros desafíos.
Octojin y Camille se encontraron en una frecuentada taberna en Loguetown. Allí, tras hacer migas con el tendero, se enteran de que le han robado el alcohol de todo el mes. Deciden hacer frente a los ladrones e investigan hasta dar con el paradero de ellos. Allí luchan intensamente hasta derrotarlos, y al buscar por la zona, encuentran una misteriosa caja, que posteriormente el tendero confesará es algo peligroso que unos extraños le hicieron guardar.
Octojin y Atlas tuvieron una conversación profunda sobre la Marina y sus ideales, mientras estaban en el muelle de Loguetown. Durante la charla, Atlas, habló con Octojin sobre lo que era la marina desde dentro, sus puntos fuertes y débiles, reconociendo que el tiburón tenía razón en su visión crítica sobre la corrupción y los problemas del sistema. El gyojin, por su parte, reconoció que ambos compartían el mismo deseo de un cambio real en la Marina, aunque con diferentes perspectivas. La charla fortaleció su relación, cimentando una alianza basada en la confianza y el deseo de reformar la organización desde dentro.
Octojin y Asradi se reencuentran después de mucho tiempo, fortaleciendo su conexión emocional. Sufren un ataque por parte de unos piratas que intentan capturar a la sirena, aunque son derrotados fácilmente por el escualo y la sirena. Tras ello, deciden tener una tranquila cena en la playa tras una jornada de caza, Asradi se abre a Octojin sobre los problemas que la atormentan, aunque insiste en que debe resolverlos por su cuenta, sin ponerlo en peligro. Octojin, profundamente enamorado, la apoya, asegurándole que siempre estará para ayudarla si lo necesita. Después de compartir momentos llenos de ternura, Octojin le entrega un regalo especial: una talla de madera que hizo en su honor, simbolizando su cariño por ella. A medida que la noche avanza, ambos fortalecen su vínculo mientras caminan juntos hacia la posada, disfrutando de la cercanía y la esperanza de un futuro mejor juntos.
Octojin, tras una noche de reflexión en una posada de Loguetown, se debate entre su identidad como gyojin y la posibilidad de unirse a la Marina, influenciado por las conversaciones con Atlas y Camille. Aunque siente el peso de la tradición y el temor al rechazo tanto de humanos como de su propia raza, la idea de ser parte de algo más grande lo intriga. Después de una larga lucha interna, decide que su misión no es elegir entre ambos mundos, sino construir un puente entre ellos. Al amanecer, decidido y renovado, se dirige a la base de la Marina, consciente de los prejuicios que enfrentará, pero listo para iniciar su nuevo camino como posible marine, buscando cambiar la percepción entre gyojins y humanos.
Octojin, Camille y Atlas se enfrentaron a una tensa situación cuando las tensiones entre Octojin y Atlas estallaron en un enfrentamiento físico. Camille intentó mediar entre ambos, utilizando tanto palabras como su espada para evitar que el conflicto escalara más allá de lo necesario. A pesar de su esfuerzo por detener la pelea, Octojin, cegado por la ira, continuó su ofensiva contra Atlas.
Tras la batalla entre Atlas, Camille y Octojin, este último se la pasa en la enfermería de la base marina, donde estará velando por la seguridad de Camille. Allí reflexionará sobre lo que ha ocurrido y cómo combatirlo la próxima vez. Se encontrará totalmente desolado por haber actuado con ira y sin medir sus movimientos.
Tras unos días en el cuartel, y coincidiendo el día libre de Octojin con el de Takahiro, éste último le invita a tener una charla con él mientras caminan hacia una charca que poca gente conoce. Durante el camino ambos se conocen más, y tienen conversaciones profundas sobre sus historias pasadas.
En la charca, Takahiro reta a Octojin a una carrera, argumentando que es uno de los nadadores más rápidos de la marina. Aunque la carrera es demasiado sencilla para el tiburón, éste reconoce que Takahiro no lo hace nada mal para ser un humano.
La brigada L-42 es seleccionada para realizar una tarea de escolta. En ella, tendrán que viajar hasta Kilombo para escoltar a Meethook, un antiguo pirata que ha sido protegido por la marina a cambio de información. Meethook vive en el faro, y, tras un extraño código, es rescatado por los marines, que son sorprendidos por una serie de cañonazos cuando intentan llevárselo al barco.
Allí, Octojin y Takahiro hunden el barco, enfrentándose el primero a un mink nutria tras ello, mientras que el resto de la banda, Atlas, Ray y Camille, se enfrentan a Broco Lee, el líder de los piratas veganos. Tras vencerlos, la mitad de la banda es capturada y la otra mitad huye.
El astillero donde Octojin está creando el barco para la L-42 se queda sin madera. El cargamento ha sido interceptado por unos maleantes... Ya les vale. Habrá que recuperar lo que es del astillero.
Octojin es destinado a una misión junto a un pelotón marine. El objetivo es adentrarse en un barco pirata con una banda un tanto curiosa, que parece ganarse la vida en un circo y luchan acorde a sus habilidades. Durante el transcurso, el marine va destacando a base de fuerza hasta llegar a encontrarse contra la lider pirata de la banda. Pero sus aliados se ven en inferioridad y la pelea se pone un tanto complicada. Finalmente, se ven obligados a retirarse. Por su habilidad en combate, Octojin recibe una medalla al valor en combate.
Siguiendo con el misterio de la caja misteriosa que encontraron tras ayudar a Hans, el posadero del Trago del Marinero en Loguetown, Camille y Octojin se ven envueltos en una trama de corrupción, asesinato y el robo de dicho artefacto. La capitana Montpellier les asignará a ambos la tarea de investigar el asesinato y averiguar lo que ha ocurrido con la caja, que ha desaparecido del archivo de pruebas. Tras mucho investigar, descubren que tanto el personal del archivo como otros marines del cuartel están metidos en el ajo, de modo que tiran del hilo hasta trazar un plan en conjunto con su superior para tenderles una trampa. Solo el tiempo dirá si en un futuras entregas el plan saldrá de manera fructífera.
Octojin finaliza por completo el barco de la L-42 y le da los últimos retoques al mascarón de proa, que unirá a todos los miembros en una misma imagen. Finalmente, le enseñará el barco a la capitana Montpellier, que dará su veredicto.
![[Imagen: VWo9Qyd.png]](https://i.imgur.com/VWo9Qyd.png)
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